Editorial Alaire

NO SUPE


Yo conocí la mano que llenaba
la mía.
Abracé al hombre alto
-era lo más alto, cuando todas
las cosas eran altas-
y me llenó de ideas como besos,
de besos como risas, de vértigo
y caricias.
Yo distinguía el ruido de sus pasos,
el golpe del llavín en la cerraja,
y cuando entraba la casa ya era casa,
las alcobas encogían de repente
la noche era redonda y se cerraba,
caracol, vientre, redil, manada
mansa, completa y agrupada.

Yo conocí a mi padre siendo padre
pero no supe del hombre que encerraba.



...

nostalgia, remembranza, reconocimiento
a la figura del padre, digamos que tal como
hablan los versos del cierre, recien descubierto
en su plenitud

excelente inspiración

te aplaudo

.

"y cuando entraba la casa ya era casa(...)"

Todo lo que importa, lo que es esencial, está vivo en ese verso. Un verso que dice mucho del poeta. Y mucho del hombre que fue su padre.

Felicidades, Ignacio.

Blanca

Que poema más bonito, con una sensibilidad que te envuelve . Me gustó mucho. Lo he leido varias veces y siempre me atrapa en sus versos.
Un abrazo
Pilar

No suelo usar estas palabras para referirme a un poema (no sé muy bien porqué, la verdad), pero que bonito poema, lindos versos.
Me has hecho recordar... entrañable poema.

Un abrazo.

Gio.

Hermoso, muy hermoso poema, amigo Ignacio.
Creo que consigues un fresco emocional que nos devuelve instantes maravillosos del periplo por el mundo mágico del niño.
Ha sido un placer leerte. Feliidades.
Recibe un cordial saludo.

Alonso de Molina escribió:nostalgia, remembranza, reconocimiento
a la figura del padre, digamos que tal como
hablan los versos del cierre, recien descubierto
en su plenitud

excelente inspiración

te aplaudo

.

Muchas gracias Alonso por tu generoso comentario.

Un saludo con afecto.

Ignacio: Ha sido un gusto leer este poema que tiene en sí el trasfondo de un tema tan potente como la figura del padre, la visión del niño que le imprimes aporta a esa emocionalidad e inocencia que destaca en cada verso

"y cuando entraba la casa ya era casa,
las alcobas encogían de repente
la noche era redonda y se cerraba,
caracol, vientre, redil, manada
mansa, completa y agrupada"

me ha gustado mucho este fragmento, aunque todo el poema es genial.

Saludos para ti.

Martín Desormeaux.-

Blanca Sandino escribió:"y cuando entraba la casa ya era casa(...)"

Todo lo que importa, lo que es esencial, está vivo en ese verso. Un verso que dice mucho del poeta. Y mucho del hombre que fue su padre.

Felicidades, Ignacio.

Blanca

Gracias Blanca por tan generoso comentario. Consigues que me concilie con el mundo.

Un beso.

Pilar Morte escribió:Que poema más bonito, con una sensibilidad que te envuelve . Me gustó mucho. Lo he leido varias veces y siempre me atrapa en sus versos.
Un abrazo
Pilar

Gracias Pilar por tu bonito comentario y tu presencia. Es lo que nos da vida.

Un beso.

Ignacio, bellísimo acierto para describir esto tan profundamente humano. No se aprende a valorar a nuestros padres, hasta que se es padre. Realmente PRECIOSO. Un abrazo.

Esta es la magia de la sensibiliad, Amigo Ignacio.
Un poema que incluye un billete de ida a la nostalgia.

Para mi, una gozada de lectura.

Un abrazo compañero.

Luis Oroz.

Yo distinguía el ruido de sus pasos,
el golpe del llavín en la cerraja,
y cuando entraba la casa ya era casa,
las alcobas encogían de repente
la noche era redonda y se cerraba,
caracol, vientre, redil, manada
mansa, completa y agrupada.

Para mí el mejor poema que te he leído..

Un abrazo,

Carmen

Que hermoso poema, que sensibilidad, que genialidad. Te dejo mi admiración.

Descubrir al padre, al hombre, al que llenaba la casa de su sabiduría y buen hacer, la añoranza y la nostalgia, todo unido a un lirismo intachable, hacen de tu poema una obra excelente.

Un cálido abrazo

José Manuel F. Febles