Editorial Alaire

Ahora ya casi nunca es así,
todos juntos viendo alzarse la luna
lejos de nosotros mismos,
como sólo aquí en la mirada,
igual que hojarasca al viento,
mármol frío o adjetivos inútiles.
Echo de menos todo aquello que perdimos,
aquella visión completa de una isla
que arrastrábamos desesperadamente,
la sorpresa que venía sin palabras.
Hay otra escalera que desconoce
trazar un rumbo alejado del cielo,
líneas en el horizonte que envejecen
buscando un cambio de agujas
esta vez hacia una vía viva.
Hay una indiferencia que viene de la infancia,
un estar aquí desconectado pero en espera
no sabemos muy bien de qué,
porque no hay nada más
que una espiral por la que vamos
y venimos sin arrepentimiento
aferrados a una rutina esclava.
Cuando nuestra fingida muerte,
en la hora del desahucio,
echo de menos cada verso que me llevaba a ti,
cada mano que nos tendimos.
Aún sueño que soñaba con ella
aunque ahora casi nunca sea así.

.

Expresas muy bien la atmosfera ( mas bien, el cada vez mas denso humo) actual de lo inconexo que estamos respirando, Enrique. No es cosa individual, o ocsa de una inadaptación personal, no. Los pilares estructurales ( imperfectos, si) que existieron en el pasado como el nucleo de la familia, por ejemplo, ya no estan para el rapport necesario en cualquier sociedad. Estamos desinflados de muchas formas.

Te felicito por este vital poema que da credencia a un malestar comun en las sociedades del mundo, por sobretodo los paises sofisticados y superpoblados. Abrazos.

Poema existencial, de añoranza a lo que se fue y ahora no se encuentra. Me gustó mucho leerlo, Enrique Sanmol.
Un abrazo.

La nostalgia es un Ave de alto vuelo poético, nos arrebata a las alturas, luego con delicadeza nos devuelve a ras del suelo. Este hermoso poema me resulta conmovedor en esa belleza que no deja rastro. Esperemos que siempre regrese la nostalgia.

Un abrazo.