Editorial Alaire

Rasa brizna del cristal,
con tres hoces afilado,
alzándose majestuoso:
alimento
en descomposición,
en descomposición
de sombra, y luz
tañendo campana.

Pe cha


mo lie re.


Pan, aceite y vino de luna
-pendiente de pijama-.

Caen los últimos cuadros,
en la noche de tres metros,
acecha el visitante.

Sombrero de sol plano.

Arriba con la última propuesta del amigo Raul Muñoz.

Muchas gracias por el apoyo a mis creaciones, Rafael, amigo.

Un abrazo.

Una gota surrealista. Como una adivinanza, amigo.
Tiene mucho de esa irracionalidad poética de la que nos habla Bousoño.
Abrazos.

Tiene ritmo tu poema, Raúl, se lee con agrado. Me ha gustado.

Un abrazo.

Sorprendente poema, original en su fondo y forma. Abrazos.

Gracias Ulises. Muy amable y agudo en tu apreciación.

Un abrazo.

Gracias, Enrique, me alegro de que te guste el poema.

Un abrazo.

Brilla la originalidad y la soltura de tu pensamiento en este poema,Raúl.
Es distinto a tu estilo, y eso es muy enriquecedor. Abres nuevos caminos, buscas la unidad en lo fragmentado de la vida.

Abrazos.

Con la cara cortada vengo (naranjos, espinas y una cara que arriesgar). Con gorra protectora para los golpes y ansias de poesía.
Me gustó la propuesta, el poema.
Un saludote, compañero, a la hora de comer entre naranjos.

Me he ido formalmente al haiku, a ese minimalismo que, muchas veces, es más. Realmente original con esos versos quebrados. Un placer de lectura, Raúl.

Un abrazo.

Esta vez me has sorprendido. Es como si hubieses menguado en edad e incrementado en poder creativo. Apuesto por esto último: me encantó la jovialidad que desprende este poema. No me queda más que aplaudir. Un abrazo

Raúl, cada vez que leo tu poema encuentro un algo nuevo, ya desde el propio sentido de frescura en el discurso me gusta. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Gracias, Carmela. Muy amable en tu acertada apreciación. La unidad en lo múltiple. Quería reflejar eso mismo, acercándome más al momento justo en que irrumpe la palabra.

Un abrazo.

Y uno se alegra de que vengas, del trabajo austero de la tierra, a este poema, que quiere ser como un rastrillo que escarba. Muy generoso en tu lectura, Alonso, gracias.

Un abrazo.