Editorial Alaire

La película que ruedas en el envés de tus párpados un día
cesará. Solo tú la habrás visto, con el sepia antiguo de la infancia,
con los colores bravíos de la juventud, con el velo de unos ojos
cansados de buscar en el ayer una imagen de luz.
Nunca verás la misma película dos veces, los actores,
los paisajes, las casas, los hechos que hoy son cicatriz,
distorsionados por la frágil memoria, de pronto acudirán difusos
a la llamada de tu vejez y ya no podrás reconocer ni el nombre,
ni el guion, ni sabrás si eres tú, quien realmente, ha rodado esa película.

Ai,meu! Todo o que se garda no dorso das pálpebras eslúeo, maxestoso, o son do rego.
Maxestoso o teu poema!

Fonda aperta.

Cuando los recuerdos se disuelven como un azucarillo, dejas de ser el director de tu propia historia, porque ya no hay nada que contar y la vida pierde todo su sentido. La muerte se convierte, entonces, en una liberación. ¡Qué etapa más mala es la vejez! La belleza de este poema no encubre, ni falta que hace, toda las pérdidas, decadencias y descensos hacia lo inexorable que supone hacerse viejo.
Un cordial saludo. amigo poeta.

Es irreversible la decrepitud y la muerte. Un poema que refleja fielmente y con belleza los últimos pasos. Me gustó leerte.
Abrazos y felicidad.

Muy cierto. Todo se desdibuja en la última etapa de la vida y los recuerdos pierden nitidez.
Muy bueno tu poema, Ramón Carballal. He disfrutado de la lectura.
Un abrazo.

Acertado en el sentido, que nos lleva a mirar cara a cara a la muerte, sin pantallas donde proyectarnos. To llega a su fin, pero la poesía nos sobrevive. Un gusto leerte, Ramón.

Un abrazo.

Hola Ramón, tu poema es una inmersión total en la realidad que tarde o temprano llega.
Muy crudo pero por ello es sublime.
Un abrazo

Una hermosísima reflexión poética sobre el paso del tiempo desde el punto de vista de la experiencia personal, única e irrepetible.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Un abrazo.

Una atinada visión de una realidad indiscutible que no se puede ocultar ni ignorar. Un abrazo, Ramón. Salud.

xaime oroza carballo escribió: ↑Lun, 10 Abr 2023 23:36 Ai,meu! Todo o que se garda no dorso das pálpebras eslúeo, maxestoso, o son do rego.
Maxestoso o teu poema!

Fonda aperta.

Moitas grazas,Xaime, polas túas palabras. Unha aperta.

Francesch Vicent escribió: ↑Mar, 11 Abr 2023 9:29 Cuando los recuerdos se disuelven como un azucarillo, dejas de ser el director de tu propia historia, porque ya no hay nada que contar y la vida pierde todo su sentido. La muerte se convierte, entonces, en una liberación. ¡Qué etapa más mala es la vejez! La belleza de este poema no encubre, ni falta que hace, toda las pérdidas, decadencias y descensos hacia lo inexorable que supone hacerse viejo.
Un cordial saludo. amigo poeta.

Tu comentario es muy revelador. Gracias por él y por la lectura. Un abrazo.

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Mágico cine que me hace evocar una Super-8 de la eterna juventud. La reivindico así: eterna.

Gracias por crear y estar, amigo del alma.
Un beso.

Me gusta mucho la idea de que el espectador es uno mismo. Tambien me parece que logras condensar en un bello y breve poema los ojos inocentes de la infancia, los brios y la inexperiencia de la juventud y la memoria que ve altraves de esos velos y esas revelaciones. La realidad de que quizas nuestro significado sea mas que nuestra fragil y vulnerable memoria queda latente en todas estas visiones porque de no ser asi, que significado, que entendimiento podriamos conseguir de este protagonismo? Me gusta. Abrzos, Ramon. ERA

Pilar Morte escribió: ↑Mar, 11 Abr 2023 12:02 Es irreversible la decrepitud y la muerte. Un poema que refleja fielmente y con belleza los últimos pasos. Me gustó leerte.
Abrazos y felicidad.

Gracias; Pilar, por tu lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo.

Carmela Viñas escribió: ↑Mar, 11 Abr 2023 12:52 Muy cierto. Todo se desdibuja en la última etapa de la vida y los recuerdos pierden nitidez.
Muy bueno tu poema, Ramón Carballal. He disfrutado de la lectura.
Un abrazo.

Gracias, Carmela, por tu lectura y palabras. Un abrazo.