la bala en la cabeza
Publicado: Lun, 03 Nov 2008 19:06
La pasada noche
alguien metió una bala
en la cabeza de Ezequiel
mientras soñaba.
Sólo necesito una bala
para desahuciarlo de su vida
sin un signo de piedad,
ni una muestra de arrepentimiento.
A fin de cuentas, un asesino
es un inexperto emocional
y sin conciencia no existe pecado.
Los buenos nunca ganan
y si lo hacen es porque han cambiado.
Aprender esta verdad lleva su tiempo.
Es como despertar flotando en el aire
y descubrir que no sabes volar.
Alguien se le acerco lo suficiente
como para meter una bala en su cabeza
mientras soñaba.
Aun asi, el silencio del que brotaron los pasos
es cómplice del crimen y de la huida.
Dos desconocidos que coinciden por un instante.
La victima ignorándolo todo acerca del otro.
Aquel, conoce bien el sabor del miedo
que arrastráis y que no os perdona la vida
que vivís como un castigo.
El miedo es el eslabón más frágil de la vida
Si Ezequiel hubiera despertado en ese momento,
habría sido para formar parte del corro de Ángeles
que rodean su cadáver haciendo conjeturas
inexactas sobre los motivos del asesino.
A fin de cuentas, un asesino
es un inexperto emocional
sin un signo de piedad,
y sin arrepentimiento no hay pecado.
alguien metió una bala
en la cabeza de Ezequiel
mientras soñaba.
Sólo necesito una bala
para desahuciarlo de su vida
sin un signo de piedad,
ni una muestra de arrepentimiento.
A fin de cuentas, un asesino
es un inexperto emocional
y sin conciencia no existe pecado.
Los buenos nunca ganan
y si lo hacen es porque han cambiado.
Aprender esta verdad lleva su tiempo.
Es como despertar flotando en el aire
y descubrir que no sabes volar.
Alguien se le acerco lo suficiente
como para meter una bala en su cabeza
mientras soñaba.
Aun asi, el silencio del que brotaron los pasos
es cómplice del crimen y de la huida.
Dos desconocidos que coinciden por un instante.
La victima ignorándolo todo acerca del otro.
Aquel, conoce bien el sabor del miedo
que arrastráis y que no os perdona la vida
que vivís como un castigo.
El miedo es el eslabón más frágil de la vida
Si Ezequiel hubiera despertado en ese momento,
habría sido para formar parte del corro de Ángeles
que rodean su cadáver haciendo conjeturas
inexactas sobre los motivos del asesino.
A fin de cuentas, un asesino
es un inexperto emocional
sin un signo de piedad,
y sin arrepentimiento no hay pecado.