Editorial Alaire

A trasluz me seduce la muñeca afilada
que pespunta la infancia,
mientras asoma el piélago estrecho de tus ingles,
y las pelusas ruedan como sudor acrílico,
los huesos en cadena del viejo mono-ciclo
y el lunes de los sábados bisiestos,
y el clímax de los signos del zodiaco
nos cambian la figura,
inician el albur de la tinta,
donde antes solo había apocatástasis.

Yo Soy el hijo de la mujer estéril. Esto no lo dijo Orígenes. Suele ser una forma de interpretación con resonancias biblicas, para señalar la ilusión, la "lila" o el juego de la creación y la manifestación innumerable de las formas.

Me gusta mucho el poema en su acierto poético para desentrañar los fascinantes entresijos de la creación. Mi enhorabuena Ricardo.

Gracias por compartir.

Un abrazo.

Y sigues, y sigues.

Sinceramente te comento que en cada nuevo escrito te leo, se nota una gran mejoría, más calidad en tus versos
y metáforas mejor construidas.

Este me parece un ejemplo de ello. Es bueno.

Un abrazo.

El retorno a la infancia, el descubrimiento erótico, el deslumbramiento amoroso, la creación artística... Un cúmulo de experiencias cumbre que dan paso a lo creador...


Muy buen poema, Ricardo... hace pensar.
Y las imágenes poéticas son muy originales...

Felicitaciones
Un beso
Ana

Las etapas del ser en un lenguaje poético que invita a descifrar, a indagar en las profundidades de tu pensamiento, Ricardo.
El final es muy original, puesto que se eleva el pensar a lo trascendente .
Me ha gustado mucho tu obra.
Abrazos.

Un poema evocador y etéreo. Hecho de intangibles. Me gustó.

Gracias por compartirlo.

Un abrazo