Atención. Palabras en huelga

[Ignacio Mincholed]

Gracias a ti, Alejandro.
No veo motivo alguno por el que puedan molestar tus palabras, al contrario.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Muy oportuno y acertado, Ignacio. Vivimos en la sociedad del ruido y consumimos de manera compulsiva el tiempo vacío... y en ese tiempo no hay palabras, solamente gestos grotescos para llamar la atención y disfrutar del efímero minuto de gloria. Me ha gustado tu artículo; creo que debería ser publicado en la revista Alaire. Salud.

Julio, cierto lo que comentas; falta tiempo, sobra tiempo... a veces, con el que sobra no sabemos bien qué hacer.

Gracias por tus consideraciones.

Un abrazo.
ignacio

[Ignacio Mincholed]

Me ha parecido muy lúcido tu pensamiento acerca del cuidado responsable en la creación poética , Ignacio. Un texto -ensayo coherente, explícito y reflexivo.

Mueve a mirar nuestro decir poético para ser autocríticos con nuestras obras. Más vale detenerse y tomarse el tiempo hasta pulir todas las aristas de expresión, que escribir a un ritmo ligero, donde el desvelo no está presente ni tampoco brilla el concepto estético.

Gracias por tu gran aporte a Alaire que nos sirve a todos.
Un abrazo.

Gracias por la nota, Carmela.
Así es, resulta conveniente templar los pasos.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Hola Ignacio,
Me ha parecido muy oportuno e interesante tu texto.
Es reflexivo pero con una nota de gracia.
El comienzo es genial, como el comienzo de una obra de teatro.
¿Las palabras están de huelga?
Puede ser que algunas si, pero algunas para nada.
Yo nunca podría escribir algo que no sienta, imposible, otra cosa es que la forma
y las palabras utilizadas salgan a pasear de forma errónea.
Es mejor poseer palabras que solamente desearlas.
Es verdad que nuestra sociedad ha hecho un largo viaje, en todo relativo a la expresión.
Pasamos de la oración sólida y con reglas,
al pensamiento líquido,
para acabar llegando a un lugar totalmente etéreo.
Bueno darte las gracias por este debate que has logrado crear.
Un abrazo

Carmen, gracias a ti; entre todos se completa más el asunto.
Te agradezco tus consideraciones.

Un abrazo.
Ignacio

[Marisa Peral]

Felicidades, Ignacio, por este "tratado magnífico sobre Palabrería hueca"

Llevo mucho tiempo sin escribir y leyéndote te doy toda la razón.
Mis últimos poemas eran repetitivos y llegó un momento que sentía que os estaba dando una paliza con mi pena.
Por eso, es mejor no escribir que llenar folios de palabras inconexas y sin sentido.

Un fuerte abrazo y cuídate.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Ignacio, celebro una vez más estas magníficas reflexiones sobre la poesía y el arte en general que nos regalas de vez en cuando, y que yo no quiero interpretarlos en el sentido avieso o en el sarcasmo de levantar y señalar los defectos y miserias en que caemos, o podemos caer, los poetas en el ejercicio de nuestro noble arte. Más bien me parece que tu intención es pedagógica y preventiva en el sentido de avisar y despertar en el autor ese sentido autocrítico que en todo momento debe estar ahí, para huir, como en el caso que nos ocupa, de esa palabrería vacía y embarullada, sin consistencia interna y con mucho fuego de artificio, y al que yo también añadiría el de la utilización de los lugares comunes a los que recurrimos tanto en mucha de nuestra poesía, no me refiero a los eternos "lugares" de la poesía: amor, sociedad, paso del tiempo, angustia existencial, etc…, sino a la forma en como abordarlos. Cada vez que escribimos un verso debemos intentar —en la medida de lo posible, el tema es secundario— que sea nuestra voz la que se escucha y además debe de hacerlo de manera "moderna" en el sentido de la novedad, o sea nuestra subjetividad creativa sobre un determinada faceta de la realidad o de la imaginación.
Esta perspectiva de honestidad es la que debemos perseguir en nuestra actividad como poetas.

Eso.. todo un placer de lectura, amigo Ignacio.
Y ya sabes, esperando por la siguiente.

Un fuerte abrazo.

[Ignacio Mincholed]

Marisa, me alegra leerte de nuevo. Espero que tu ánimo esté fortalecido.

Gracias por la nota y un fuerte abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Ignacio, celebro una vez más estas magníficas reflexiones sobre la poesía y el arte en general que nos regalas de vez en cuando, y que yo no quiero interpretarlos en el sentido avieso o en el sarcasmo de levantar y señalar los defectos y miserias en que caemos, o podemos caer, los poetas en el ejercicio de nuestro noble arte. Más bien me parece que tu intención es pedagógica y preventiva en el sentido de avisar y despertar en el autor ese sentido autocrítico que en todo momento debe estar ahí, para huir, como en el caso que nos ocupa, de esa palabrería vacía y embarullada, sin consistencia interna y con mucho fuego de artificio, y al que yo también añadiría el de la utilización de los lugares comunes a los que recurrimos tanto en mucha de nuestra poesía, no me refiero a los eternos "lugares" de la poesía: amor, sociedad, paso del tiempo, angustia existencial, etc…, sino a la forma en como abordarlos. Cada vez que escribimos un verso debemos intentar —en la medida de lo posible, el tema es secundario— que sea nuestra voz la que se escucha y además debe de hacerlo de manera "moderna" en el sentido de la novedad, o sea nuestra subjetividad creativa sobre un determinada faceta de la realidad o de la imaginación.
Esta perspectiva de honestidad es la que debemos perseguir en nuestra actividad como poetas.

Eso.. todo un placer de lectura, amigo Ignacio.
Y ya sabes, esperando por la siguiente.

Un fuerte abrazo.

J.J., agradezco mucho el modo en que has perfilado mi intención en este escrito, así como tu aportación. Algo conoces en cuanto a mis intenciones en esto de la cosa poética. Nada más lejos de mi voluntad que ir metiendo dedos en los ojos; al contrario, mi intención no es otra que la de favorecer nuestras miradas para que sean los más claras posibles; una alerta que me aplico a mí en primer lugar, y creo que a todos nos beneficia al estar atentos a todo lo que muy bien dices sobre, a fin de cuentas, «nuestra subjetividad creativa», sustentada por la honestidad, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes amablemente nos leen.

El sentido del humor también nos ayuda a no caer en dramatismos que siempre es mejor evitar.

Un fuerte abrazo.
Ignacio

[F. Enrique]

Eres muy bueno, Ignacio. Genial en muchos ratos. Es un honor tenerte entre nosotros.

Un abrazo. Feliz Navidad.