Editorial Alaire

CANCIÓN DE NAVIDAD

Recuerdo una mañana de domingo
en Navidad.
Mamá cosía ropa en la cocina,
mi abuela preparaba mazapán
y mi hermana jugaba con muñecas
tumbada en una manta.
La Singer y la radio competían
con los arrullos de las palomas
en el patio.
Una pequeña estufa calentaba
la estancia que albergaba nuestras vidas;
y yo, a pesar de no tener edad,
ya sabía que habría mazapán
caliente en nuestra mesa,
que mi madre tejía mimbres
de sueños y esperanzas,
y de que mi hermanita se olvidaba
en esa manta del invierno.
De vez en cuando
me iba a corretear por el pasillo
para que no se dieran cuenta
del miedo que me daba el frío
del resto de la casa (y para ver
brillar nuestro Belén).
Y allá, en el frío,
sabía que diciembre olía a estufa
de gas en la cocina;
que nuestra Navidad era mi madre,
la Singer
y mi abuela partiendo almendras
con un mazo;
la paz era mi hermana en una manta
y el arrullo de las palomas
en el patio.
¿Y el calor que sentía yo en el alma?
Ese calor venía del pasillo,
donde un Niño pequeño de escayola
sonreía,
para que no me diera cuenta
del frío que pasaba en el Belén.


--oOo--

Es entrañable que vuelvas a ser ese niño y que sepas expresarlo con tanto candor y nos hagas partícipes de tantas sensaciones que perduran. Recuerdos que nos acompañan, José Manuel, y que tú has convertido en poesía. Merece la pena lo que transmites y que lo compartas con acierto.

Un abrazo. Felices fiestas.

Qué dulzura desprende este poema; y cómo los recuerdos de la infancia se clavan en el alma. Preciosos versos.
Un abrazo grande y mis deseos de Paz.

¡Felices Fiestas, José Manuel! Una infancia de belenes y monaguillo, de villancicos en el coro de la iglesia y de frío y nieve mientras buscábamos tapines (trozos de hierba con tierra) y musgo para el belén de la iglesia... todo ello, junto al turrón y los polvorones navideños en la noche arrullada por el fuego de la cocina y los cuentos... todo ello y algo más me has traido a la memoria con una sonrisa. Gracias y un abrazo. Salud.