siempre a cuestas con la vida.
La palabra,
de sencilla,
se me enhebra paralela,
reconozco la escritura de la acera,
el escozor del bolsillo
el amor de primavera,
mas
no olvido,
soy otoño
y aun así cuento que no caducan mis hojas.
Y ¿sabes?
Amo la piedra primera, el nido de las cigüeñas
mi pluma bebe tinteros en risas,
aromas de madreselvas
escribo para las almas sencillas,
aquellas que aun conservan la candidez de la espera.
Sí,
busco la letra pequeña,
esa que se lee sin lupa.
¿Y ves que suerte la mía?
La letra pequeña,
la vida y yo en paralelo
la piedra… de tan chiquita
arena.
Somos un triunvirato en pos de la libertad.

( Tengo la suerte a borbotones, la recojo, la hago mía, me la bebo y me la vivo. Eso sí, o te pones la sonrisa cada día, o te quedas sin suerte y sin sonrisa. Se siente, pero así es)