Los cuerpos del Kibutz

[Ana Muela Sopeña]

Los cuerpos desmembrados
metidos en sus bolsas
marcadas con el número
de la casa del Kibutz
con su nombre completo.

Los niños contemplando
el asesinato de sus padres.

Las mujeres violadas
mientras sus esposos e hijos
son obligados a mirar.

El horror del infierno
desperdigado
en mitad de las balas, misiles y explosivos.

Y la eterna pregunta
flotando en el ambiente:
¿todo por unas frases de un libro
o quizás es otra cosa
que nos quieren ocultar?

Perplejidad en seres
que pedían la paz sin excepciones.

Sin lógica, sin leyes, sin derechos,
bebés decapitados.

Las familias enteras
aniquiladas solo porque sí.

Suenan sirenas
en la guerra del tiempo.
Desolación.

Gente corriendo,
huyendo del horror.
Pánico y muerte.

Las pantallas nos hablan
de los actos sanguinarios,
en mitad de la cena,
en el comedor de nuestro hogar...
y las lágrimas fluyen todo el rato,
por la frustrante impotencia
que nos paraliza en el sillón...


Ana Muela Sopeña

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Enorme la claridad y el acierto de tu palabra, querida poeta.

Un abrazo de los grandes.
Gracias por estar.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias a ti, Hallie, por leer y por tus palabras.

Un abrazo
Ana

[Pilar Morte]

Levantar la voz, como tú lo haces, es imprescindible en esta situación tan terrible. Poema lúcido para reflexionar.
Un abrazo y felicidad

[Carmela Viñas]

Gracias por esta entrega, este grito de impotencia ante tanta sanguinaria violencia, Ana. Son tiempos muy tristes para toda la humanidad. No aprendemos, no somos capaces de amar de verdad a nuestros iguales, cuando vemos que un grupo asesina sin piedad.
Abrazos.

[Ana Muela Sopeña]

Hola, Pilar:

Mil gracias por tu comentario. Sería bueno no tener que escribir textos así... pero lamentablemente así están las cosas.


Un beso
Ana

[Alonso Vicent]

En el salón de casa nos asaltan las peores imágenes de esta Tierra que no debería pertenecer a nadie.
Los horrores recorren las vías de la vida misma, por creencias, ocultismos o intereses. Así andamos, entre escombros de una humanidad que no merece ese nombre.
Un abrazo, Ana, con sentimientos encontrados y una impotencia universal y dolorosa.

[Ana Muela Sopeña]

Tienes razón, Carmela:

Se siente mucha impotencia.

Un beso
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Así es, Alonso:

Todo parece surrealista.

[José Manuel F. Febles]

En tus letras, Ana Muela, se muetra la amarga verdad que, como bien dictas, nos deja en el horror sentados en el sillón, por no poder articular una sola palabra con qué contribuir a la paz. Hay quien puede levantarse y andar, pero la indiferenmcia, aunque parezca increíble, EXISTE.

Un cordial abrazo, desde la soledad de mi isla.

José Manuelñ F. Febles

[Ana Muela Sopeña]

Hola, José Manuel:

No es que seamos indiferentes. Es que no sabemos qué hacer. ¿Cuáles son los mecanismos que tenemos para actuar? Yo no lo sé...

Gracias por venir...

Un abrazo
Aba

[Marisa Peral]

Excelente tu poema, Ana.
A veces, la mayoría de las veces, nos gustaría poder escribir sobre otras cosas pero ante la barbarie nuestra espada es la palabra.
Felicidades por tantos aciertos en estos dardos.

Un beso y cuídate.

[E. R. Aristy]

Los cuerpos desmembrados
metidos en sus bolsas
marcadas con el número
de la casa del Kibutz
con su nombre completo.

Los niños contemplando
el asesinato de sus padres.

Las mujeres violadas
mientras sus esposos e hijos
son obligados a mirar.

El horror del infierno
desperdigado
en mitad de las balas, misiles y explosivos.

Y la eterna pregunta
flotando en el ambiente:
¿todo por unas frases de un libro
o quizás es otra cosa
que nos quieren ocultar?

Perplejidad en seres
que pedían la paz sin excepciones.

Sin lógica, sin leyes, sin derechos,
bebés decapitados.

Las familias enteras
aniquiladas solo porque sí.

Suenan sirenas
en la guerra del tiempo.
Desolación.

Gente corriendo,
huyendo del horror.
Pánico y muerte.

Las pantallas nos hablan
de los actos sanguinarios,
en mitad de la cena,
en el comedor de nuestro hogar...
y las lágrimas fluyen todo el rato,
por la frustrante impotencia
que nos paraliza en el sillón...


Ana Muela Sopeña

Nakba es este dia. El laberinto de las religiones es del tamano de una caja.

"Y la eterna pregunta
flotando en el ambiente:
¿todo por unas frases de un libro
o quizás es otra cosa
que nos quieren ocultar?"


Desgarrador poema a una realidad como es la realidad, desvalida. Algunos dejan a Dios. otros mueren por Dios,otros mas usan a Dios. En medio de la absurda realidad sangrante, cada ser humano se hace autor de sus actos, de su proactividad, de las cosas a las que subscribe su conciencia. Sin embargo, no es tan facil descifrar los simbolos poderosos que influencian a la mente humana, de modo que aqui estamos con el corazon destrozado y una herida mortal en la conciencia. Como hacemos sin que perdamos la razon, el equilibrio, la esperanza? Un abrazo grande, Ana. E.R.A.

[Raul Muñoz]

Qué decir. Gracias, Ana, por el coraje de escribir sobre nuestra condición.

Un abrazo.

Yo confieso, ante dios, nuestro Señor,
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra u omisión,
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa,
por eso ruego a Santa María, siempre virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos,
que intercedáis por mi ante dios, nuestro señor.

El Señor tenga piedad de nosotros,
perdone todas nuestras culpas
y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Shalom-Islam-el bendito buda-el cuerpo de cristo-
tengan la última palabra, hundidos en la raíz del Olivo
inmortal, no nacido. Amén.
-Amen.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Marisa:

La violencia engendra violencia y estas cosas siempre tienen una historia pasada terrible.

Un beso
Ana