Jane Austen

[Gia Nuage]

Siempre traías las manos frías:

te parecías tanto
a la palabra que trae los domingos,
o al quejido de la puerta
con la ventisca de los sábados

eras similar, incluso,
a la cal que desprenden los muros,
a esa urgencia de tacto
que a veces padecen las estatuas

la soledad
no se cansa de arañar los ojos,
y en este cuarto
tus manos son astillas.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Hermoso y pleno de aciertos, Gia.
Bienvenida seas.

[Ramón Castro Méndez]

Simplemente delicioso, cuánta belleza concentrada en tan pocos versos. Todo un placer de lectura en esta mañana gris, que anuncia lluvia.
Felicidades.

Un afectuoso abrazo.

[Pilar Morte]

Es una delicia saborear versos tan delicados y hermosos. Un verdadero placer.
Un abrazo y salud

[Gabriel Capó Vidal]

Bello e inquietante, como esa necesidad, del cerebro por leer algo tan inteligente como tu poema.

. Un beso.

[enrique sanmol]

Me dejó con ganas de más, Gia. Me hubiera gustado, tal vez, disolver tus brillantes metáforas en la mirada ausente de la autora observando el verde de las campiñas y los salones que tanto supo recrear Austen.

Un placer la lectura. Un cordial saludo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Magnífico, amiga Gia, con un lenguaje poético superior en la inteligencia y en la sugestión poética.

Todo un placer de lectura.


Bicos.

[Carmela Viñas]

Plenitud de armonía en estos preciosos versos, Gia.
Un placer leer tu obra.
Abrazos.

[Alejandro Costa]

Me ha encantado.

Precioso y las metáforas perfectas.

Besos.

[Gia Nuage]

.

Hermoso y pleno de aciertos, Gia.
Bienvenida seas.

Muchas gracias por tus cálidos comentarios y por pasar a leer! Un abrazo!

[Ramón Carballal]

Es un poema precioso y de una sensibilidad exquisita. Un gran homenaje a Jane Austen. Abrazos.

[Julio Gonzalez Alonso]

Es un bello poema, pintado con la delicadeza del pincel fino de la poesía. Seas bienvenida y bienvenidos tus versos. Salud.

[Francisco Lobo]

Versos que acarician, de terciopelo, bellos versos. Sé bienvenida. Un saludo.

[Raul Muñoz]

Tanto en tan poco. Buen perfume en las manos. Soltura y gracia destila tu pluma, Gia. Gracias por compartir.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Siempre traías las manos frías:

te parecías tanto
a la palabra que trae los domingos,
o al quejido de la puerta
con la ventisca de los sábados

eras similar, incluso,
a la cal que desprenden los muros,
a esa urgencia de tacto
que a veces padecen las estatuas

la soledad
no se cansa de arañar los ojos,
y en este cuarto
tus manos son astillas.

Gran poder sugestivo en este poema rebosante de aciertos poéticos. Te felicito, Gia.