Editorial Alaire

Llegó la temporada para quedarse
del oropel y del fruto presuntamente mágico
-¿seguirá siendo verde por fuera
y rojo por dentro?-
como un manantial desbocado
que estalla en un descorazonador universo
de inquietantes sabores
y texturas en las bocas sedientas de falsas lunas
reflejadas en charcos de sudores alcohólicos
procedentes del penúltimo carnaval
donde la desmedida sonrisa blanca
se dio un melifluo baño de masas arcoíris
asesinando por enésima vez a Carlos Marx
pero repartiendo amor mucho amor tanto amor
que la rosa de los vientos ha perdido el oeste

Con el ruido que azota y despelleja
de los huracanes se han colado también
los frutos secos y amargos de los iracundos
se les reconoce enseguida
porque les gusta la cúspide dorada de la pirámide
son amigos de los ajeno
tienen la piel coriácea de los escorpiones
el gesto descompuesto
violento el ademán
y al carecer de razón chillan mucho
mojan su pluma en bilis y su verbo
es calumnioso y embustero
aunque rotundo y airado como un alfanje
descabezando enemigos

Mientras tanto
van aumentando las esquelas ensangrentadas
con nombres de mujer que a nadie ya interesan.

Muy bueno, Francesch, en su mensaje y las imágenes que utilizas. Vivimos tiempos de desolación en este paisaje que has retratado. El final me parece tan lapidario como la realidad misma. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Un paisaje que inunda de ansiedad la mente. Hay que ser optimista para no desfallecer con la actual situación, pero no queda más remedio que seguir. Buenas imágenes.
Abrazos y salud.

Una crítica social fabulosa. Los idearios están descompuestos. Se traducen en "amor a lo ajeno". Corrupción, lucro...

Felicidades por tanta lucidez...

Un abrazo
Ana

Es un buen poema y como tal me ha gustado.

Un comentario. Deberías utilizar los signos de puntuación, ayudan al lector a una lectura ágil con las pausas necesarias y es más amena la lectura.

Un abrazo.