Un monstruo atormentado
Publicado: Dom, 08 Ene 2023 12:38
Y tú y yo, separados por música y gemidos,
habitando en un mundo que no nos pertenece,
desvelamos los surcos del tiempo en nuestras almas.
(Las flores y los prados)
habitando en un mundo que no nos pertenece,
desvelamos los surcos del tiempo en nuestras almas.
(Las flores y los prados)
1
No me llames en la noche
silenciosa de tu manto y de tu olvido,
no me dejes soñar con la luz de la alborada
que transita por la estrella ansiosa que te alumbra,
por el lamento errante
de un hombre perseguido
que siempre me visita cuando pienso en tu alma
con la mueca suplicante de un monstruo atormentado.
2
Navego en las canciones profundas de esta tierra
que anuncia nuestro paso
y muerde su fatiga en los jazmines,
en castillos de naipes que se yerguen en una lágrima,
porque quiero mecerte en la memoria
de la muchacha de luz que muestra tu sonrisa por las calles
que nos vieron pasar y esconden tu figura en sus enaguas,
porque quiero sentir
que has vivido en la frente
la herida penetrante del sueño que germina en mi mirada,
los geranios que vibran solo con tu presencia.
3
La voz de tu fragancia vertida en los portales
se extiende por el barrio
donde ya nadie escucha la queja
siempre viva en los ojos de Billie Holiday,
ni la vena extraviada de Paul Simon que sigue
arañando las paredes en la estrofa sin ritmo
de tus sentimientos,
ni la cadena sujeta a los caminos tortuosos de una oración
que no encuentra su palabra y culmina en tu nombre,
en una vieja soledad que no envejece
mientras pasamos por la frontera
con un mensaje sin destino encallado en el fulgor de tu mirada,
en los soles dichosos que brillaron y nos sonríen con tristeza.
No me llames en la noche
silenciosa de tu manto y de tu olvido,
no me dejes soñar con la luz de la alborada
que transita por la estrella ansiosa que te alumbra,
por el lamento errante
de un hombre perseguido
que siempre me visita cuando pienso en tu alma
con la mueca suplicante de un monstruo atormentado.
2
Navego en las canciones profundas de esta tierra
que anuncia nuestro paso
y muerde su fatiga en los jazmines,
en castillos de naipes que se yerguen en una lágrima,
porque quiero mecerte en la memoria
de la muchacha de luz que muestra tu sonrisa por las calles
que nos vieron pasar y esconden tu figura en sus enaguas,
porque quiero sentir
que has vivido en la frente
la herida penetrante del sueño que germina en mi mirada,
los geranios que vibran solo con tu presencia.
3
La voz de tu fragancia vertida en los portales
se extiende por el barrio
donde ya nadie escucha la queja
siempre viva en los ojos de Billie Holiday,
ni la vena extraviada de Paul Simon que sigue
arañando las paredes en la estrofa sin ritmo
de tus sentimientos,
ni la cadena sujeta a los caminos tortuosos de una oración
que no encuentra su palabra y culmina en tu nombre,
en una vieja soledad que no envejece
mientras pasamos por la frontera
con un mensaje sin destino encallado en el fulgor de tu mirada,
en los soles dichosos que brillaron y nos sonríen con tristeza.