«Poemarios que no dan la talla»

[Rafel Calle]

Queridos amigos:
Lo primero dar las gracias a Ignacio por traer a colación un asunto tan delicado como la falta de calidad en los trabajos que sus autores denominan (en muchas ocasiones no sin falta de arrojo) poemas.

A mí la opinión de los jurados de los premios literarios, en general, me importa un pito. Hablando del caso que comenta Ignacio, si siempre me parece poco pertinente declarar desierto un premio de poesía, cuando se trata de poesía joven, me parece mucho peor.
“Ninguno de los poemarios presentados ha alcanzado la relevancia exigible a una obra que ha de distinguirse por su nivel de excelencia”, ¡jolines!, sin duda esta declaración tiene mucha miga. El jurado viene a decir que, si las obras no alcanzan un nivel de altísima calidad, se tienen que descartar. Haría bien el susodicho jurado en aplicarse, a sí mismos, el cuento y no me refiero a las obras que escribieron de jóvenes, sino a las que puedan escribir en la actualidad…

¿Qué habría sido de cualquier autor en sus comienzos, si no hubiera torturado a sus lectores? Escribe y no te preocupes mucho de las opiniones de los viejos tacañones de la palabra. Son autores viejos y tacaños, pero la poesía se debe nutrir de autores jóvenes y generosos, o eso creo, estimados compañeros. Ilusión por escribir, mucha ilusión, lo demás vendrá si tiene que venir… Claro que los escritores deben prepararse (leer, estudiar, reflexionar…), pero es muy importante que no caigan en la tentación de querer escribir una obra maestra tras otra, porque ello no es posible para la inmensa mayoría de mortales, así que, si caen en dicha tentación acabarán por no escribir nada de nada. Y la obligación del escritor no es otra que escribir.

Feliz verano y un fuerte abrazo para todos.