Editorial Alaire

RAYUELA
1
Cuando se vislumbra el infinito azul
sobre la piedra mojada y una hoja viajera
es el dulce sueño del esclavo,
mi corazón perdido busca
cómo juntar las gotas del desvelo.

2
Cuando centellea tu sencilla ternura,
¡oh rosa del viento!,
y me miras con absoluta querencia,
yo sé de mi existencia
porque tú me imaginas.
3
Cuando proyectas con tu sombra protectora
aroma de azahares, el humo de las fábricas
se torna en bello rocío
y si miro a un rincón del cielo,
por suerte, las nubes siguen siendo nubes.

4
Cuando el mar esculpe en la roca
su obra maestra y un verso teje susurros
a la noche, yo imagino tu boca,
la boca que deseo, saliendo de mi mano
una y mil veces hasta perder el aliento.

5
Cuando envuelves de sonrisa los paisajes
con tu calma transparente,
las gentes que, esclavizadas a sus vehículos, 
pasan raudas, amada mía,
me parecen elefantes inofensivos.
6
Cuando el viento me susurra el verbo precioso
que te nombra, tocan mi corazón cien y mil veces 
y más allá el perfume sedoso de tus palabras, 
la tenacidad de tus ojos y las alas de tus manos, 
posando como aleteo inmenso tu boca.
 
7
Cuando los vientos son brisas con nombre de mujer,
siempre hay luz donde la palabra justa tiene sus dominios
luchando contra molinos infames.
Respiro porque tú eres el aire que expande mis pulmones
y no requiero de tus fotografías, porque en el agua te pinto
y en la tierra toda y en la noche estrellada.

8
Cuando entre tanta luz, nuestras miradas se cruzan 
al son del torbellino, llega el beso 
con labios etéreos y el verbo amar y el pálpito y la sangre.
La llama se hace eco de lechos
que discurren nocturnos hacia los confines.
9
Cuando tus ojos son un mar de violento oleaje
y te extiendes como playa de suspiros,
recorrida por manos como lenguas de fuego,
en el centro el arqueólogo 
busca en tu selva el origen del mundo.
 
10
Cuando tu poderosa mirada, compañera de vida,
alienta una hermosa y anaranjada luna llena
a la noche oscura, trocando en materia de olvido
el silencio desolado, es por eso
y por todo lo demás que pensé escribir este poema.

CIELO
Mas cuando llegue el día del gran dedo afilado
exigiéndonos silencio,
nuestra espalda tendrá como respuesta
mientras juntos recorremos, vida mía,
el camino de vuelta al mar donde se halla el principio.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Lun, 16 Oct 2023 10:04 Un recorrido precioso y magistral por los laberintos del amor.

Todo termina con la muerte menos el amor que continúa latiendo en el espacio sideral.

Enhorabuena

Un abrazo grande
Ana

Marisa Peral escribió: ↑Lun, 16 Oct 2023 12:36 El amor y el mar... ambos interminables.

Felicidades Francesch, me ha gustado este poema circular.

Un abrazo.

Ulises C.J. escribió: ↑Lun, 16 Oct 2023 22:38 ¡Qué bonita mirada! Como un niño he ido saltando por tu Rayuela, con la respiración especialmente agitada en las casillas 4 y 7 (también tú has pintado la boca de tu Maga).
Has hecho un gran poema de amor, amigo.
Gracias.
Abrazos.