Mitificación de la nada
Publicado: Sab, 04 Mar 2023 17:15
La raíces del tiempo, como algo que no existe,
el muerto que no flota, el de cualquier extraño,
hábitats, microclimas, siempre propagación
hacia lo diferente.
Así estoy, convencido de tu inmensa afluencia
sobre la vista, huérfana, tú, de los sinvivires,
saturación,
eres el frenesí para el vacío,
flauta dulce.
Deambulo, sin trucos, por tu magia y tus símbolos,
paso por cada fase de tu lengua,
ella vibra, ella se detiene,
tú, intocable palabra,
de confín a confín mueves mis emociones.
Cada mirada mía al íntimo suspense,
a tu holgada matriz de posibilidades,
aire que sobreviene, arma sin retroceso,
me convierte en adorno de tu cuerpo -Celeste.-.
Tú, estrella huracanada,
siempre tú, limpia imagen de mi piel,
de mi decoro,
siempre tú,
seas quien seas...
-¿Acaso iba a quererte como hago
si ya te conociese,
yo, que busco el amor siempre lejos del hombre?-
Mi deseo por ti te vuelve cognoscible,
y mi obsesión te hace viviente y contextual.
¡Ah, tú, simulación de los sentidos!
-Límite emocional, copia a color del éxtasis-.
Ya después de caer en el abismo, asciende
el cadáver del mundo que eras antes,
arabescos salidos del vientre de la tierra.
No puedes ser verdad, es lo que te distingue.
No puedes, no, salir de entre mis creaciones...
Ilusión de la lluvia, cajón triste, olvidado,
ah, asesina del cielo, astilla que salpica,
no te conozco, solo te imaginé
para desconectar del polvo que revuela,
para evitar quimeras e imposibles,
que el ocaso se lleva hacia el limbo, sin rumbo,
ídolo del silencio y oído de lo abstracto,
alma que se resbala por mis ojos
tú, desaparecida desde siempre.
el muerto que no flota, el de cualquier extraño,
hábitats, microclimas, siempre propagación
hacia lo diferente.
Así estoy, convencido de tu inmensa afluencia
sobre la vista, huérfana, tú, de los sinvivires,
saturación,
eres el frenesí para el vacío,
flauta dulce.
Deambulo, sin trucos, por tu magia y tus símbolos,
paso por cada fase de tu lengua,
ella vibra, ella se detiene,
tú, intocable palabra,
de confín a confín mueves mis emociones.
Cada mirada mía al íntimo suspense,
a tu holgada matriz de posibilidades,
aire que sobreviene, arma sin retroceso,
me convierte en adorno de tu cuerpo -Celeste.-.
Tú, estrella huracanada,
siempre tú, limpia imagen de mi piel,
de mi decoro,
siempre tú,
seas quien seas...
-¿Acaso iba a quererte como hago
si ya te conociese,
yo, que busco el amor siempre lejos del hombre?-
Mi deseo por ti te vuelve cognoscible,
y mi obsesión te hace viviente y contextual.
¡Ah, tú, simulación de los sentidos!
-Límite emocional, copia a color del éxtasis-.
Ya después de caer en el abismo, asciende
el cadáver del mundo que eras antes,
arabescos salidos del vientre de la tierra.
No puedes ser verdad, es lo que te distingue.
No puedes, no, salir de entre mis creaciones...
Ilusión de la lluvia, cajón triste, olvidado,
ah, asesina del cielo, astilla que salpica,
no te conozco, solo te imaginé
para desconectar del polvo que revuela,
para evitar quimeras e imposibles,
que el ocaso se lleva hacia el limbo, sin rumbo,
ídolo del silencio y oído de lo abstracto,
alma que se resbala por mis ojos
tú, desaparecida desde siempre.