Editorial Alaire

la luna está lloviendo
llena
menguante
sobre el suelo infantil
de los charcos

inunda
no se desparrama
y sigue igual de cómoda
que su imagen afable
dulce como una nube
de plastilina ínfima

no se estira ni oscila
se aposenta en el agua
rebosante

sobresale del río
su semilla

lo que tarda la noche
en revelar lo oscuro
se convierte en planeta

el relente es un aura
vívido
renqueante
sofisticado

se une a la carne sin rozarla
justo cuando el diluvio
reposa en la mazmorra
del aire

en la daga del viejo y sigiloso
rocío
máscara de la noche
en los campos que sueñan

con su reflejo

Me gustó esta nueva temática lírica y hermosa. Un placer leerte.
Abrazos y salud.

Muy evocador y bello como la luna. Poema redondo. Me gustó mucho la imagen del charco infantil. Gracias, Ricardo, por compartir.

Un abrazo.

He sentido ternura ybelleza en tus versos, poeta. Abrazos.