Editorial Alaire

A la muerte de mi madre

La sombra me desliza por abismos
en aceras de hielo.
Una fisura errante se desplaza
por las calles de amianto.
Experimento el hueco de la ausencia
en edificios grises, sin heridas.
El vacío me lleva por crepúsculos
en plazas abisales y desiertas.
La tristeza se cierne sobre mí
en los parques atávicos del tiempo.
Un agujero negro es mi destino
por avenidas suaves, cubiertas por la lluvia.
El frio subrepticio de una ciudad sin luz
deambula en la penumbra de la noche.


Ana Muela Sopeña

Hay mucha nostalgia y amor en estos versos cálidos y hermosos. Me alegra leerte.
Abrazos y felicidad.

De los mejores poemas tuyos que he leído en mucho tiempo, Ana. Expresas el dolor y el abatimiento de una manera profunda, cargada de belleza. Un gran poema que será, justamente, muy apreciado.

Un abrazo.

Muy bello y muy sentido tu poema,querida Ana. Las imágenes están muy logradas y se percibe claramente el dolor de la ausencia que no cesa.
Un fuerte abrazo.

Conmovedor y emocionante el poema que dedicas a tu madre. Me encantó leerlo. Abrazos.

Las cuentas con una madre no se saldan nunca, pero estos versos transidos de sincera emoción ayudan a curar la herida de la pérdida. Un abrazo, Ana. Salud.

Cuanta vida vertida en estos versos Ana, querida amiga. Se bien cuanto la cuidaste y también por ello, siento el poema y su tránsito quieto, y no por ello menos bello.
Desde mis mas profundas condolencias y mi amistad que tienes, te envío un enorme abrazo

Gracias, Pilar, por brindarme tus palabras.

Un beso grande
Ana

Agradezco mucho tus palabras, F. Enrique.

Un beso grande
Ana

Un poema excelente, Ana. Nos haces sentir el hielo del vacío que provoca la ausencia. En momentos así es necesario que salgan a la luz todas esas emociones para cerrar heridas.

Un fuerte abrazo.

"Ana Muela Sopeña"
A la muerte de mi madre

La sombra me desliza por abismos
en aceras de hielo.
Una fisura errante se desplaza
por las calles de amianto.
Experimento el hueco de la ausencia
en edificios grises, sin heridas.
El vacío me lleva por crepúsculos
en plazas abisales y desiertas.
La tristeza se cierne sobre mí
en los parques atávicos del tiempo.
Un agujero negro es mi destino
por avenidas suaves, cubiertas por la lluvia.
El frio subrepticio de una ciudad sin luz
deambula en la penumbra de la noche.


Ana Muela Sopeña


Querida compañera, Ana Muela. Llevo la pluma al momento exacto del dolor, donde siento las emotivas palabras que componen tus versos. Es necesario que nos figuremos, dolorosamente, las personalidades ajenas, sus penas y alegrías. Quién cree en lo obervado en tu excelente poema, se detiene. El hombre o mujer, existentes, componenen y demuestran en exclusiva-inerte en sí misma-,como una piedra sangrante en tu corazón. Sin duda algua, Ana, sabes lo que sientes y sabes lo que dices.

Desde la soledad de mi isla, un cordial anrazo.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, Carmela, por acercarte a estos versos.

Un beso grande
Ana

Emociona y conmueve este precioso poema, Ana. Mis felicitaciones. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Gracias, Ramón, por venir:

Un beso
Ana

Así es, Julio, como tú dices:

Un beso enorme
Ana