Editorial Alaire

Yo hice un licor dulce
para calmar la sed,
geles gratificantes
que acariciaban la piel.

Los principados, agradecidos,
no esperaban la salida abrupta
del furúnculo por su piel roja.

Ya no era azul su sangre
y yo no quise engañar
a ningún príncipe, ni princesa,
tampoco quise derribar la monarquía;
es sólo que amaba la pobreza:
su tierna leche haciendo estragos,
sus perfumes torturados en manos
de asesinos esbeltos en su odio,
las factorías de ojos tristes, ríos
muy muy gamberros, y saltimbanquis
que traían malas noticias -de nuevo
la cárcel o la temible sobredosis-.

Sí yo hice un nudo de alondras
en las gargantas más temibles:
las que no quieren beber la hiel
del amor: esa esencia podrida
que quema, mientras legisla

la pobreza.

La defensa de los más débiles nace de corazones buenos. Es un poema de mucha contundencia y verdad, Raúl.Me gustaron tus metáforas.
Un placer leer tu obra.
Abrazos.

La pobreza es la señal más evidente de la desigualdad; mientras haya ricos la injusticia en la redistribución de la riqueza está servida. Tras la pobreza hacen su aparición el fantasma del hambre y las enfermedades. Todo ello, unido a las guerras, conforma lo peor de nuestras sociedades y el desafío de las generaciones futuras. La justicia social y la solidaridad serán los valores y armas para superar este fracaso histórico. Un abrazo, Raúl. Salud.

Qué bien está recordar y acordarse de la injusticia tan grande que es la pobreza y el hambre. Mostrarlo, como tú, es necesario. Un placer leerte.
Abrazos y salud

Amar la pobreza es abrazar al desprotegido, ignorar el llamado de los excesos que te dan los lujos desmedidos y que lo has descrito perfectamente en tu poema Pilar. Siempre es un gozo deleitarme de tus letras que pasean por mis ojos como una caricia del alma.

Te saludo con mucho afecto y te felicito de nueva cuenta por tu excelente poema

Saludos

Javier

Gracias Carmela, me alegro que te haya gustado. La pobreza tiene un lenguaje propio, que el poder suele rechazar porque incomoda. Es la "hereje" como, si no recuerdo mal, dice Quevedo en un poema.

Un abrazo.

Gracias Julio, amigo, por detenerte y comentar el poema. Así es, la humanidad es todo un desafío en sí misma.

Un abrazo.

Gracias Pilar. Un placer compartir contigo. La pobreza hace estragos en los barrios obreros, donde la gente trata de sobrevivir, siempre ha sido así. Aun lo peor es la miseria cultural que conlleva, la alienación. Así el lenguaje resultante es propicio para todo lo que sea revolucionario, por eso engrandece, según lo veo yo, el arte y la poesía. Siempre que salga de las entrañas y herrumbre que la oscuridad de los ricos siembra. Un buen ejemplo de esa poesía es la del maestro A. Gamoneda, que surge de las márgenes y los extrarradios.

Un abrazo.

Gracias Javier por tu valiosa aportación al poema. También refiere a la pobreza de espíritu; la otra cara de la moneda.

Un abrazo.