anochecido,
he vuelto a caminar por la playa desierta,
a esperar en la orilla que suba la marea,
como los painicos que al final del verano
caían sobre la arena tristes como sus alas,
mi alma volotea torpe en la resaca,
sin fuerzas, sin amor, sin verso que te nombre.
No ha podido volver al sueño de la vida
como estas aves negras que desafían las olas
que ha tiempo que eligieron otras playas oscuras
para dejar su vuelo entre el aire y el agua.
Volotear: Localismo ya en desuso, se utilizaba por “revolotear” en los barrios pescadores.
Playas oscuras: En mi ciudad las playas suelen estar llenas de luz, no así en algunos días que nos visitaban estas aves, con levante y cubiertos de nubes. Pero quise referirme al hecho de que eran playas de arena gris y gruesa, mucho menos molesta que la amarilla para sacudírtela.