Editorial Alaire

¡Ay! la razón atrapada en el espejo

¡Ay! la razón caminando
con paso firme y seguro
por un sendero "ilustrado"
que destella mucha luz, poco color,
atrapada en blanco y negro,
envuelta en "luces" lejanas.

Siguiendo una línea recta,
no admite contradicción,
busca con insistencia
la esencia de su verdad.

Al mirarse en un espejo,
su imagen le ha delatado,
matizando su visión
con colores degradada.

En la parte superior, la imagen
diáfana, límpida, y clara
destella las emociones
de alegrías añoradas.

Siguiendo en la observación,
encontramos una imagen anaranjada,
igual era por el sol
que todo lo transformaba.

Ya mirando hacia la parte final,
el espejo no es de plata,
tampoco es anaranjado,
ya no destella una luz,
solo refleja una imagen
que con tanto uso y abuso,
se despliega oxidada.

Se tiñó el raciocinio,
se olvidó la ilustración,
todas las líneas rectas
van sembrando confusión.

Al final, ¡vaya novedad!,
la esencia de “la razón”,
añoraba las “luces” de la emoción.

Pues, tras tanto poma en verso libre es de agradecer la rima. Dicen que los espejos no mienten. Encantado de ser el primero en leer tu trabajo.

Se tiñó el raciocinio,
se olvidó la ilustración,
todas las líneas rectas
van sembrando confusión.

Al final, ¡vaya novedad!,
el hombre de “la razón”,
añoraba las “luces” de la emoción.

Un abrazo.

Muy original y bello tu poema, Carmen.
El espejo le mostró sus carencias. Una invitación a la expansión de su ser.
Un placer leer tu obra.
Abrazos.

Hola Francisco.
Gracias, precisamente, por ser el primeron en comentarlo y además me gusta tu comentario.
Un abrazo.

Hola Carmela.
Muchas gracias por tu comentario y sobre todo por leerme.
Un abrazo

El siglo de la Ilustración. El triunfo de la razón, también dio paso a la racionalización de genocidios, como los campos de concentración. Invita a pensar el poema. A ir más allá de una imagen o una idea.

Me gustó Carmen. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Si no unimos razón y sentimientos estamos inacabados. Tú lo expresas muy bien con el símbolo del espejo.
Me gustó leerte.
Abrazos y felicidad.

Hola Raúl,

Tienes toda la razón, a veces, la razón engendra monstruos.
Debe ser utilizada en su justa media y siempre bajo principios éticos y morales.
Gracias por tus comentarios y un abrazo.

Hola Pilar,
Efectivamente, el edificio se tambaleará si no tiene una base sólida creada con los ingredientes básicos de razón y sentimiento, todo en un "uno".
Muchas gracias por tus comentarios. Un abrazo muy fuerte-

Un hermoso trabajo, amiga Carmen, que me parece de lo mejor que te he leído en Alaire.
Felicidades, compañera.
Un abrazo.

Hola Rafel
Muchísimas gracias por tu comentario.
Son un impulso para seguir en la palabra intentando coser ideas.
Un abrazo.