Editorial Alaire

Pilar Morte escribió: ↑Sab, 21 Ene 2023 9:33 Muy buen poema sellado con la lluvia que no cesa. Versos brillantes. Te felicito de corazón. Me ha encantado.
Abrazos y salud

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 22 Ene 2023 10:56 .

La inagotable brillantez de tu palabra; la semana pasada hablaba de tu poética y la mostraba en una charla de amigos.
Impecable y honda, así fue sentida por ellos.

Abrazos y feliz domingo.

enrique sanmol escribió: ↑Dom, 22 Ene 2023 19:44 Difícil saciarse de estas palabras que navegan la lluvia, de tantas lluvias que nos marcan, de tantas vivencias, algunas de las cuales nunca querremos olvidar... Gran poema, Ramón. Gracias y recibe un cordial saludo.

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Lun, 23 Ene 2023 10:13 Sigues con la flecha hacia arriba, tocayo. Bueno, en realidad, siempre apunta a lo alto. Un gustazo, siempre, pasar a leerte.
Mi aplauso.

Un fuerte abrazo.

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 21 Ene 2023 9:19 La lluvia táctil, la visión de la lluvia
en el verde de tus ojos,
la lluvia en los carámbanos de la luz,
el sabor inocuo del agua
como un cristal en los labios
que se desmorona
y cae en mi pecho,
en mi corazón,
en mi ser.

La lluvia de ágiles alas imitando a los pájaros del viento,
la cortina transparente, vivaz, canto de olas húmedas
en mi sien y mi añoranza, aquella lluvia que regresa,
la que moría en los soportales y hacia llorar a las iglesias,
la del atardecer cuando los paraguas eran piel de ciudad
y los charcos mundos prohibidos y tu voz un río de vocales azules;
la del regreso en un tren sin ti, la lluvia del grito y la algarabía
-otra vez te alejas, corredora, a sentir el borboteo infantil
de la fuente, sus caballos aún escupen sobre la piedra
un mar cristalino-.

La de la noche que se arremolina bajo el haz de las farolas,
aquella lluvia del beso sin luna en la plaza vacía,
la que bendice los jardines del alba,
la lluvia que es memoria, que eres tú y soy yo,
cubiertos por la misma gabardina
en un otoño de nube fértil.

Agua del tiempo que no cesa en la lágrima
porque están conmigo, tu rostro, lavado de eternidad,
y tus pendientes que fluyen como dos cataratas ciegas
hasta tu boca, aljibe de ti,
que
nunca
me sacia.

gabriel capo vidal escribió: ↑Mar, 24 Ene 2023 2:20 La lluvia es un de mis temas favoritos, y estas lluvias me han fascinado. ¡Que bellas añoranzas!

La de la noche que se arremolina bajo el haz de las farolas,
aquella lluvia del beso sin luna en la plaza vacía,
la que bendice los jardines del alba,
la lluvia que es memoria, que eres tú y soy yo,
cubiertos por la misma gabardina...

Soberbia tu manera de escribir. Un abrazo.

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Mar, 24 Ene 2023 19:41 "y los charcos mundos prohibidos y tu voz un río de vocales azules;
la del regreso en un tren sin ti, la lluvia del grito y la algarabía
-otra vez te alejas, corredora, a sentir el borboteo infantil
de la fuente, sus caballos aún escupen sobre la piedra
un mar cristalino-"

Precioso, Ramón y lo dicho ya muchas veces: Eres poseedor de un lenguaje poético propio, que muchas veces alcanza cotas de muy alta calidad como es el caso que aquí nos ocupa.

Todo un placer de lectura, amigo Ramón.

Abrazos.

Raul Muñoz escribió: ↑Mié, 25 Ene 2023 9:48

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 21 Ene 2023 9:19 La lluvia táctil, la visión de la lluvia
en el verde de tus ojos,
la lluvia en los carámbanos de la luz,
el sabor inocuo del agua
como un cristal en los labios
que se desmorona
y cae en mi pecho,
en mi corazón,
en mi ser.

La lluvia de ágiles alas imitando a los pájaros del viento,
la cortina transparente, vivaz, canto de olas húmedas
en mi sien y mi añoranza, aquella lluvia que regresa,
la que moría en los soportales y hacia llorar a las iglesias,
la del atardecer cuando los paraguas eran piel de ciudad
y los charcos mundos prohibidos y tu voz un río de vocales azules;
la del regreso en un tren sin ti, la lluvia del grito y la algarabía
-otra vez te alejas, corredora, a sentir el borboteo infantil
de la fuente, sus caballos aún escupen sobre la piedra
un mar cristalino-.

La de la noche que se arremolina bajo el haz de las farolas,
aquella lluvia del beso sin luna en la plaza vacía,
la que bendice los jardines del alba,
la lluvia que es memoria, que eres tú y soy yo,
cubiertos por la misma gabardina
en un otoño de nube fértil.

Agua del tiempo que no cesa en la lágrima
porque están conmigo, tu rostro, lavado de eternidad,
y tus pendientes que fluyen como dos cataratas ciegas
hasta tu boca, aljibe de ti,
que
nunca
me sacia.

Muy hermoso en su lirismo, mucha calidez y calma en el discurrir de los versos. Empapa el poema. Mi enhorabuena, Ramón, gracias por compartir.

Un abrazo.