Editorial Alaire

F. Enrique escribió: ↑Jue, 19 Ene 2023 19:59 Abandonas, suerte que por un momento, tu estilo característico, tu forma de hacer, y te marcas un poema que impresiona. Puede que sea el mejor poema que te he leído.

Un abrazo.

Concha Vidal escribió: ↑Jue, 19 Ene 2023 19:08 A raíz de leer un `poema de Jerónimo, recupero este poema, ya publicado en su momento


Porque yo amaba de libélulas,
con manos de libélula
la boca de libélula ,
- toda yo -
posando como al viento.

Y yo,
la misma yo de hace treinta años,
me miro en el espejo
y veo los cincuenta marcados a cincel,
los labios,
la cuenca de los hombros
las manos
- tan pequeñas,-
los ojos verdiclaros,
mis piernas …
y no hay poso
en todo mi contorno que no haya vibrado en cada estación.

Y ríe el azogue en toda su angostura esta perversa inclinación
-tan mía –
a ver lo positivo,
de esta mujer que habla en menopausias,
que advierte que estas manos clavaron las palabras
y besan otras manos
llenando el cuenco de mis hombros
con mil granos de arena
y juegan a escondidas las marcas de este vientre
que fue ,
delicia de escalpelo .

Y ahora,
en toda madurez,
me uno a Gioconda y digo
que no hay placer más puro que amar como mujer
con manos de mujer,
la boca de mujer,
toda yo mujer madura
posando como al trueno

– libélula al fin -

mi alma al viento.












(Me siento igual de tibia, de inmadura o madura, de mayor o pequeña, de segura o no, que cuando lo escribi hace estos años, pero me reafirmo en todo lo que dije, hoy en este mi Alicante, que es por la tarde de un mes de castañas asadas y preludio de un invierno que no llega, arrullos de mar por fondo)

Concha Vidal escribió: ↑Jue, 19 Ene 2023 19:08 A raíz de leer un `poema de Jerónimo, recupero este poema, ya publicado en su momento


Porque yo amaba de libélulas,
con manos de libélula
la boca de libélula ,
- toda yo -
posando como al viento.

Y yo,
la misma yo de hace treinta años,
me miro en el espejo
y veo los cincuenta marcados a cincel,
los labios,
la cuenca de los hombros
las manos
- tan pequeñas,-
los ojos verdiclaros,
mis piernas …
y no hay poso
en todo mi contorno que no haya vibrado en cada estación.

Y ríe el azogue en toda su angostura esta perversa inclinación
-tan mía –
a ver lo positivo,
de esta mujer que habla en menopausias,
que advierte que estas manos clavaron las palabras
y besan otras manos
llenando el cuenco de mis hombros
con mil granos de arena
y juegan a escondidas las marcas de este vientre
que fue ,
delicia de escalpelo .

Y ahora,
en toda madurez,
me uno a Gioconda y digo
que no hay placer más puro que amar como mujer
con manos de mujer,
la boca de mujer,
toda yo mujer madura
posando como al trueno

– libélula al fin -

mi alma al viento.












(Me siento igual de tibia, de inmadura o madura, de mayor o pequeña, de segura o no, que cuando lo escribi hace estos años, pero me reafirmo en todo lo que dije, hoy en este mi Alicante, que es por la tarde de un mes de castañas asadas y preludio de un invierno que no llega, arrullos de mar por fondo)

E. R. Aristy escribió: ↑Sab, 21 Ene 2023 14:31

Concha Vidal escribió: ↑Jue, 19 Ene 2023 19:08 A raíz de leer un `poema de Jerónimo, recupero este poema, ya publicado en su momento


Porque yo amaba de libélulas,
con manos de libélula
la boca de libélula ,
- toda yo -
posando como al viento.

Y yo,
la misma yo de hace treinta años,
me miro en el espejo
y veo los cincuenta marcados a cincel,
los labios,
la cuenca de los hombros
las manos
- tan pequeñas,-
los ojos verdiclaros,
mis piernas …
y no hay poso
en todo mi contorno que no haya vibrado en cada estación.

Y ríe el azogue en toda su angostura esta perversa inclinación
-tan mía –
a ver lo positivo,
de esta mujer que habla en menopausias,
que advierte que estas manos clavaron las palabras
y besan otras manos
llenando el cuenco de mis hombros
con mil granos de arena
y juegan a escondidas las marcas de este vientre
que fue ,
delicia de escalpelo .

Y ahora,
en toda madurez,
me uno a Gioconda y digo
que no hay placer más puro que amar como mujer
con manos de mujer,
la boca de mujer,
toda yo mujer madura
posando como al trueno

– libélula al fin -

mi alma al viento.












(Me siento igual de tibia, de inmadura o madura, de mayor o pequeña, de segura o no, que cuando lo escribi hace estos años, pero me reafirmo en todo lo que dije, hoy en este mi Alicante, que es por la tarde de un mes de castañas asadas y preludio de un invierno que no llega, arrullos de mar por fondo)

Vives, Concha, vives todos los dias en todas las estaciones! Recuerdo este poema, hoy se multiplica su gran valor al reafirmar tus versos. Abrazos,ERA

Raul Muñoz escribió: ↑Dom, 22 Ene 2023 3:11

Concha Vidal escribió: ↑Jue, 19 Ene 2023 19:08 A raíz de leer un `poema de Jerónimo, recupero este poema, ya publicado en su momento


Porque yo amaba de libélulas,
con manos de libélula
la boca de libélula ,
- toda yo -
posando como al viento.

Y yo,
la misma yo de hace treinta años,
me miro en el espejo
y veo los cincuenta marcados a cincel,
los labios,
la cuenca de los hombros
las manos
- tan pequeñas,-
los ojos verdiclaros,
mis piernas …
y no hay poso
en todo mi contorno que no haya vibrado en cada estación.

Y ríe el azogue en toda su angostura esta perversa inclinación
-tan mía –
a ver lo positivo,
de esta mujer que habla en menopausias,
que advierte que estas manos clavaron las palabras
y besan otras manos
llenando el cuenco de mis hombros
con mil granos de arena
y juegan a escondidas las marcas de este vientre
que fue ,
delicia de escalpelo .

Y ahora,
en toda madurez,
me uno a Gioconda y digo
que no hay placer más puro que amar como mujer
con manos de mujer,
la boca de mujer,
toda yo mujer madura
posando como al trueno

– libélula al fin -

mi alma al viento.












(Me siento igual de tibia, de inmadura o madura, de mayor o pequeña, de segura o no, que cuando lo escribi hace estos años, pero me reafirmo en todo lo que dije, hoy en este mi Alicante, que es por la tarde de un mes de castañas asadas y preludio de un invierno que no llega, arrullos de mar por fondo)

La Libélula suspendida en el aire. Atrapa este vuelo poético. Que se nutre de la tierra, con hondas raíces. Tal vez, una buena reunión de todas las mujeres: niña, joven, madre, anciana, que siempre son una y la misma. Gracias por compartir, Concha.

Un abrazo.