Elástico demasiado elástico

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

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gabriel capo vidal
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Elástico demasiado elástico

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Charlado de los viejos tiempos.

Una tarde sentados en la sala de la casa,se acercó a mí y me beso, se me hizo una bobada, pero seguí el juego y respondia a sus besos. Hasta que un día, su madre nos sorprendió, acostados, besándonos en su cama ¡La señora me soltó,un rollo! Me habló de tal forma que las dos terminamos llorando.

Paso el tiempo sin vernos, Una de esas tardes calurosas yo me encontraba en el patio de mi casa, recién bañada como todas las tardes. Al tiempo que lloviznaba, yo recogía la ropa. Casia la hora en que mi padre llegaba borracho a casa. Se tendía en la cama a dormir la mona y no despertaba hasta el día siguiente.

La lluvia estalló furiosa, dando latigazos a mi cuerpo, me lleno de su frescura. Deje que la lluvia se calmara. Pase por el patio, pase por el cuarto de papa, entre al mío y unas manos taparon mi boca. ¡Qué susto y sobresalto! Después la alegría de verlo ¡Tanto que le entrañaba!

Mi padre seguía dormido. Le hice una seña de silencio. Me sonrojé al mirar, sus ojos de crío sorprendido, admirando mis pechos. No olvidaré esa tarde, yo vestía únicamente una tanga. Desnudos en la litera con la sensación a peligro, entre caricias, y arrebato oíamos la lluvia, clamar en la lucerna.

En la penumbra, él recargaba su cabeza en mis pezones erectos, yo lo dejaba besarlos, mordisquearlos, con su lengua humedecerlos. Esa sensación de apretar de acariciar nuestra carne, ¡jamás se me olvida. Ni, mi escalofrío al contacto de su piel!.Fueron tardes bellísimas. Los ronquidos de mi padre se nos olvidaron por completo.

Todos los ocasos, él me esperaba en mi cuarto a que terminara de bañarme, y atravesara el patio. Cubriéndome con una toalla o con un paño Nunca tuvimos relaciones. Solo era un atrevido chiquillo. El acuerdo: yo llegaría virgen al matrimonio. Así todo lo que quisiera, de la cintura hacia arriba. Nada, de nada, de la cintura hacia abajo. Siempre quise casarme, con mi himen intacto. y así sucedió con mi vestido blanco. Cuando a la ciudad, a estudiar se marchó, nos escribíamos a diario, intercambiábamos cartas rosas, perfumadas, recuerdo esos amores de pubertad, con el miedo de ser sorprendidos.

Evoco el día que me case, recuerdo a Roberto, con sus ojos azorados, más delgado, con un traje nuevo, tan triste... Que casi lloro.
Me dio, tanta ansia de desahogarme que, gemí y lloré. Todos pensaron que fue la alegría, hasta mi madre feliz, por mi boda... radiante. Lloraba por el tiempo que concluía, por lo que él significó.

Pero te cuento, a los tres meses que Roberto partió a estudiar, conocí al “Picudo”, un galán; un gañan, con tipo de chulo, de padrote, con unas espaldas, así de grandes. Antes, sólo le conocía de vista, no nos dirigíamos la palabra. Yo no estudie, por falta de recursos de mi padre, él por borracho y mujeriego. Hizo caso a su vocación, e instalo una cantina. Por ahí pasaba yo; a diario, camino al correo, a depositar la carta de Roberto, rosa, cursi, perfumada.

Siempre fue lo mismo, sus piropos vulgares, quizá presentía que estaba, yo a punto de turrón, me halagaba, me seguía. ¿Cómo estás, mamacita? ¡No te muevas tanto que me despiertas al niño! Leperadas de barrio. Acepte su invitación, un día, y me subí a su auto, ¡Ya sabes con la cantaleta de que era virgen, solo beso y caricias! ¡De que por ahí… nada!

Me acariciaba el cuello, me mordía, con pequeñitos moretones, me marcaba. Sus manos exploraban mis piernas, me ponía la carne de gallina. Si no, es, por ese lamparazo, él seria mi padrote. ¡No te rías! " Un voz chillona repetia: Jóvenes, son, claras faltas a la moral". En fin… él soborno a los policías.

Volvimos a salir, la condición la misma. ¡Nada de nada por ahí!, Yo le acariciaba el pelo, mientras él, hacia lo suyo,
con mi vagina., ¡Que sensaciones tan deliciosas!. Después se puso la situación, más difícil. No se contentaba ya, con la mano de Aladino, frotando hasta que saliera el genio.

Esa tarde, presentí, que él traía al diablo a flor de piel... dentro y lujurioso. Me di cuenta y mejor acepté a la griega,
porque el apetecía, mi otro camino. De los males el menor. ¡Ahí terminé mi relación con él, ¡hasta matrimonio me propuso, porque conmigo se estaba clavando! ¡Casarme de blanco con ese patán, ni loca!. ¡Taloneando, yo, para un cabrón borracho. Un muerto de hambre mantenido, pues no, ni ida,! ¡Ya tenía con mi padre!. Lo amenacé, con decirle a mi padre, un italiano fuerte, de casi dos metros, lo de sus antinaturales seducciones. ¡Santo remedio! ¡No lo vi más

¿Recuerdas a Jorge, el de los ojos soñadores, bonitos, el hijo. de los Duran, vino de vacaciones, estudiaba en Francia. ¿Verdad que era guapo, varonil? ¡Como me atraía!, Me arrullaba con su voz, me hablaba en francés. Con la dulzura de ese idioma. Me quedaba oyéndolo, como niña, creyendo sus mentiras, me adormecían sus palabras.

Me invito a salir, a conocer su granja. Oyendo el mugido de las vacas, me beso, acostados en la paja. Me sentí, en demasía excitada, pero sabía que me iba a negar, yo quería matrimonio y se lo dije, Recuerdo aun su risa, contagiosa. ¡ Me encantaba su sonrisa!

Me tomo de la mano, en su residencia, me mostró sus libros de medicina, ilustraciones anatómicas del aparato genital femenino.
¿Yo le creía? ¡No, para nada! Me pareció, tan solo un ardid amoroso, para conseguir sus dulces propósitos Podemos tener relaciones, sin romper tu himen ¡Pensé, este, ni oscuros, ni claros!

Me convencieron, si no, sus palabras, si sus caricias… su hablar , él de pie, me acostó en una posición rara, en la orilla de la cama y yo, lo deje hacer. Me dije; que quede en él, si me engaña, Seduciéndome, lo deje hacer, sedienta de caricias. El himen a esas alturas, para dos cosas, me valía Fue tierno, me lleno de besos, en un segundo, tuve en mi la sensación de un cuerpo extraño.

¡No te rías Carlota¡te lo juro, jaja jaja jajá. ¡Pero que cosas digo, espera, que muero de risa! Fue una sensación de tenerlo, de ser mujer, de sentirlo tan dentro, ciñéndole, percibiendo los movimientos sutiles de su peso, vigoroso. Arañándolo y con mis pies en sus nalgas, a más adentrarse en mí, le exigían. Después del reposo. Ahí entre mis piernas, puso el espejo, en la intimidad del reflejo, ¡te juro, mi himen intacto. Jorge era un mago, lo repetimos decenas de veces, ¡qué tiempos aquellos! Antes de su regreso a Francia, me obsequio el juego de espejos, ¡Mira que fino!

Yo seguí carteándome con Roberto, pero ya ni sabía que decirle, sus cartas me perecían tontas, sosas, sin sentido poco a poco fui dejando de escribirle. Recibiendo las suyas, supongo por costumbre, guardándolas. Te lo conté ya, volví a ver a Roberto el día que me case con Pepe, el árabe, un poco gordo, poco agraciado, pero de mucha fortuna, vendedor de telas ¿feo? Un poco, pero, eso, si muy serio. en mi boda, Roberto con su traje, color café, con sus ojos azorados, plenos de lágrimas! Al finalizar la fiesta, con mi esposo abordé el auto lleno de botes, colgando detrás, pintado todo con leyendas picarescas, de recién casados, partimos con todo el estruendo de las bocinas de los demás autos Al mirar atrás; después del vidrio, Roberto, que me decía adiós, permanecía, parado como una estatua, con sus ojos azorados, lastimándome, su mirarme. Borroso ante mis lágrimas, mientras el coche avanzaba, lo perdí en la lejanía.

¡Lo demás Carlota es por ti sabido, sobrevino el accidente Fui en un día: recién casada, viuda, fracturada, e inmovilizada! Fue un día fatal. Por más de 30 días: fui una recién casada, inmóvil en la cama! ¡Es para reírse verdad ¡Las cosas de la vida, pero lo conseguí, me casé doncella.

¡Calla, calla, ssssshhh! Es Roberto mi marido! ¡Como se nos vino el tiempo encima! ¡Estoy aquí querido, con Carlota, hemos platicado la tarde entera! ¡Charlado de los viejos tiempos, Si, Roberto toda la tarde! ¿Qué tiempos aquellos verdad querida?
Última edición por gabriel capo vidal el Dom, 26 Mar 2023 10:30, editado 1 vez en total.
Sergio D'Baires
Mensajes: 341
Registrado: Vie, 10 Mar 2023 21:00

Re: Elástico demasiado elástico.

Mensaje sin leer por Sergio D'Baires »

Gabriel:Poeta

Me atrapó.. muy bueno


Un abrazo
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