Cecilia - Con los ojos en paz

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

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F. Enrique
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Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por F. Enrique »


Si yo me llamara profeta,
poeta de causas perdidas,
cantor de tristezas
cantor de alegrías,
¿cómo serían mis versos?
Si cada verso que escribo está muerto.

(Eva Sobredo)

De adolescente uno suele ser muy impresionable y recordando piensa en la mañana de agosto que se enteró de la muerte en un accidente de tráfico de aquella que le mostró un nihilismo tierno e irreverente en el Siete Colinas con su "Nada de nada", ahí me enganchó, podía ser el año 1973 y la música ya no sería la misma para mí; era necesario forjar buenas canciones a partir de la letra.

Paseaba en un día luminoso de agosto por la Carretera Nueva, el taró nos había dado tregua aquel año, me sentí como si mi adolescencia se esfumara y fuera consciente, de una vez por todas, de que el hombre había pisado la Luna blanca de la mañana. Apenas reflexioné sobre la muerte, disimulé como pude que tuviera los ojos empañados, mirando hacia la playa donde me arrojé a los brazos de los Beatles unos dos meses antes, y donde seguía sonando en mi vida, asocié a esos artistas inmensos con la equilibrista que resbaló y, como siempre, había quitado la red. Yo no sabía entonces que uno de los primeros y desafortunados intentos por asomar la cabeza de Cecilia instaba a los de Liverpool a que volvieran a unirse.




Esta canción no la escuché hasta 1995, me la aconsejó una amiga que estaba mejor relacionada que yo con la contracultura quizás un poco afectada con guiños a un orgullo nada real de sentirse diferente. Yo pensaba que debía tenerla, pero no, la cassette que compré en un mercadillo en Toledo en 1980 no era el antológico Cecilia 2, sino una recopilación en la que brillaba la presencia de canciones de este disco.

Vamos a prestar atención a lo que dice, podría decirlo cualquiera que tenga un poco de sensibilidad, cualquiera que se arrojara en los brazos de sí mismo sin ningún miramiento; hay buena gente tan mala que nunca lo hace por miedo a que se rompan los espejos de su respetabilidad. ¿Y si Dios existiera y no fuera bueno, y anduviera siempre preocupado por su propia eternidad porque no la comprende?

Cecilia era grande, Evangelina una exiliada voluntaria, no le gustaba ese nombre con tantos guiños a la religiosidad más estirada y solemne, pero tomó su hipocorístico, idéntico al primer nombre de mujer para firmar sus canciones. Aquí estamos viajando dulcemente al dolor de sabernos perdidos y admitiéndolo; perdimos algo muy grande cerca de Benavente. Es probable que fuera dormida y no pudiera recurrir a la ironía de la vida que le arrebataban los hados en su mejor momento creativo. La noche, y una carreta sin luces, nos privaron de seguir escuchando canciones inolvidables.

Si no fuera porque he pecado
y no pienso volverme atrás
me mataría mañana
sin pensarlo más.


Larra y Eva Sobredo

Aunque sé que a muchos el nombre de Cecilia no les dirá absolutamente nada, esa nada a la que le escribió unos versos imborrables, ella fue, a pesar de su look nada acorde con la expresión, la gran dama de la canción española, ya que no tenía nada que ver con la solemnidad escalofriante de Juliette Gréco, con la pasión efectista e iconoclasta de Mina, ni con el temperamento arrollador de Amália cantando La Zarzamora. Sé que esto no me lo perdonaría teniendo en cuenta su radical rebeldía ante el mundo y la España provinciana, de perfil bajo y estrecha, milagrera y asustada de la libertad que, como Larra, encontró a su vuelta, ya que pasó buena parte de su niñez y adolescencia viajando con sus padres, él era diplomático y esto le ayudó a tener los ojos bien abiertos y describir lo que veía por ella misma sin las cortapisas sociales, ni la bendición desde el púlpito.




Cuando la conocí realmente, quiero decir a comprender lo que decía sin el ramito de violetas, estaba muerta y yo en Toledo y me quedé prendado con esta canción que aún hoy sigue siendo mi favorita entre las de ella. No creáis que es fácil decir algo así o aceptar con los ojos en paz que otra gran canción de ella haya quedado inédita.
Frases de Larra
Los madrileños se acercan al circo a ver un animal tan bueno como hostigado, que lidia con dos docenas de fieras disfrazadas de hombres.
*** *** ***
Un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.
*** *** ***
Por grandes y profundos que sean los conocimientos de un hombre, el día menos pensado encuentra en el libro que menos valga a sus ojos, alguna frase que le enseña algo que ignora.
*** *** ***
“El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.”
*** *** ***
“Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.”


Merece la pena conocer a Cecilia. Como Larra pasó su niñez en el extranjero, este porque su padre era afrancesado, ella porque era diplomático el suyo. Quizás por ello, ambos se horrorizaron con la España que se encontraron cuando volvieron en plena juventud a ella, él porque Madrid parecía un pueblo y apenas con sus virtudes y muchos de sus defectos comparado con París, ella porque encontró lo que sería los últimos estertores de la España católica practicante que favorecía, por el culto a las apariencias consecuentes de estas y a que seguía campando a sus anchas nuestro pecado capital, también de los catalanes. Antes del Procès creía que por su laboriosidad, su seriedad en la más positiva de sus acepciones y un pragmatismo sano importado de la Europa más evolucionada. Debo reconocer que estaba equivocado que nunca hayan dejado de ser tan envidiosos como el resto de los españoles.

Creo que ninguno de los dos son demasiados conocidos fuera de España, la razón podría ser que se centraron en buena parte de su obra en los problemas específicos que se encontraron, aunque, como todo autor de valía, ambos supieron ahondar en los sempiternos problemas de la naturaleza humana y el amor.



Si no fuera porque
me tienen que enterrar
y unos cipreses negros
se llevarán mis sueños,
Si no fuera porque mi padre
siempre llora en los entierros...

Si no fuera porque mi amante
es algo sentimental,
me mataría mañana mismo
sin pensar...

(Eva Sobredo - Si no fuera porque - 1972)

Valorando que compuso casi todas sus canciones, que tenía una voz tierna y bonita, que la música de sus canciones, por desgracia no en algunas de las mejores, como "Con los ojos en paz", resiste el paso del tiempo y que era una gran poeta, llego a la conclusión de que no ha habido cantante española como ella. Pienso que le gusta a todo aquel que la conoce. Tengo la impresión de que ahora la tenemos un poco olvidada, pero estoy seguro de que volverá..

(14 de mayo de 2014)
Última edición por F. Enrique el Mar, 10 Oct 2023 10:26, editado 1 vez en total.
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Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
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Rafel Calle
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Re: Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Sube para facilitar su lectura.
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Raul Muñoz
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Re: Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por Raul Muñoz »

Buen rescate Rafael.

Es una aportación muy valiosa la que haces aquí, Enrique.

Yo soy del 1976. Pero, me llegan ecos de las últimas etapas del nacionalcatolicismo y la transición en mi infancia. ¿Qué decir? Conocía a Cecilia, o más bien sus temas, tan sonados, como un ramito de violetas o dama, dama. Ahora veo que hay mucha más madeja que cortar. Suele pasar desapercibido, en nuestro país, lo mejor. Dedicaré un tiempo a escuchar sus temas.

Las canciones Con los ojos en paz y Si no fuera porque son poesía muy buena.

Gracias por compartir.

Un abrazo.
Tu profecía, poeta.
-Mañana hablarán los mudos:
el corazón y la piedra.

-¿Mas el arte?..
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.

Antonio Machado ( Proverbios y cantares ).

https://transitando-la-palabra.webnode.es/
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F. Enrique
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Re: Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Rafel Calle escribió: Sab, 18 Feb 2023 8:57 Sube para facilitar su lectura.

Gracias, Rafel. Si alguien no la conoce y tiene sensibilidad, y la escucha puede entrar en una experiencia enriquecedora para su poesía.

Un abrazo.
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enrique sanmol
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Re: Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por enrique sanmol »

Yo era un chaval cuando un día por casa de mis padres apareció un LP con una chica en portada con el nombre de Cecilia... La portada y contraportada eran impactantes y la fotografía de ella, entre triste y retadora. CBS España estaba echando el resto con esta nueva catautora que se reconocía admiradora de Paul Simon y parecía querer introducir el folk-rock americano con letras que nos hablaban de una realidad nacional que ella parecía describir como espectadora. Era el año 1972 y yo era más de Leonard Cohen o de Neil Young y sus conocidos C,S&N, pero el disco de Cecilia sonaba una y otra vez en el tocadiscos portátil de mis hermanos. Las letras me parecía muy personales y logradas, la música no tanto. Debo reconocer que luego perdí la pista de Cecilia, tanto de ella como de aquel disco, más aún tras su muerte tan temprana.

He disfrutado mucho este paseo literario y musical, compañero, todo un deleite para los sentidos.

Fuerte abrazo.
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F. Enrique
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Re: Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Supongo, Raúl, que 50 años es nada ante el tiempo y la muerte, el primero porque no puede dejar de correr aunque no haya nadie que pueda medirlo, la segunda porque a pesar de su inconsciencia no puede saber si existe aunque siempre llegue. Supongo que ser feminista en los tiempos que Cecilia lo era no podía ser sino hermoso y era, fundamentalmente, femenina buscando la redención en una sonrisa reprimida por las convenciones sociales. Es evidente que las palurdas tenían otras preocupaciones y que los hombres, supuestamente sensibles, se preocupaban de la soledad del mundo y del destino trágico de los poetas que se quedan atrapados en la incomprensión del lenguaje metafórico. Hay que saber mucho de soledad y vivir en la vida algo de muerte para escribir como Cecilia lo hizo, para cuestionar si la mujer debía ser musa o también creadora, si podía introducir sus heridas en la tristeza de un mundo que se le había ocultado.

El mundo no es justo, Raúl, creo que, en el fondo, no deseamos que lo sea, no vaya a ser que no hayamos dado la talla. Supongo que apreciaríamos la verdadera dimensión de Cecilia si hubiera pertenecido al universo anglo-sajón que ella tanto amaba.

Un abrazo.
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F. Enrique
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Re: Cecilia - Con los ojos en paz

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Cecilia era honesta y valiente, Enrique, una persona al uso hubiera pensado, en el momento de su muerte, que había encontrado lo que buscaba y hubiera pasado toda una vida intentando recoger ramitos de violeta. Sus canciones inéditas nos dan una idea de que seguía sumergiéndose en terrenos peligrosos, es posible que tuviera proyectado un disco con poemas de Valle-Inclán, que se reía con la idea de redactar un testamento cuando solo podía dejar lo que nunca había sido, que aportaba originalidad al pacifismo hablando de la gloria y de la muerte con un aire casi festivo, tierno y displicente al mismo tiempo. Tenía pareja estable y, por lo visto, le iba bien con un hombre que también amaba la música. Eso no hizo que hablara bien del amor, una enfermedad que se apodera de nuestra fragilidad cuando se apaga el fulgor de los primeros momentos. Defendía la sentimentalidad como si fuera ese algo que nos ayuda a seguir tirando cuando se nos tuerce el sueño de la vida. No quería saber que los sentimentales suelen ser peligrosos, ahí están Chaplin y Rousseau que solo nos invitaban a hacer lo que decían y no imitarlo en sus actos, o el triste y alegre Catulo que nos pedía una cita infinita con el nihil profundo.

Gracias, Enrique.
***
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