Editorial Alaire

Me preguntaste porqué era imposible
ganarme en cualquier juego.
Era de noche en mis fosas nasales,
tú ibas supervestida y el pecho me dolía
debajo de la cami
que llevaba puesta desde hacía un par de días.
Cuando por fin me dormí
habían pasado dos soles más sobre mi cabeza hueca
sin que fuera capaz de responderte.

Cuando me despertó la tormenta
me caí del sueño
y solo cuando ya te habías ido del todo
dejándome desnudo en el arcén,
encontré el refrán de mi abuela en los bolsillos

Afortunado en el juego ...
Aunque en tu poema pareces más ese hombre que apostó al rojo y salió el negro, como en aquel anuncio de VW.
Lleno de imágenes tu poema, amigo.
Saludos.

Me gusta por el misterio que envuelve al poema, es muy versátil. Llega y escarba dentro de uno. Mi enhorabuena, Alex. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Un final acertado para un original poema. Me gustó leerte.
Un abrazo y salud.

Es muy bueno tu poema, Álex. Te deja pensando. El final es muy gráfico.

Felicitaciones
Un abrazo
Ana

Gracias por tu comentario Ulises. Me alegro que disfrutaras el poema. En mi caso seguro que habría caído en mi apuesta, porque en el amor no doy pie con bola.

Un abrazo

Me alegra que encuentres esos matices Raul. Gracias por tu comentario.

Un abrazo

Gracias por tu comentario Pilar. Me alegro que el poema fuera de tu gusto.

Un abrazo

Gracias por dejar tu comentario, Ana. Me alegro disfrutaras la lectura.

Un abrazo

He venido a buscar esta serie de Suertes #, que no he seguido y lo siento.
Por eso empiezo por el principio y me gusta, Àlex.

Un abrazo.

Gracias por tu comentario Marisa. Me alegro que sigas la serie.

Un abrazo

Un poema diferente, arriesgado, sin respuesta lúcida cuando el sueño se cobra las ganancias y la suerte (no nosotros) gana la partida.
Me gustó, refrán y partida incluidas.
Un saludote, Alex.