Bhagavad-guita I

Sitio para publicar trabajos de los autores preferidos por los foristas de Alaire.
Avatar de Usuario
Raul Muñoz
Mensajes: 4715
Registrado: Mié, 21 May 2014 20:58
Ubicación: Barcelona
Contactar:

Bhagavad-guita I

Mensaje sin leer por Raul Muñoz »

SRIMAD BHAGAVAD-GUITA
(CANTO DEL SEÑOR)

CAPÍTULO I

EL PESAR DE ARYUNA

1. — Dijo Dhritarashtra:
Dime Sanyaia, ¿qué hicieron mis hijos y los de Pandu reunidos, en el
sagrado campo de Kurukshetra, con el deseo de pelear?
2. — Dijo Sanyaia:
Viendo al bien formado ejército de los hijos de Pandu, el rey
Duryodhana se acercó al maestro (Drona, instructor de guerra) y dijo lo
siguiente:
3-6 — Contempla, maestro, a este gran ejército de los Pándavas (hijos
de Pandu), bien formado por tu talentoso discípulo, el hijo de Drupada. Aquí
están los heroicos y grandes arqueros Yuyudhana, Virata y el valiente guerrero
Drupada, todos ellos iguales a Bhima y Aryuna en la guerra. También están
Dhristaketu Chekitana, el valeroso rey de Kashi, Puruyit, Kuntibhoya y el
verdadero príncipe entre los hombres, el rey de Shibi, el fuerte Yudhamanyu, el
valiente Uttamouya y los grandes guerreros hijos de Subhadra y Droupadi.
7-9. — ¡Oh tú, el mejor de los nacidos dos veces (brahmines)!, para
informarte, voy a nombrar a los muy distinguidos conductores de mi ejército.
Tú, Bhisma, Karna, Kripa, todos victoriosos en la guerra. También están
Ashvat-thama, Vikarna, el hijo de Somadatta y muchos otros héroes que
manejan con habilidad distintas armas, todos resueltos a sacrificar sus vidas
por mi causa.
10. — Ese ejército de ellos, bajo el mando de Bhima, es suficiente para
la victoria; en cambio aquél, el nuestro, capitaneado por Bhisma, no lo es.
11.—Así que vosotros, según vuestra posición en el ejército, debéis
proteger sólo a Bhisma.
11
12. — Alegrando el corazón de Duryodhana, Bhisma, el tío-abuelo de
ellos, el más anciano y más fuerte de los Kurús, rugió como un león y sopló
con fuerza su caracola (que utilizaban los indo-arios como un clarín).
13. — Entonces, simultáneamente por todos lados sonaron las caracolas,
tambores, timbales y cuernos, produciendo un ruido, aterrador.
14-18. — Entonces, sentados en el gran carro de guerra, al cual estaban
uncidos caballos blancos, Madhava (Sri Krishna) sopló la panchayania,
Dhananyaia (Aryuna) la devadatta; Vrikodara (Bhima), de terribles acciones,
sopló la gran caracola poundra, el rey Yudhisthira sopló la anantaviyaia,
Nakula y Sahadeva las sughosa y manispuspaka. ¡Oh dueño del mundo!, el
experto arquero, el rey de Kashi, el gran guerrero Shikandi, Dhristadyumna,
Virata, el invencible Satyaki, Drupada, los hijos de Droupadi y el valiente hijo
de Subhadra, todos tocaron sus respectivas caracolas.
19. — Aquel ruido aterrador resonó en el cielo y la tierra, y partió los
corazones de tus hijos, ¡oh Rey!
20-23, — Entonces, ¡oh Rey!, Aryuna, el hijo de Pandu, cuyo carro lleva
la figura del mono, cuando vio a los Dharta-rashtras (a tus hijos) formados en
la posición de batalla, con las distintas armas listas para tirar, levantó su arco y
dijo, lo siguiente a Hrishikesha: Achyuta (Sri Krishna), coloca mi carro entre
los dos ejércitos para que yo vea a los que han venido preparados a luchar, y
contemple antes que comience la guerra, a quiénes debo combatir. Quiero ver a
los que han venido aquí para luchar al lado de Duryodhana, el hijo de
Dhritarashtra, para causarle placer.
24-25. — Dijo Sanyaia:
¡Oh descendiente de Bharata!,1
a ese pedido de Aryuna, Sri Krishna
colocó el excelente carro entre los dos ejércitos, frente a Bhisma, Drona y otros
reyes, y dijo: Mira Partha (Aryuna) a los Kurus reunidos.
26. — Entonces, Aryuna vio allí a sus tíos, tíos-abuelos, instructores,
tíos maternos, sobrinos, sobrinos-nietos, suegros, amigos y camaradas.
27. — Viendo a los parientes y amigos reunidos allí, Aryuna sintió gran
compasión y muy apesadumbrado, dijo lo siguiente:
28-30. —Dijo Aryuna:
¡Oh Krishna!, viendo a esos parientes deseosos de pelear, me fallan los
miembros del cuerpo, mi boca está seca, estoy temblando, el cuerpo se me
estremece, mi piel arde, no puedo sostener al gandiva (su arco). No puedo estar
1
Se pronuncia Bhárata.
12
de pie, mi mente está en un torbellino. ¡Oh Keshava! (Sri Krishna), veo signos
de mal agüero.
31-34. — No veo qué bien puedo lograr, matando a mis parientes en la
guerra. ¡Oh Krishna!, yo no deseo la victoria, ni la soberanía, ni los placeres.
¡Oh Govinda!, (Krishna), ¿de qué nos servirán la soberanía, los placeres, aun la
vida misma, cuando mis instructores, tíos, hijos, tíos-abuelos, tíos maternos,
suegros, nietos, cuñados y demás parientes, para quienes deseamos esas
felicidades, están reunidos aquí para luchar, habiendo renunciado a sus bienes,
y aun a sus vidas?
35. — ¡Oh Madhusudana! (Krishna), aunque ellos me maten, yo no
quiero matarlos, ni para reinar en este mundo, ni para la soberanía de los tres
mundos.
36-37. — ¡Oh Yanardana! (Krishna), ¿qué placer tendríamos, matando a
los Dhartarashtras? Sería un acto pecaminoso matar a esos agresores. Por eso,
no debemos destruir a nuestros parientes, los Dhartarashtras. ¡Oh Madhava!
(Krishna), ¿cómo podríamos ser felices, matando a nuestros propios parientes?
38-39. — Aunque ellos, con la mente dominada por la codicia, no ven
ningún mal en destruir a los parientes, ni pecado en ser hostiles a los amigos,
¿por qué, ¡oh Yanardana!, nosotros que vemos el gran mal que nace de la
destrucción de los parientes, no desistimos de cometer ese pecado?
40-42. — Al destruirse la familia se mueren sus cultos de tiempo
inmemorial, y así, perdiendo la espiritualidad, la familia entera se vuelve impía.
Al prevalecer la inmoralidad, las mujeres se corrompen, y de eso ¡oh
Varshneya! (Krishna), nacen los mestizos, lo que es un verdadero infierno para
una familia, que luego queda destruida. Los antepasados caen de su morada
celestial, porque no reciben las ofrendas de agua y tortas de arroz.
43. — Por esas malas acciones de los destructores de la familia que
crean los mestizos, quedan destruidos los cultos religiosos de la familia y de la
casta.
44. — Hemos oído, ¡oh Yanardana!, que aquellos cuyos cultos
religiosos de la familia son destruidos, llevan una vida permanentemente
infernal.
45— ¡Ay!, estamos envueltos en un gran pecado. ¡Codiciando el placer
de reinar, nos hemos preparado para aniquilar a nuestros parientes!
13
46. — Sería mejor que me maten los bien armados hijos de
Dhritarashtra, cuando no esté armado ni les resista en la guerra.
47. —Dijo Sanyaia:
Diciendo eso, Aryuna tiró su arco y flechas; y con el corazón muy
dolorido, quedó sentado en su carro.

CAPÍTULO II

EL SENDERO DEL DISCERNIMIENTO
1. — Dijo Sanyaia:
A él, que estaba así abatido por el pesar y la compasión, con los ojos
llenos de lágrimas y con la mente confusa, Madhusudana (Krishna) dijo lo
siguiente:
2. — Dijo el BENDITO SEÑOR:
En este momento crítico, ¡oh Aryuna!, ¿de dónde te viene esa indigna
debilidad, no aria, abyecta y contraria al logro de la vida celestial?
3. — No te portes como un eunuco (carente de hombría), ¡oh Partha!;
eso es indigno de ti; echa lejos a esa debilidad de corazón y yérguete, ¡oh
fulminador de los enemigos!
4. — Dijo Aryuna:
Pero, ¡oh Madhusudana!, ¡oh destructor de los enemigos!, ¿cómo
quieres que combata con flechas a Bhisma y Drona, merecedores de toda
veneración?
5. — Indudablemente sería mejor para mí, vivir mendigando, que matar
a esos nobles mayores. Pero, si llegara a matarlos, entonces todos nuestros
bienes y placeres en este mundo estarían manchados con su sangre.
6. — No sabemos qué sería mejor: vencerlos o ser vencidos. Estos hijos
de Dhritarashtra, a cuya destrucción no queremos sobrevivir, ahí están ante
nosotros.
14
7. — Mi propia naturaleza está aplastada por la conmiseración; la
mente está perpleja respecto al deber. Dime, te suplico, lo que sería
definitivamente bueno para mí; he tomado refugio en Ti, soy tu discípulo,
instrúyeme.
8. — Aunque yo fuera en este mundo un rey próspero, sin rivales, y
dominara a los seres celestiales, no veo realmente qué es lo que podría
quitarme este pesar que está consumiendo mis sentidos.
9. — Dijo Sanyaia:
Hablándole de esta manera a Hrishikesha, Gudakesha (el que domina el
sueño: Aryuna), el vencedor de los enemigos, de nuevo dijo: "¡Oh Govinda!,
no voy a luchar"; y se quedó en silencio.
10. — ¡Oh Bharata!, entonces Hrishikesha, sonriendo, dijo lo siguiente
al que se lamentaba entre ambos ejércitos.
11. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
Has estado lamentándote por los que no lo merecen, y sin embargo,
hablas como un sabio. Los verdaderos sabios no se lamentan ni por los vivos ni
por los muertos.
12. — Nunca hubo un tiempo en que Yo no existiera, ni tú, ni esos
reyes, ni dejaremos de existir en el futuro.
13. — Así como el ser encarnado tiene su niñez, juventud y vejez, así
también él toma otro cuerpo. Los sabios jamás se confunden sobre este punto.
14. — ¡Oh Kounteya! (Aryuna), las nociones de calor y frío, de placer y
dolor, nacen del contacto de los sentidos con los objetos; tienen origen y fin y
son transitorios. Sopórtalas, ¡oh Bharata!
15. — ¡Oh tú, el mejor de los hombres!, sólo aquel que no se aflije por
esas modificaciones, y es ecuánime en el placer o en el dolor, logra la
inmortalidad.
16. — Lo irreal jamás existe, lo real nunca es inexistente. Los sabios
conocen esta verdad.
17. — Sabe que es imperecedero Aquello que interpenetra todo esto (el
universo). Nadie puede destruir ese principio inmutable.
15
18. — Estos cuerpos, en los que mora el eterno, imperecedero e
inconmensurable Ser, tienen fin; por lo tanto, lucha, ¡oh Bharata!
19. — Aquel que piensa que este Ser mata y aquel que piensa que este
Ser es muerto, los dos son ignorantes; el Ser no mata ni muere.
20. — El Ser no nace, ni muere, ni se reencarna; no tiene origen; es
eterno, inmutable, el primero de todos, y no muere cuando matan al cuerpo.
21. — Aquel que sabe que el Ser es imperecedero, eterno, sin
nacimiento e inmutable, ¿cómo puede matar o ser muerto?
22. — Como uno deja sus vestidos gastados y se pone otros nuevos, así
el Ser corpóreo, deja su cuerpo gastado y entra en otros nuevos.
23. — Las armas no lo cortan, el fuego no lo quema, el agua no lo moja
y el viento no lo seca.
24. — A este Ser no se le puede cortar, ni quemar, ni mojar, ni secar; es
eterno, omnipresente, estable, inmóvil y primordial.
25. — Se dice que este Ser es inmanifestable, impensable e
incambiable; sabiendo que es así, no debes lamentarte.
26-27. — Pero, ¡oh tú, de brazos poderosos!, si piensas que este Ser
siempre nace y muere, aun así no debes afligirte por él; porque lo que nace,
muere y lo que muere renace con seguridad. Por lo tanto, no debes sufrir por lo
inevitable.
28. — ¡Oh Bharata!, los seres, al principio, son inmanifestados; en el
medio, se manifiestan; y por último, quedan inmanifestados. Entonces, ¿por
qué te afliges por ellos?
29. — Al Ser, uno lo considera como algo maravilloso; otro, habla de él
maravillado; un tercero oye de él con maravilla, y hay quien, aun oyendo sobre
él, lo desconoce.
30. — ¡Oh Bharata!, este Ser que mora en todos los cuerpos, es siempre
indestructible ; por lo tanto, no debes lamentarte por ninguna criatura.
31. — Considerando tu deber, tampoco deberías vacilar; porque para un
castrilla (de la casta guerrera) no hay mejor suerte que luchar por una causa
justa.
16
32. —¡Oh Partha! (Aryuna), son realmente afortunados aquellos
kshatriyas, a quienes se les presenta la gran oportunidad de luchar en una
guerra semejante, que les abre las puertas del cielo.
33. — Pero, si tú no peleas en esta guerra justa, no responderás a tu
reputación, faltarás a tu deber y cometerás un pecado.
34. — Además, la gente hablará de tu eterna desgracia, la que para un
hidalgo es peor que la muerte.
35-36. — Estos grandes guerreros que están en sus carros, considerarán
que tú, por miedo te has retirado de la batalla; ellos te estiman mucho; y ahora
caerás en desgracia. Tus enemigos hablarán de ti en términos poco halagüeños.
¿Hay algo más lamentable que eso?
37. — Si mueres en la batalla, ganarás el cielo; si logras la victoria,
disfrutarás de la tierra. Así que, ¡levántate!, resuelto a pelear.
38. — Considerando igual al placer y al dolor, a la victoria y a la derrota,
prepárate para luchar, y así no pecarás.
39. — Te enseñé ya la necesaria actitud respecto al conocimiento del
Ser; ahora, oye sobre la actitud respecto al sendero de la acción, dotado de la
cual, ¡oh Partha!, te liberarás de las ligaduras.
40. — En éste (sendero de la acción) no se pierde ningún esfuerzo por
incompleto que sea, ni se producen resultados contradictorios. Aun un poco de
esta disciplina lo salva a uno de gran riesgo.
41. — En este sendero, ¡oh Kourava! (descendiente de Kurú), existe una
sola determinación que se dirige al único objetivo. Los propósitos de los
irresolutos son innumerables y diversiformes.
42-44. — ¡Oh Partha!, los necios, cuya mente está llena de deseos, que
consideran a la vida celestial como su más alta meta, que están enamorados de
los panegíricos védicos, a los que consideran como algo muy superior, esos
ignorantes hablan en conocidos términos floridos respecto a diversas clases de
cultos védicos que originan los nacimientos, acciones y sus resultados, como
medios para el placer y el poder. Aquellos que están atados a ellos y se dejan
llevar por esas frases floridas, jamás logran la determinación única, que conduce al hombre al samadhi (absorción espiritual).
45. — Los Vedas tratan los temas relacionados con los tres gunas
(aspectos o cualidades). Son la pureza, la acción y la inercia (componentes de
17
la naturaleza psicofísica). Manteniéndote equilibrado, ¡oh Aryuna!, libérate de
la trinidad de los gunas, de los pares de opuestos (frío y calor, placer y dolor,
etc.), de adquirir y conservar, y establécete en el Atman (Ser).
46. — Como el propósito de regar por varios estanques queda sin efecto
cuando llega la inundación, así, se alcanza el propósito de estudiar los Vedas,
por la realización íntima del Ser.
47. — Sólo tienes derecho al trabajo, no a sus frutos. Que esos frutos
jamás sean el motivo de tus actos, ni te quedes aferrado a la inacción.
48. — ¡Oh Dhananyaia!, establécete en ese yoga, renuncia al apego; sé
indiferente al éxito o al fracaso, y así, haz todo. Esta ecuanimidad es el yoga.
49.— ¡Oh Dhananyaia!, cualquier trabajo que se hace movido por el
deseo, es muy inferior al que se hace con la mente no perturbada por los
esperados resultados. Refúgiate en esa tranquilidad. Desdichados son los que
trabajan ansiando los resultados.
50. — Cuando uno tiene esta tranquilidad mental se libera, aun en esta
misma vida, del bien y del mal. Así que, dedícate a la práctica de ese yoga.
Karma yoga significa la destreza en la acción.
51. — El sabio que posee esta tranquilidad y se aparta de los frutos de
sus acciones, se libera de las ligaduras del nacimiento, crecimiento, etc., y
alcanza un estado, en donde no hay ningún mal.
52. — Cuando tu comprensión pase los conceptos ilusorios, adquirirás
la indiferencia respecto a lo que has oído y a lo que debes oír.
53. — Cuando se aclare tu comprensión perpleja a causa de las distintas
opiniones, y te establezcas en el samadhi (absorción espiritual), entonces
lograrás el yoga.
54. — Dijo Aryuna:
¡Oh Keshava!, ¿cómo defines al hombre de conocimiento firme, y
establecido en el samadhi? ¿Cómo habla, cómo camina, cómo se sienta el
hombre de conocimiento firme?
55. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
¡Oh Partha!, aquel que renuncia a todos los deseos y permanece
contento en su propio Ser, es considerado un hombre de conocimiento firme.
18
56. — Aquel, que queda imperturbable en la adversidad, y no anhela la
felicidad, que no tiene apego, ni miedo, ni ira, es un muñí de sabiduría firme.
(Muni significa: sabio que guarda silencio.)
57. — Es permanente la sabiduría de aquel que se mantiene desapegado
en todas las situaciones, que no se regocija en el bienestar, ni se siente molesto
en el malestar.
58. — Y cuando él retira completamente los sentidos de los respectivos
objetivos, como la tortuga oculta los miembros del cuerpo en su caparazón,
entonces, su conocimiento se consolida.
59. — Los objetos se desprenden del abstinente, pero no el deseo de
goce. Aquel que realiza al Ser Supremo, se libera hasta de este deseo.
60. — ¡Oh Kounteya!, los turbulentos sentidos fuerzan a ir por mal
camino a la mente de aquel que está luchando para perfeccionarse.
61. — Controlándolos, el hombre de conocimiento firme, debe meditar
en Mí. Sin duda, la sabiduría del que ha controlado sus sentidos, no vacila más.
62-63. — En el que piensa en los objetos, nace el apego, del apego nace
el deseo, del deseo (frustrado) nace la ira, de la ira nace la ofuscación, de la
ofuscación nace la confusión de la memoria; luego, la voluntad queda
destruida, y entonces el hombre perece.
64. — Pero, el hombre controlado, con sus sentidos restringidos, libre de
atracción y aversión, aunque se mueve entre los objetos, alcanza la paz.
65. — Al alcanzar la paz, todos sus pesares desaparecen. En verdad, se
afirma muy pronto la sabiduría del hombre sereno.
66. — En cambio, para el incontrolado, no existe la sabiduría ni la
meditación. El que no medita no tiene paz; y sin la paz, ¿cómo se puede lograr
la felicidad?
67. — Como el viento lleva al barco fuera de su ruta, así, uno pierde la
conciencia cuando la mente es llevada por los intranquilos sentidos.
68. — Por eso, ¡oh tú de poderosos brazos!, aquel, cuyos sentidos ante
los objetos son bien controlados, ha alcanzado el conocimiento firme.
69. — Lo que es noche para los seres comunes, es día para el hombre de
autocontrol; y lo que es día para aquellos, es noche para el conocedor del Ser.
19
(El hombre común es ignorante del supremo conocimiento, el cual es logrado
por el hombre de autocontrol. La conciencia del hombre común, que está
siempre intranquila, es puramente sensoria; el sabio es indiferente a esa clase
de conciencia.)
70. — Sólo alcanza la paz el muni (sabio silencioso, o quien siempre
piensa en Dios) en quien entran los deseos del mismo modo que los ríos en el
pleno y plácido océano, sin perturbarlo, y no aquel que desea los placeres.
71. — Aquel que vive desapegado, que abandona todos los deseos, y
que no tiene noción alguna de "yo" y "mío", alcanza la paz.
72. — ¡Oh Partha!, éste es el estado de establecerse en Brahman,
alcanzando lo cual, no quedan más ilusiones. Aun cuando se logre ese estado
en el momento de morir, el hombre alcanza Brahma-Nirvana, se identifica con
lo Supremo.

CAPÍTULO III

EL SENDERO DE LA ACCIÓN
1. — Dijo Aryuna:
¡Oh Yanardana!, si según tu opinión, el conocimiento es superior a la
acción, entonces, ¿por qué me conduces a esta terrible acción?
2. — Con palabras aparentemente contradictorias, pareces confundir mi
comprensión. Dime una cosa segura que me ayude a lograr lo Supremo.
3. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
¡Oh impecable!, al principio (antes), para los hombres, Yo había
declarado dos senderos espirituales: el gñana yoga o sendero del
conocimiento, para los contemplativos, y el karma yoga o sendero de la acción, para los activos.
4. — El no trabajar no conduce al estado de inacción, ni por el mero
renunciamiento de la acción se logra la perfección. (El estado de inacción es
aquel donde todo motivo personal de actuar está ausente.)
20
5. — En verdad, nadie puede estar inactivo ni por un momento, porque
los gunas o cualidades nacidas de la prakriti (la naturaleza psicofísica) obligan
a uno a la acción.
6. — El necio que, controlando externamente a los órganos de la acción,
sigue mentalmente a los objetos de los sentidos, es un hipócrita.
7. — En cambio, ¡oh Aryuna!, se distingue aquel que controlando con la
mente sus órganos de acción, los dirige sin apego al karma yoga (la acción que
conduce a la liberación).
8. — Cumple con los deberes prescriptos, porque la acción es superior a
la indolencia; y además, si no actúas, ni siquiera podrás mantener tu cuerpo.
9. — Este mundo (la gente), está atado por acciones distintas de las del
yagña (culto, sacrificio, Vishnu o Dios mismo), de manera que, ¡oh Kounteya!,
actúa sin apego, solamente para el yagña.
10-12. — Al principio, cuando Prayapati, el Creador, creó a los seres
juntamente con el yagña, dijo: "Por ese yagña os multiplicaréis; que ese yagña
os otorgue todo lo que deseáis. Por el yagña nutriréis a los devas (seres
celestiales) y ellos os nutrirán. Nutriéndoos mutuamente, ambos alcanzaréis el
bien supremo. Siendo nutridos por el yagña (por las oblaciones), los devas os
darán los objetos deseados. Es un verdadero ladrón, aquel que disfruta los
objetos otorgados por los devas, sin hacerle a ellos las ofrendas".
13. — La gente buena que come el resto de las oblaciones, se libera de
todos los pecados; en cambio, los que cocinan para ellos mismos, comen
pecados.
14. — Los seres corpóreos nacen del alimento, el alimento viene de la
lluvia, la lluvia viene del yagña y el yagña viene del karma o acción.
15. — Sabe que la acción tiene su origen en los Vedas (es motivada por
los dichos Védicos), y los Vedas proceden de lo Imperecedero. Por eso, el
omnipresente Veda (Conocimiento), siempre está en los yagñas.
16. — ¡Oh Partha!, aquel que aquí no sigue a esta rueda que ha sido
puesta en movimiento, y está satisfecho con la vida sensoria y pecaminosa,
vive en vano.
21
17. — En cambio, aquel que se deleita solamente en el Atman (Ser), está
satisfecho con el Atman y está plenamente contento en el Atman, no tiene
ningún deber.
18. — En este mundo, él no tiene nada que ganar por la acción, nada
pierde si no actúa, ni necesita depender de nadie para lograr su propósito.
19. — Así que, manteniéndote desapegado, cumple con tu deber. En
verdad, actuando sin apego, el hombre alcanza lo Supremo.
20. — El rey Yanaka y otros, consiguieron la perfección, sólo por la
acción. Debes actuar, aunque sea sólo para servir de ejemplo a la gente.
21.— Lo que hace el hombre superior es copiado por los demás; lo que
él muestra en su acción es seguido por el pueblo.
22. — ¡Oh Partha!, Yo no tengo ningún deber que cumplir, no hay nada
en los tres mundos que no haya logrado, o que Me quede por lograr; sin
embargo, sigo actuando.
23. — ¡Oh Partha!, si alguna vez Yo dejara de actuar, lo que hago sin
descanso, la gente seguiría Mis pasos.
24. — Si dejara de trabajar, estos mundos perecerían; Yo sería
responsable por la mezcla de las razas y la destrucción de estos seres.
25. — ¡Oh Bharata!, con el mismo celo con que los ignorantes apegados
trabajan para sí mismos, los sabios desapegados deben trabajar para los demás.
26. — El sabio no debe perturbar la fe del ignorante que está atado a la
acción; más bien, trabajando él mismo asiduamente, debe ocupar al ignorante
en la acción. (El conocimiento se purifica por la acción inegoísta. El egoísmo,
el obstáculo más grande contra el progreso espiritual, crece más en la
indolencia.)
27. — En todos los casos, son los gunas (las cualidades) de la prakriti lo
que actúa; aquel cuya mente está ilusionada por el egoísmo piensa: yo soy el
actor.
28. — Pero, ¡oh tú de brazos poderosos!, sabe que los sabios conocen la
verdad acerca de la diferenciación de los gunas y sus acciones, y que los gunas,
como sentidos, descansan sobre los gunas como objetos, y así, no tienen apego.
22
29. — Alucinada por los gunas que constituyen a la prakriti, la gente se
apega a los sentidos y sus funciones. El sabio, que conoce todo, no debe
perturbar a la gente de poca inteligencia e imperfecto conocimiento. (El
proceso de la evolución mental debe ser continuo, pero jamás debe ser forzado
e ir contra la tendencia natural de cada aspirante espiritual. Todos no tienen el
mismo grado de comprensión, ni la misma capacidad de transformación; por
eso, las instrucciones espirituales deben ser aplicadas, con mucho cariño y
paciencia, individualmente para cada caso. Cada hombre ve, interpreta y
comprende la Verdad, según su ambiente y su prejuicio. Sólo por la continua
acción inegoísta, crecen en el hombre los conceptos universales de la eterna
Existencia —Conciencia— Dicha. El pensamiento y la acción inegoísta,
forman la base de todo progreso.)
30. — Dedicando a Mí todas tus acciones y sus resultados, con la mente
establecida en el Atman, y abandonando la esperanza y el egoísmo, lucha sin
fiebre mental.
31. — También, aquellos que sin cavilar y llenos de shraddha, practican
constantemente esta enseñanza Mía, se liberan de las acciones y sus resultados.
(Shraddha es la actitud mental compuesta de sinceridad, humildad, respeto y
fe.)
32. — Pero, los que no practican y desprecian esta enseñanza Mía, esos
necios, muy ignorantes, van a la ruina.
33. — Hasta el sabio trabaja según su propia naturaleza; todos los seres
siguen su naturaleza. ¿Qué puede hacer el mero control? (Nuestra naturaleza
está formada de los resultados de nuestras acciones y pensamientos anteriores,
de manera que el mero control de los órganos de la acción no cambia la actitud
mental; ese control debe ser acompañado por el control de los pensamientos y
deseos.)
34. — Es natural la atracción y la aversión de los sentidos por los
objetos correspondientes; uno no debe caer bajo su dominio, porque ellos (los
objetos) son sus enemigos.
35. — Siempre es mejor cumplir el propio deber, aunque sea mal, que
cumplir bien un deber que no le corresponde. Es preferible morir cumpliendo
el propio deber; el deber ajeno encierra temor (por ser desconocido).
36. — Dijo Aryuna:
¡Oh Varsneya! (descendiente de los Vrisnis, Krishna), ¿qué es lo que
impele al hombre a cometer el pecado, contra su propia voluntad y obligado
por la fuerza?
23
37. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
Es la concupiscencia, es la ira, nacida de la cualidad rayásica (activa) de
la prakriti; es como un hambre insaciable y muy pecaminosa. Considérala en
este mundo, como tu enemiga.
38-39. — Como el fuego está cubierto por el humo, el espejo por el
polvo y el feto por la matriz; así, esto (el conocimiento), está cubierto por ésa
(la concupiscencia). ¡Oh Kounteya!, el conocimiento está cubierto por la
concupiscencia, la cual es como un voraz incendio; ella es la constante
enemiga del hombre.
40. — Se dice que sus moradas son: los sentidos, la mente y el intelecto.
Obrando por ellos, la concupiscencia alucina al hombre, cubriendo su
conocimiento.
41. — Por eso, ¡oh tú, el mejor de los Bharatas!, ante todo, controla tus
sentidos, luego, mátala; ella es la pecaminosa destructora del conocimiento y
de la Suprema realización espiritual.
42. — Se dice que los sentidos son superiores al cuerpo; la mente es
superior a los sentidos; el intelecto es superior a la mente, y el Atman es
superior al intelecto.
43. — ¡Oh tú, de poderosos brazos!, restringiendo así a la mente
mediante el intelecto, y conociendo a Aquello que está más allá del intelecto,
destruye a la concupiscencia, esa enemiga difícil de vencer.

CAPÍTULO IV
EL SENDERO DEL CONOCIMIENTO
1. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
Yo enseñé este eterno yoga a Vivaswata. Vivaswata lo enseñó a Manú, y
Manú a Ikshvaku.
24
2. — Así, los reyes sabios, aprendieron este yoga de sus respectivos
preceptores. ¡Oh destructor de tus enemigos!, este yoga, con el pasar de un
largo período de tiempo ha sido olvidado.
3. — Como tú eres Mi devoto y amigo, hoy te he hablado sobre este
antiguo yoga. En verdad, este es un gran secreto.
4. — Dijo Aryuna:
Tú naciste mucho después que Vivaswata; ¿cómo pues, he de entender
el que Tú hayas hablado de ese yoga en el remoto pasado?
5. — Dijo el BENDITO SEÑOR:
¡Oh destructor dé tus enemigos!, tú y Yo hemos encarnado muchas
veces; Yo conozco todas esas encarnaciones, tú no las conoces.
6. — Aunque (en realidad) no tengo nacimiento, soy inmutable y Señor
de las criaturas; dominando Mi prakriti, me encarno, sirviéndome de Mi propia
maia (la inescrutable fuerza divina).
7-8. — ¡Oh Bharata!, toda vez que declina la religión (la rectitud) y
prevalece la irreligión, Me encarno de nuevo. Para proteger a los buenos,
destruir a los malos y establecer la (eterna) religión, Me encarno en distintas
épocas.
9.—Aquel que así conoce, realmente, Mi divina encarnación y Mi obra,
cuando deja este cuerpo, no renace más; él llega a Mí, ¡oh Aryuna!
10. — Libres del apego, del miedo y de la ira, absortos en Mí, tomando
refugio en Mí, purificados, por la austeridad y el discernimiento, muchos han
alcanzado Mi Ser.
11. — Sea cualquiera la manera en que los hombres Me adoren, yo
satisfago sus deseos. ¡Oh Partha!, de todos modos, es Mi sendero el que hollan
los hombres.
12. — Anhelando éxito en la acción en este mundo, la gente adora a los
devas (seres celestiales). En este mundo humano, el éxito en la acción, llega
pronto.
13. — Las cuatro castas fueron creadas por Mí, según la aptitud y
acciones de los hombres. Aunque soy su autor, (en realidad) sabe tú que soy
inmutable y no-actor.
25
14. — Las acciones no Me manchan, ni deseo sus frutos; aquel que así
Me conoce, no es ligado por las acciones.
15. — Sabiendo eso, los antiguos aspirantes a la liberación, cumplieron
sus deberes. Tú también, actúa como ellos lo hicieron en el pasado.
16. — Hasta los sabios (a veces) tienen confusión con respecto a lo que
es la acción y lo que es la inacción. Te diré qué es la acción; sabiéndolo, te
liberarás del mal.
17. — Hay que saber bien cuáles son las acciones prescritas y cuáles las
prohibidas, y también, qué es la inacción; porque es difícil saber cuál es el
modo adecuado de actuar.
18. — Aquel que ve inacción en la acción y acción en la inacción, es un
sabio entre los hombres, es un yogui, y puede ejecutar todas las acciones. (Los
resultados de las acciones que producen toda suerte de momentáneas alegrías y
pesares no le afectan al que trabaja inegoístamente o al que se siente como un
instrumento de Dios; de manera que toda su acción es como la inacción. En
cambio, la inacción de un egoísta o irreligioso, es pura indolencia y le causa
sufrimiento y ligadura. También se puede decir que el ignorante piensa que el
Ser actúa, mientras que el sabio ve al cuerpo y a los órganos actuar, y sabe que
para el Ser no hay acción.)
19. — A aquel, cuyas acciones no son motivadas por algún plan previo
o por concupiscencia, cuyas acciones son purificadas por el fuego del
conocimiento, los sabios lo llaman: conocedor.
20. — Renunciando al apego a la acción y a sus frutos, siempre
contento, sin depender de nadie, el conocedor, aunque esté ocupado en la
acción, en realidad no hace nada (que le pueda ligar).
21. — Sin deseos, con la mente y el cuerpo controlados, abandonando
todos los bienes, aunque lleva a cabo las acciones físicas (el sabio), no queda
manchado por ellas.
22. — Contento con lo que recae en él, trascendiendo los pares de
opuestos (como el calor y el frío, lo agradable y lo desagradable, etc.), libre de
envidia, ecuánime ante el éxito y el fracaso, el sabio no se liga aunque actúa.
23. — Desapegado, emancipado, con la mente establecida en el supremo
conocimiento, el que hace todo como yagña (sacrificio), toda su acción se
disuelve, (no produce ningún efecto que le pueda atar).
26
24. — El cucharón (usado para la oblación) es Brahman, la oblación es
Brahman, el que hace el culto es Brahman y el fuego es Brahman; aquel que ve
al único Brahman en acción, alcanza a Brahman mismo.
25. — Otros yoguies hacen culto a los devas, y hay otros que ofrecen a
su propio ser como oblación en el fuego de Brahman.
26. — Algunos ofrecen el oído u otros sentidos en el fuego del control, y
otros ofrecen los objetos en el fuego de los sentidos.
27. — Hay quienes ofrecen las funciones orgánicas y los pranas
(las fuerzas vitales) en el fuego del yoga del autocontrol, encendido por el
conocimiento.
28. — También hay otros que hacen los cultos de la caridad, de la
austeridad y del yoga, mientras que hay quienes consideran como yagñas, al
voto severo, al discernimiento y a la diaria lectura de las escrituras.
29. — Hay otros que practican el pranayama, (control de los pranas o
fuerzas vitales), ofreciendo al prana (la exhalación) en el apana (la inhalación)
y al apana en el prana, después de restringir la salida y la entrada de esas dos
fuerzas. Mientras otros que regulan su alimentación, ofrecen las funciones de
los pranas en los pranas o los sentidos. (Después de dominar a uno de los cinco
pranas, el yogui lo concibe como fuego sagrado, y en él ofrece como oblación
a los cuatro restantes pranas. El perfecto yogui controla a los cinco pranas o al
cuerpo psicofísico.)
30-31. — Todos ellos conocen el yagña que consume sus pecados; y
ellos, absorbiendo el néctar, el sobrante de la oblación, alcanzan al eterno
Brahmán. (Cualquier acción hecha inegoístamente o como una ofrenda a Dios,
purifica la mente del hombre y lo libera.) Al que no hace el yagña no le
pertenece este mundo, mucho menos el otro, ¡oh tú, el mejor de los Kurus!
32. — Así, los Vedas prescriben diversos yagñas. Sabe que todos ellos
nacen de la acción; con ese conocimiento te liberarás.
33. — ¡Oh fulminador de los enemigos!, el yagña hecho por el
conocimiento es mejor al que se hace con objetos. ¡Oh Partha!, todas las
acciones llegan a su consumación en el conocimiento.
34. — Adquiérelo (al conocimiento) prosternándote, preguntando y
sirviendo al maestro; los sabios, conocedores de la suprema Verdad, te
instruirán sobre esa sabiduría.
27
35-36. — Adquiriéndolo, ¡oh Pandava!, no caerás de nuevo en la
ignorancia y verás a todos en tu Ser y en Mí también. Aun si fueras el peor de
los pecadores, cruzarás el mar de los pecados en la balsa de ese solo
conocimiento.
37. — Como un voraz incendio reduce a cenizas todo combustible, así,
el fuego del conocimiento reduce a cenizas todas las acciones.
38. — En verdad, en este mundo no hay mejor purificador de la mente
que el conocimiento. El perfecto yogui, con el tiempo, lo logra
automáticamente.
39. — El hombre de shraddha, dedicación y autocontrol, adquiere ese
conocimiento, y luego, inmediatamente, alcanza la suprema Paz.
40. — El ignorante, el hombre sin shraddha (fe en sí mismo), el que
duda, va a la ruina. Para el que duda, ni hay este mundo, ni el otro, ni felicidad.
41. — ¡Oh Dhananyaia!, aquel que por el yoga ha renunciado a los
frutos de las acciones, cuya duda ha sido destruida por el conocimiento y que
reposa en su Ser, no es atado por las acciones.
42. — Por eso, despedazando con la espada del conocimiento a esa duda
sobre el Ser, nacida de la ignorancia, que ha tomado posesión de tu corazón,
refúgiate en el yoga. ¡Yérguete, oh Bharata!

CAPÍTULO V

EL SENDERO DEL CONOCIMIENTO
1. — Dijo Aryuna:
¡Oh Krishna!, tú alabas la renuncia a la acción y a la vez el
cumplimiento de la acción. Por favor, dime definitivamente qué es mejor para
mí.
2. — Dijo el BENDITO SEÑOR:
28
La renunciación y la acción inegoísta, ambas conducen a la liberación;
pero entre ellas, el karma yoga o la acción inegoísta, es superior a la renuncia
de la acción.
3. — ¡Oh tú de poderosos brazos!, aquel que no siente gusto ni
disgusto, debe ser considerado como un hombre de constante renunciamiento;
porque estando libre de los pares de opuestos, se libera muy fácilmente.
4. — La gente de mentalidad infantil, y no el sabio, dice que el
conocimiento es distinto de la acción inegoísta. Practicando cualquiera de ellos
se logra el fruto de ambos.
5. — El estado que alcanza el gñani es alcanzado también por el
karmayogui. Aquel que ve la identidad entre el conocimiento y la acción
inegoísta, ve bien.
6. — ¡Oh tú de poderosos brazos!, es muy difícil lograr el
renunciamiento de la acción sin haber cumplido la acción inegoísta; el sabio,
dedicado a la acción inegoísta alcanza pronto a Brahman (Dios Impersonal y
sin cualidades).
7. — Aquel que está dedicado a la acción inegoísta y es de mente pura,
que ha controlado su cuerpo y sus sentidos, y cuyo Ser es el Ser de todos,
aunque actúe, no se mancha.
8-9. — El inegoísta, conocedor de la Realidad, piensa: "Yo no hago
nada", aun cuando ve, oye, toca, huele, come, camina, duerme, respira, habla,
evacúa, toma los objetos, abre y cierra los ojos; porque sabe que son los
distintos sentidos los que funcionan con relación a sus respectivos objetos.
10. — Aquel que dedica sin apego todas sus acciones a Brahman, no
es humedecido por el pecado, asemejándose a la hoja del loto (que siempre
está en el agua sin mojarse).
11. — El hombre inegoísta, que renuncia al apego, actúa con el
cuerpo, la mente, el intelecto y los sentidos para purificar su mente.
12.— El hombre equilibrado, renunciando al fruto de la acción,
logra la suprema paz; en cambio, el que carece de equilibrio y cuya acción
es impelida por la concupiscencia, queda atado por su apego al fruto de la
acción.
29
13. — El que ha controlado sus sentidos, cuando renuncia a toda
acción por el discernimiento, se siente feliz en la ciudad de nueve puertas
(el cuerpo) y no actúa ni hace actuar a nadie.
14. — El Señor no crea para la gente ni el concepto de actor, ni la
unión con los frutos de las acciones. Todo esto es obra de la naturaleza.
15. — El omnipresente Señor no acepta ni el pecado, ni la virtud de
nadie. El conocimiento está envuelto por la ignorancia; por eso, los seres
caen en la ilusión.
16. — Pero a aquellos, cuya ignorancia ha sido destruida por el
conocimiento del Atman (Ser), este conocimiento, como el sol, les revela
lo Supremo.
17. — Los seres, cuyo intelecto está impregnado de Aquello (lo
Supremo), que se han identificado con Aquello, que han tomado refugio en
Aquello y cuyas impurezas han sido limpiadas por el conocimiento,
alcanzan el estado de no-retorno (la liberación).
18. — Con la misma ecuanimidad, el sabio mira a un erudito
brahmin, a una vaca, a un elefante, a un perro y al salvaje.
19. — Los hombres ecuánimes, aun en esta vida, conquistan la
existencia relativa ; y como Brahman es perfecto e idéntico en todos, ellos
se establecen en Brahman.
20. — El que conoce a Brahman y está establecido en Él, cuya mente
no tiene más ilusiones, ni dudas, no se regocija al recibir objetos
agradables, ni se aflige cuando recibe objetos desagradables.
21. — Aquel, cuya mente no tiene más apego a los objetos externos
de los sentidos, alcanza la dicha del Atman y se identifica con Brahman; y
estando absorto en Él, goza la dicha eterna.
22. — Los placeres que nacen de los objetos sensorios y que tienen
principio y fin, son en realidad, la causa de la miseria. Por eso, ¡oh
Kounteya!, los sabios no se regocijan en ellos.
23. — En esta misma vida, antes de dejar el cuerpo, aquel que resiste
los impulsos de la concupiscencia y la ira, está establecido en el yoga y es
dichoso.
30
24. — Aquel yogui cuya felicidad es interna, cuyo regocijo es
interno, cuya luz (conocimiento) es interna, se identifica con Brahman y
alcanza la liberación absoluta.
25. — Los rishis (sabios espirituales) cuyas imperfecciones se han
agotado, cuya duda se ha desvanecido, que han logrado el control mental y
están dedicados al bienestar de todos, viven absortos en Brahman.
26. — Los yatis (dedicados a la vida espiritual), que están libres de
pasión e ira, cuya mente está controlada, que han realizado al Atman,
quedan absortos en Brahman aquí y en el más allá.
27-28. — Apartando la percepción de los objetos externos, fijando la
mirada en el entrecejo y restringiendo dentro de las fosas nasales al prana
y apaña (las fuerzas que rigen a la exhalación e inhalación), controlando
los sentidos, la mente y el intelecto, estando libre de deseo, miedo e ira,
uno se libera para siempre.
29. — Aquel que me conoce a Mí, que soy el dispensador de los
frutos del yagña y de las austeridades, el Gran Señor de los mundos y el
amigo de todos los seres, obtiene la Paz.

CAPÍTULO VI

EL SENDERO DE LA MEDITACION
1. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
Aquel que cumple con su deber y no desea el fruto de sus acciones,
es un monje y un karmayogui a la vez, y no aquel que no trabaja ni cuida el
sagrado fuego. (El símbolo de la Divinidad, con el que antiguamente todo
indo-ario hacía su culto.)
2. — Sabe, ¡oh Aryuna!, que lo que es llamado renunciamiento es
idéntico al yoga; porque nadie puede ser un yogui sin renunciar al deseo
por el fruto de la acción.
31
3. — Para el sabio que quiere ser un yogui, la acción es el medio, y
para uno establecido en el yoga, la inacción es el medio (para quedar
absorto en lo Supremo).
4. — Cuando uno ya no tiene apego a los objetos sensorios ni a las
acciones, se dice que ha alcanzado el yoga.
5. — Uno se debe erguir por sí mismo y nunca rebajarse, porque uno
es (puede ser) amigo de sí mismo y también enemigo de sí mismo.
6. — Para aquel que se ha conquistado a sí mismo, su ser es su
amigo; en cambio, para uno sin control, su propio ser es su enemigo.
7. — El hombre sereno y de autocontrol, siempre está absorto en lo
Supremo y se mantiene igual en el calor y en el frío, en el placer y en el
dolor, en el honor y en la desgracia.
8. — Es un yogui bien establecido aquel que ha logrado la
satisfacción por el conocimiento y la realización; que es firme en su
convicción, que tiene sus sentidos controlados, y considera de igual valor a
un terrón de tierra, a una piedra y a una pieza de oro.
9. — Sobresale aquel que tiene igual consideración para el amigo, el
bienhechor, el enemigo, el neutral, el arbitro, el odioso, el pariente, el
bueno y el malo.
10. — Con su cuerpo y mente dominados, libre de deseos y de
bienes, y viviendo solo, retirado de todos, el yogui debe practicar
constantemente la concentración mental.
11-12. — En un lugar limpio debe preparar un asiento firme, ni muy
alto ni muy bajo; y después de cubrirlo con hierba kusha, una piel de
ciervo y un lienzo, debe sentarse sobre él. Luego, controlando las
actividades sensorias y mentales mediante la concentración, debe practicar
el yoga para lograr la purificación mental.
13-14. — Manteniendo al torso, el cuello y la cabeza bien firmes y
derechos, debe fijar la mirada en la punta de la nariz sin mirar a los
costados; luego, bien sereno y sin miedo, practicando continencia y
disciplina mental, y pensando siempre en Mí como su suprema meta, debe
quedarse absorto en Mí.
32
15. — De esta manera, por la constante concentración, el yogui logra
absoluto dominio sobre su mente, y su paz culmina en la beatitud final, en
la unión conmigo.
16. — ¡Oh Aryuna!, aquel que come mucho o come muy poco, aquel
que duerme mucho o duerme muy poco, no logra el yoga.
17. — Aquel que es moderado en la comida, en la diversión, en la
acción, en el sueño y en el estar despierto, alcanza el yoga que destruye el
sufrimiento.
18. — Cuando la mente bien controlada descansa sólo en el Atman,
y uno está libre del deseo por los placeres, entonces, se dice que ha logrado
el yoga.
19. — La llama fija de una lámpara, en un lugar sin viento, es el
ejemplo de la mente controlada de un yogui, que ha practicado la
concentración en el Atman.
20-23. — El estado en el cual la mente, controlada por la práctica de
la concentración, queda aquietada; en el cual uno goza a su propio Ser
viéndolo con la mente pura y en el que, mediante el intelecto, realiza la
dicha infinita que está más allá de toda percepción sensoria, se llama yoga.
Estableciéndose en él, uno no se aparta de la Realidad; alcanzándolo, todo
lo demás parece ínfimo. Cuando uno está afirmado en ese estado, aun los
sufrimientos más grandes no pueden conmoverlo. Ese yoga, que no tiene
ningún contacto con el pesar, debe ser practicado con ánimo y convicción.
24-25. — Abandonando completamente todos los deseos nacidos de
la fantasía, e impidiendo, sólo con la mente, que los sentidos se dirijan a
los objetos en todas direcciones, y con el intelecto regulado por la
concentración, poco a poco, uno debe lograr la quietud; y así,
estableciendo la mente en el Atman, no se debe pensar en otra cosa (debe
practicar la absorción total en lo Supremo).
26-27. — En cualquier parte que se la encuentre vagando, a esta
intranquila y vacilante mente, frenando sus movimientos, se la debe traer
bajo el dominio del Ser. La dicha suprema le llega al yogui identificado
con Brahman, cuya actividad ha sido aquietada, cuya mente está
tranquilizada, y cuyas pasiones están sosegadas.
28. — El yogui que es completamente libre de las manchas del
apego, y que, constantemente, controla la mente de esa manera, con
facilidad alcanza la dicha infinita del contacto con Brahman.
33
29. — Aquel, cuya mente está absorta por la práctica del yoga, y es
ecuánime, ve al Atman en todos los seres y a todos los seres en su propio
Ser.
30. — Aquel, que Me ve en todo y ve todo en Mí, no Me pierde
nunca y Yo no lo abandono jamás.
31. — Aquel, que estando unido con todos me adora a Mí que resido
en todos los seres, cualquiera que sea su ocupación, ese yogui vive en Mí.
32. — ¡Oh Aryuna!, el mejor yogui es aquel que considera al placer
y al dolor de todos los seres como si fueran suyos.
33. — Dijo Aryuna:
¡Oh Madhusudana! (Krishna), este yoga que tú describes como
ecuanimidad, no veo cómo puede ser permanente, debido a la
intranquilidad de la mente.
34.— Porque la mente, ¡oh Krishna!, es intranquila, turbulenta,
poderosa y obstinada. Me parece que es tan difícil de controlar como el
viento.
35. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
Indudablemente, ¡oh tú de brazos poderosos!, la mente es intranquila
y difícil de controlar; sin embargo, ¡oh Kounteya!, se la puede controlar
mediante la repetida práctica y el desapego.
36. — Mi opinión es que la persona cuya mente no está controlada,
difícilmente logra este yoga; en cambio, el hombre de auto-control, que
hace el esfuerzo según los medios (aconsejados), puede lograrlo.
37. — Dijo Aryuna:
¿Qué le sucede a una persona, que tiene shraddha (fe), pero carece
de tesón y no puede lograr la perfección en el yoga (antes de morir),
debido a que su mente vaga por todas partes?
38. — ¡Oh (Krishna), Tú de poderosos brazos!, (ese hombre)
perdido en el sendero de Brahman, cayendo de ambos (conocimiento y
karmayoga) y sin sostén, ¿no perecerá como una nubécula desprendida (de
una gran masa de nubes) ?
39. — ¡Oh Krishna!, Tú debes quitarme completamente esta duda,
porque nadie más que Tú puede hacerlo.
34
40. —Dijo el BENDITO SEÑOR:
Realmente, ¡ oh Partha!, no hay destrucción para ese hombre ni aquí,
ni en el más allá; porque, hijo mío, el bienhechor jamás termina mal.
41-42. — Aquel que ha caído del yoga (que no alcanzó la
perfección), va a la esfera de los justos; después de vivir allí, durante largo
tiempo, renace en una familia de gente pura y próspera, o renace en una
familia de sabios karmayoguies. En realidad, un nacimiento así, es muy
difícil de lograr.
43. — Entonces, se pone en contacto con el conocimiento adquirido
en la vida pasada, y se esfuerza más que antes para lograr la perfección,
¡oh Kourava!
44. — Ese hombre, a pesar suyo, es llevado hacia su meta sólo por la
fuerza de sus prácticas anteriores. Aun un mero inquiridor sobre yoga, es
superior a los que hacen cultos.
45. — Ciertamente, el yogui que practica asiduamente, se purifica de
sus faltas; y perfeccionándose durante varias vidas, al final, logra la meta
suprema.
46. — El yogui (karmayogui) es considerado superior a los ascetas, a
los hombres de conocimiento, a la gente de acción ; por eso sé yogui.
47. — Según Mi opinión, de todos los yoguies, sobresale aquel, que
con fe, Me adora con toda su mente absorta en Mí.

CAPÍTULO VII

EL SENDERO DEL CONOCIMIENTO
Y DE SUA REALIZACIÓN
1. — Dijo el BENDITO SEÑOR:
¡Oye Partha!, con mente dedicada a Mí, tomando refugio en Mí y
practicando el yoga, podrás conocerme plenamente, sin duda alguna.
35
2. — Sin reserva te hablaré sobre este conocimiento y el método de
su realización; conociéndolos, nada más queda por conocer en este mundo.
3. — Entre miles de hombres, tal vez uno intenta llegar a la
perfección; entre los que intentan, posiblemente, uno logra la perfección, y
entre los perfectos, quizás, uno Me conoce perfectamente.
4. — La tierra, el agua, el fuego, el aire, el espacio, la mente, el
intelecto y el ego son las ocho categorías en que está dividida Mi prakriti
(naturaleza objetiva).
5. — Ésta es Mi prakriti inferior. Distinta de ella, ¡oh tú de
poderosos brazos!, conoce a Mi prakriti superior, al Ser interno, quien
sostiene a este universo.
6. — Sabe que ellas (las dos prakritis) son como las matrices de
todos los seres; Yo soy el origen y la disolución del universo entero.
7. — ¡Oh Dhananyaia!, nada hay más allá de Mí. Todo esto existe en
Mí, como las gemas engarzadas en un hilo.
8. — ¡Oh Kounteya!, Yo soy el sabor de las aguas, el esplendor de la
luna y del sol; soy el sagrado OM de los Vedas, el sonido del espacio y el
valor del hombre.
9. — Soy la fragancia en la tierra, el brillo en el fuego, la vida en
todos los seres y la austeridad en los ascetas.
10. — Sabe, ¡oh Partha!, que soy la semilla eterna de todos los seres;
soy la inteligencia de los inteligentes y la valentía de los valientes.
11. — ¡Oh tú, el mejor de los Bharatas!, soy la fuerza de los fuertes
sin concupiscencia ni apego, y soy aquel deseo de los hombres que no es
antagónico a su deber.
12. — Y sabe que únicamente de Mí provienen los estados serenos,
activos e inertes ; pero Yo no estoy en ellos, aunque ellos están en Mí
(Dios es omnipresente y contiene a todos).
13. — Todo este mundo ilusionado por esos tres estados, está
compuesto de los gunas (cualidades primarias que constituyen a la prakriti,
naturaleza psicofísica). Este mundo no Me conoce; estoy más allá de los
gunas y soy Inmutable.
36
14. — Esta divina ilusión Mía, constituida por los gunas, es
realmente difícil de trascender; sólo los que se refugian en Mí pueden
hacerlo.
15. — Desprovisto de discernimiento debido a la fuerza de maia
(divina ilusión), y siguiendo el camino demoníaco, los más ignorantes y
malvados entre los hombres, no toman refugio en Mí.
16. — ¡Oh Aryuna!, cuatro clases de personas que han hecho buenas
obras Me adoran. Ellos son: el afligido, el que busca riquezas (placeres), el
aspirante al conocimiento y el hombre de sabiduría, ¡oh tú, el mejor de los
Bharatas!
17. — Entre ellos sobresale el sabio constante y de devoción única.
Soy muy querido por ese sabio y Yo lo quiero mucho.
18. — Realmente, todos ellos son muy nobles, pero, considero al
sabio como Mi propio Ser, porque él Me ha elegido como su única meta y,
con la mente firme, se ha refugiado en Mí.
19. — Al final de muchas vidas el sabio se refugia en Mí, realizando
que todo esto es Vasudeva (el Ser universal). Pero, raramente se encuentra
un sabio así.
20. — Hay otros, que carentes de discernimiento, debido a diversos
deseos, y siguiendo distintos cultos, adoran a los devas (seres celestiales),
impelidos por su propia naturaleza.
21-22. — Cualquiera que sea la forma (del deva) qué el devoto
quiere adorar con fe, Yo hago constante a esa fe. Dotado de esa fe, el
devoto adora a su deva preferido, que le otorga los dones. Pero, en
realidad, Yo soy quien se los doy.
23. — Pero, el don que logra esa gente de poco entendimiento, tiene
fin. Los que adoran a los devas van a ellos, pero, Mis devotos, vienen a Mí.
24-25. — Sin conocer Mi suprema naturaleza, que es inmutable,
trascendental e inmanifestable, los ignorantes Me consideran como
manifestado (igual que cualquier mortal). Como estoy cubierto por el velo
de yogamaia (divina ilusión), no soy cognoscible para todos. El ignorante
no sabe que soy inmutable y sin nacimiento.
37
26. — Yo conozco, ¡oh Aryuna!, a todos los seres del pasado,
presente y futuro; pero nadie Me conoce a Mí.
27. — ¡Oh Bharata, destructor de los enemigos!, todos los seres, al
nacer, quedan ilusionados por los pares de opuestos (percepciones de calor
y frío, etc.), que surgen del deseo y de la aversión.
28. — Pero, la gente de actos meritorios, cuyos pecados han
terminado y que está libre de los pares de opuestos, bien resuelta, Me
adora.
29. — Aquellos que luchan para liberar-se de la vejez y la muerte, se
refugian en Mí; ellos conocen a Brahman, a todo lo relativo al ser
individual y a las acciones (con sus resultados).
30. — Aquellos que Me conocen juntamente con todo lo que se
relaciona con los seres, los devas y los cultos, fijan su mente en Mí y, aún
en el momento del desenlace final, mantienen ese conocimiento.

CAPÍTULO VIII

EL SENDERO HACIA BRAHMAN
LO IMPERECEDERO
1-2. — Dijo Aryuna: ¡Oh Tú, el mejor de los hombres!, ¿qué es
Brahman? ¿Qué es el Ser individual? ¿Qué es la acción? ¿Qué es el
adhibhuta (el substrato de los elementos)? ¿Quién es el adhideiva (el que
sostiene a los devas) ? ¡Oh Madhusudana!, ¿quién es el adhiyagña en este
cuerpo, y cómo actúa? ¿Quién sostiene a los diversos cultos y otorga sus
respectivos frutos? Además, ¿cómo Te conocen los hombres de
autocontrol en el momento de morir?
3. — Dijo el BENDITO SEÑOR:
Brahman, es lo Imperecedero y lo Supremo; cuando mora en cada
cuerpo se Le llama Ser individual. La acción, es la oblación, que es el
origen y el desarrollo de todos los seres.
38
4. — ¡Oh, el mejor de los hombres!, adhibhuta es la entidad
perecedera; adhideiva es el Ser cósmico y Yo soy el adhiyagña en el
cuerpo.
5. — Aquel que en el momento de morir, Me recuerda solamente a
Mí, cuando deja el cuerpo, alcanza Mi Ser; sobre eso, no hay ninguna
duda.
6. — ¡Oh Kounteya!, si un hombre en el momento de morir, piensa
en cualquier cosa (objeto, persona o deva), por estar constantemente
absorto en ella (durante la vida), a ella va cuando deja el cuerpo.
7. — Por lo tanto, piensa constantemente en Mí, y lucha.
Manteniendo tu mente e intelecto absortos en Mí, indudablemente, Me
alcanzarás.
8. — ¡Oh Partha!, aquel que mediante el yoga de la práctica
constante, sin permitir que la mente siga vagando, medita en el Supremo
Ser Divino, llega a Él.
9-10. — Aquel que en el momento de morir, con la mente firme y
llena de devoción, fija al prana en el entrecejo por el poder yóguico, medita
sobre el omnisapiente y primordial Ser, el gobernador y dispensador de
todo, que es más sutil que el átomo y es el sostén de todos, cuya forma es
inconcebible y resplandeciente como el sol, y está más allá de la
ignorancia, después de dejar el cuerpo, llega al Supremo y luminoso Ser.
11. — Ahora, te describiré en pocas palabras, el principio llamado lo
Imperecedero por los conocedores de los Vedas, en lo Cual entran los yatis
(dedicados) autocontrolados y libres de apego. Para lograr ese principio,
los aspirantes llevan una vida de continencia.
12-13. — Aquel que controla las puertas de los sentidos (a los
órganos), que confina a la mente en el corazón, que fija al prana en la
cabeza, y, así se dedica a la práctica del yoga, repitiendo el sagrado OM,
símbolo de Brahman y medita en Mí, cuando deja su cuerpo, alcanza la
Meta Suprema.
14. — ¡Oh Partha!, soy fácilmente accesible al yogui constante en
sus prácticas, que Me recuerda continuamente todos los días, sin pensar en
otras cosas.
39
15. — Las grandes almas, después de llegar a Mí, no están más
sujetas al renacimiento, que es la morada del pesar y todo lo transitorio,
pues, ya han logrado la más alta perfección.
16. — Los seres de todos los mundos, ¡oh Aryuna!, incluyendo la
esfera de Brahma (el Creador), están sujetos al renacimiento. Pero, ¡oh
Kounteya!, no renacen más los que llegan a Mí.
17. — Los conocedores del día y de la noche (los períodos de
evolución y disolución del universo), saben que un día o una noche de
Brahma es mil yugas nuestros. (Según la mitología hindú, un yuga tiene
4.320.000 años nuestros; y el doble de este período, es 24 horas de
Brahma, Quien vive cien años.)
18. — Cuando amanece el día de Brahma, todos los seres se
manifiestan, procediendo de la inmanifestada prakriti; y en el ocaso,
desaparecen en la misma inmanifestada.
19. — ¡Oh Partha!, esa multitud de seres que nace y renace, queda
absorbida cuando llega la noche de Brahma y, al amanecer, aparece de
nuevo, a pesar suyo.
20. — Detrás de esa existencia inmanifestada hay otro Ser
inmanifestado y eterno, que no perece cuando perecen los seres.
21. — Este último Inmanifestado es Lo Imperecedero, la Meta
Suprema; alcanzándolo, no hay más renacimiento. Ésta es Mi suprema
morada (Existencia o Ser).
22. — Aquel Supremo Ser, ¡oh Partha!, en Quien están todos los
seres y por Quien todo esto es interpenetrado, es realizado mediante la
total y exclusiva devoción.
23. — Te hablaré, ¡oh el mejor de los Bharatas!, respecto del tiempo
(o sendero) en que los yoguies dejando su cuerpo, logran la emancipación
o nacen de nuevo.
24. — Al dejar el cuerpo, tomando el sendero del fuego, de la luz,
del día, de la quincena luminosa de la luna y del solsticio septentrional
(acompañados por los correspondientes devas), los conocedores de
Brahman, van a Brahman (se liberan).
40
25. — El yogui que, al morir, va por el sendero del humo, de la
quincena oscura de la luna y del solsticio meridional, llega a la esfera
lunar, y luego renace.
26. — Estos dos senderos, el luminoso y el oscuro, son considerados
permanentes. Por el primero, se emancipa, y por el segundo se renace.
27. — Conociendo esos senderos, ¡oh Partha! ningún yogui sigue
ilusionado. Por eso¡ oh Aryuna!, establécete en el yoga.
28.— El yogui que conoce esto, trasciende los méritos declarados en
los Vedas, con respecto a los yagñas, al ascetismo y a la caridad, y
logra la morada Suprema y Primordial (al eterno Brahman).
Tu profecía, poeta.
-Mañana hablarán los mudos:
el corazón y la piedra.

-¿Mas el arte?..
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.

Antonio Machado ( Proverbios y cantares ).

https://transitando-la-palabra.webnode.es/
Responder

Volver a “Autores preferidos de los foristas de Alaire”