El castillo de las ilusiones
Publicado: Dom, 13 Ago 2023 2:23
Es deseo, necesidad, obsesión.
Es fuego, incendio,
donde las brasas alimentan
la fuerza aterrada de la mente,
la flor de tallo rugoso
y la polinización de las abejas desnutridas.
Y me canso,
con ese agotamiento irradiante
donde el óxido gotea como sangre activada,
con el enojo de una tormenta sin apenas réplica
y una cadena con grilletes de esclavo.
El hoy no se acuerda del ayer,
no sabe cómo dar el paso al mañana,
ni el día amanece bajo un manto de rocío,
ni éste es capaz de atraer
la refulgente fuerza de un sol dormido.
El mar duerme oscuro y enredado,
es como un nudo sin fijar,
que se desata ante la marea
cuando se adorna con el abrazo de las olas.
Ahora,
tras el desarrollo inconsciente de mi mente enfermiza,
tomo un papel arrugado,
disecado y con hambre de tinta,
y te escribo estas letras,
con los huesos en constante deterioro,
el corazón desnutrido de felicidad,
agrietado de dolor
y atormentado en el campo de los sueños.
Me dejaste solo ante la vorágine
de una vida llena de esperanza,
sueños y fantasía.
Me obligaste a cerrar la puerta
del castillo de las ilusiones,
llenaste de oscuridad el jardín de nuestro futuro,
se marchitó cualquier atisbo de vida
para sucumbir ante la verde esperanza,
mientras un profundo color negro
encerraba los fantasmas,
compañeros leales del resto de mis días.
Y me regalaste un sendero sin fe,
una vida sin existencia,
y un discurso sin nadie para escuchar.
Ahora,
tan solo duermo en el país de las pesadillas,
en el mundo de los desamparados
y en la tortura que me invade la vida.
Pero, no te preocupes,
la puerta se abre sin avisar y sin saber cuándo,
pero se cierra inexorablemente para todos.
Así que,
ahí nos volveremos a encontrar.
Entre tinieblas,
silencios, fantasías arruinadas
y un castillo de ilusiones
destruido como una simple estructura de naipes.
Es fuego, incendio,
donde las brasas alimentan
la fuerza aterrada de la mente,
la flor de tallo rugoso
y la polinización de las abejas desnutridas.
Y me canso,
con ese agotamiento irradiante
donde el óxido gotea como sangre activada,
con el enojo de una tormenta sin apenas réplica
y una cadena con grilletes de esclavo.
El hoy no se acuerda del ayer,
no sabe cómo dar el paso al mañana,
ni el día amanece bajo un manto de rocío,
ni éste es capaz de atraer
la refulgente fuerza de un sol dormido.
El mar duerme oscuro y enredado,
es como un nudo sin fijar,
que se desata ante la marea
cuando se adorna con el abrazo de las olas.
Ahora,
tras el desarrollo inconsciente de mi mente enfermiza,
tomo un papel arrugado,
disecado y con hambre de tinta,
y te escribo estas letras,
con los huesos en constante deterioro,
el corazón desnutrido de felicidad,
agrietado de dolor
y atormentado en el campo de los sueños.
Me dejaste solo ante la vorágine
de una vida llena de esperanza,
sueños y fantasía.
Me obligaste a cerrar la puerta
del castillo de las ilusiones,
llenaste de oscuridad el jardín de nuestro futuro,
se marchitó cualquier atisbo de vida
para sucumbir ante la verde esperanza,
mientras un profundo color negro
encerraba los fantasmas,
compañeros leales del resto de mis días.
Y me regalaste un sendero sin fe,
una vida sin existencia,
y un discurso sin nadie para escuchar.
Ahora,
tan solo duermo en el país de las pesadillas,
en el mundo de los desamparados
y en la tortura que me invade la vida.
Pero, no te preocupes,
la puerta se abre sin avisar y sin saber cuándo,
pero se cierra inexorablemente para todos.
Así que,
ahí nos volveremos a encontrar.
Entre tinieblas,
silencios, fantasías arruinadas
y un castillo de ilusiones
destruido como una simple estructura de naipes.