No dejes que me duerma
Publicado: Jue, 14 Sep 2023 23:43
Conduce mi alma.
— Hoy será un día especial. Déjate llevar, te mostraré diferentes caminos hasta dar con el lugar donde haremos acampada . Nos esperan las constelaciones. Y alguien más.
— Estoy lista.
— Pasaremos ahora por aquel pueblo fantasma. Dicen que nunca le han abierto la puerta al Ángel. Y eso que Él nunca cesa en sus intentos de charlar con alguien, de estar con todos. Infinita paciencia en esa espera, infinito amor que no ven y hasta desprecian. Estuvieron con la Luz, o al menos eso dicen, pero les da miedo. Por eso huyen y la detestan. Se alejan, la critican, no le dan la ocasión de conocerla. Y todo lo que tenga que ver con el Ángel les produce náuseas. No entraremos. A nosotros tampoco nos quieren.
— Lo que digas y decidas, está bien para mí.
— De camino, queda otro pueblo más ruidoso. Son los eternos dormidos. No se enteran de nada porque nada les interesa, más que el puro disfrute de las cosas. No ven más allá, no saben que al vivir hay que darle un sentido trascendente. ¡Si al menos se interesaran por la filosofía...! Charlar con ellos es bostezar de aburrimiento. Pero el Ángel los visita, como a todas las comarcas y pueblos de este mundo. Él espera a que despierten.
— Conozco la presencia del Ángel...
—¡Pues, claro que sí! Va con nosotros en este viaje. Es más, me susurra lo que te voy contando y Él elegirá el lugar para acampar. Sabe que le amas y está feliz de meditar contigo.
—¡Gracias, alma mía por llevarme a Él! Y cuando el Ángel hable sobre aquel día en Getsemaní y nos revele lo que fue su agonía previa a la Cruz, no dejes que me duerma. ¡ Quiero abrazarle! Porque, estando Él allí, en un segundo divino vio toda la crueldad del mundo: pasada, presente y futura. Nadie podría soportar esa terrible visión que desgarró su Corazón. ¡Todas las iniquidades humanas, juntas! Escalofriante, pavoroso.Y luego cargó el madero a cuestas, por Amor. Y dio la Vida, para darnos vida, ya que vivíamos en la muerte.
Alma niña : ¡qué maravilloso sería que el mundo entero acampara también esta noche y lo viera, para renacer con Él desde el amor!
— Hoy será un día especial. Déjate llevar, te mostraré diferentes caminos hasta dar con el lugar donde haremos acampada . Nos esperan las constelaciones. Y alguien más.
— Estoy lista.
— Pasaremos ahora por aquel pueblo fantasma. Dicen que nunca le han abierto la puerta al Ángel. Y eso que Él nunca cesa en sus intentos de charlar con alguien, de estar con todos. Infinita paciencia en esa espera, infinito amor que no ven y hasta desprecian. Estuvieron con la Luz, o al menos eso dicen, pero les da miedo. Por eso huyen y la detestan. Se alejan, la critican, no le dan la ocasión de conocerla. Y todo lo que tenga que ver con el Ángel les produce náuseas. No entraremos. A nosotros tampoco nos quieren.
— Lo que digas y decidas, está bien para mí.
— De camino, queda otro pueblo más ruidoso. Son los eternos dormidos. No se enteran de nada porque nada les interesa, más que el puro disfrute de las cosas. No ven más allá, no saben que al vivir hay que darle un sentido trascendente. ¡Si al menos se interesaran por la filosofía...! Charlar con ellos es bostezar de aburrimiento. Pero el Ángel los visita, como a todas las comarcas y pueblos de este mundo. Él espera a que despierten.
— Conozco la presencia del Ángel...
—¡Pues, claro que sí! Va con nosotros en este viaje. Es más, me susurra lo que te voy contando y Él elegirá el lugar para acampar. Sabe que le amas y está feliz de meditar contigo.
—¡Gracias, alma mía por llevarme a Él! Y cuando el Ángel hable sobre aquel día en Getsemaní y nos revele lo que fue su agonía previa a la Cruz, no dejes que me duerma. ¡ Quiero abrazarle! Porque, estando Él allí, en un segundo divino vio toda la crueldad del mundo: pasada, presente y futura. Nadie podría soportar esa terrible visión que desgarró su Corazón. ¡Todas las iniquidades humanas, juntas! Escalofriante, pavoroso.Y luego cargó el madero a cuestas, por Amor. Y dio la Vida, para darnos vida, ya que vivíamos en la muerte.
Alma niña : ¡qué maravilloso sería que el mundo entero acampara también esta noche y lo viera, para renacer con Él desde el amor!