Editorial Alaire

Se refugia en mi pecho la blanca paloma
que agita penosamente sus alas abatidas
tratando en vano de remontar el vuelo.

En silencio escucho el ruido emplumado
de una vieja herida, agitándose con violencia
entre mis manos desnudas y abandonadas.

Vuelan en ligero susurro las palabras de amor
cuando miro desde el rincón de mi soledad
la tierna blancura que me llena de emoción.

Mi vista cansada recorre su inocente mirada
y sus hermosos destellos se me antojan sonajeros
que anuncian continuas partidas, besos y caricias.

Emprendo con ilusión un vuelo raso de largo alcance,
tengo entre mis manos lo más tierno e indefenso,
la paz que necesito para andar con paso firme y ligero.

La acurruco en mi pecho y beso sus alas destrozadas:
ella siempre me acompaña aliviando pesares
de un lastimado vuelo hacia el fondo de la entraña.

De momento te subo este poema que me parece digno de comentar extensa y profundamente, estimado amigo Raúl.
Sigues con las musas de tu parte y me alegro mucho de ello.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Rafael, amigo. Me alegro de que te guste.

Un abrazo.

Precioso y sentido poema que, aún en su parte triste, deja una sensación de paz. Me ha gustado mucho el poema.
Abrazos y salud

Muy hermosos tus versos, Raúl.
Encuentro un símil entre la paloma herida y las heridas de tu interior. Destaco estos versos de gran expresividad lírica:

"En silencio escucho el ruido emplumado
de una vieja herida, agitándose con violencia
entre mis manos desnudas y abandonadas."

Un placer leer tu bella obra, compañero.
Abrazos.

Un canto a la fe, a la esperanza que anida en el pecho.
Me gusta mucho el lenguaje querido amigo, las estrofas cuidadas que secuencian el recorrido.
Un abrazo fuerte, un placer leerte

Buen poema, Raúl, en el que das rienda suelta a tu fervor religioso. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Muy buen poema, Raúl, hay en todo él una ternura infinita.

Mi aplauso.

Un abrazo.

Gracias, Pilar, muy amable. Me alegro de que te haya gustado el poema.

Un abrazo.

Gracias, Carmela, por detenerte en esta vieja herida enterrada. Sí, tiene mucho de mi infancia esa paloma herida.

Un abrazo.

Gracias Ventura, por tu generoso comentario y apreciaciones. La fe trata de abrirse paso en el poema, amigo.

Un abrazo.

Hay mucha ternura en este bello poema que he disfrutado. Un abrazo, Raúl.

Gracias, Enrique, me alegra que te haya gustado el poema.

Un abrazo.

Gracias, Ramón, por tu generosidad.

Un abrazo.

Gracias, Ramón Carballal, me alegro de que lo hayas disfrutado.

Un abrazo.