Los sueños se diluyen

[Ana Muela Sopeña]

El tiempo se columpia, inexorable,
sobre los horizontes del pasado.

Una ráfaga de mundos inasibles
se aparece en el umbral de la belleza.

A veces el presagio de la niebla
nos desliza por nodos de silencio
en el sonambulismo de la herida.

Cuando camino sola entre los árboles
hay un zumbido suave
de cables telefónicos.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.

Los sueños se diluyen
a través de las horas que se abisman
por las calles desnudas del recuerdo.


Ana Muela Sopeña

[Julio Gonzalez Alonso]

El paseo por la soledad, el silencio evocador del pasado y el tiempo, se apega al otoño de la edad como al frío del invierno. Que sean unos días de fiestas vividas con felicidad, Ana. Un abrazo. Salud.

[Mirta Elena Tessio]

El tiempo se columpia, inexorable,
sobre los horizontes del pasado.

Una ráfaga de mundos inasibles
se aparece en el umbral de la belleza.

A veces el presagio de la niebla
nos desliza por nodos de silencio
en el sonambulismo de la herida.

Cuando camino sola entre los árboles
hay un zumbido suave
de cables telefónicos.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.

Los sueños se diluyen
a través de las horas que se abisman
por las calles desnudas del recuerdo.


Ana Muela Sopeña

Ana te felicito por este poema que nos compartes , me traslade en estas dos estrofas, como si fuera yo caminando entre los áboles.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.
Hay armonia, silencios y quietud y los recuerdos son parte de tu historio.
Te dejo un abrazo Fuerte Ana por ser generosa con los compañeros.

[Mirta Elena Tessio]

El tiempo se columpia, inexorable,
sobre los horizontes del pasado.

Una ráfaga de mundos inasibles
se aparece en el umbral de la belleza.

A veces el presagio de la niebla
nos desliza por nodos de silencio
en el sonambulismo de la herida.

Cuando camino sola entre los árboles
hay un zumbido suave
de cables telefónicos.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.

Los sueños se diluyen
a través de las horas que se abisman
por las calles desnudas del recuerdo.


Ana Muela Sopeña

Ana te felicito por este poema que nos compartes , me traslade en estas dos estrofas, como si fuera yo caminando entre los áboles.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.
Hay armonia, silencios y quietud y los recuerdos son parte de tu historia.
Te dejo un abrazo Fuerte Ana por ser generosa con los compañeros.

[Pilar Morte]

Los sueños se diluyen
a través de las horas que se abisman
por las calles desnudas del recuerdo.

Reflejas el pasado por las calles, con serenidad y poesía.
Abrazos y felices fiestas.

[F. Enrique]

Una belleza melancólica que transmite, ese que pasea arrastrado por el tiempo, atado al recuerdo, podría ser cualquiera de nosotros. Sabes dotar de sentimiento a todo lo que dices.

Un abrazo.

[enrique sanmol]

Todo es efímero, Ana, aunque el recuerdo persista inexorable en nosotros, aunque la herida persista y presagie una eternidad antes de no sabemos muy bien qué.

Fuerte abrazo, compañera.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Julio, por tus palabras...

Un beso grande
Ana

[Marisa Peral]

El tiempo se columpia, inexorable,
sobre los horizontes del pasado.

Una ráfaga de mundos inasibles
se aparece en el umbral de la belleza.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.

Los sueños se diluyen
a través de las horas que se abisman
por las calles desnudas del recuerdo.


Ana Muela Sopeña

Qué buen poema, Ana, en la quietud de la soledad cobra fuerza la necesidad de conseguir los sueños, a pesar de las dificultades.
La última estrofa es genial.
Felicidades y un beso.

[gabriel capo vidal]

Hola Un bello, bellisimo poema. La nostalgia que siempre nos alcanza. Un beso Ana.

[Antonio Urdiales]

Que bonito y melancólico es ese pasear nostálgico, donde los recuerdos afloran por el parque, y donde ante lo efímero del tiempo, la realidad se impone y los sueños terminan diluyéndose, mi querida amiga.

Siempre es bueno abrir tu ventana y disfrutar el aroma de la buena poesía.

Un abrazo.

[Francesch Vicent]

"Todo pasa, todo queda, / pero lo nuestro es pasar / pasar haciendo camino...". Un hermoso poema que es un pausado, introspectivo y melancólico caminar por los recuerdos, que es el poso que siempre queda ante el paso inexorable del tiempo.
La estrofa siguiente me parece brillante y para enmarcar.

"Cuando camino sola entre los árboles
hay un zumbido suave
de cables telefónicos."

Saludos afectuosos, amiga y admirada poetisa.

[jose manuel saiz]

Qué bien transmite la melancolía y la nostalgia este precioso poema. Me ha gustado mucho, Ana. te felicito.
Un abrazo
J. manuel

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me ha gustado mucho, Ana Muela, sobre todo en esta interesante reflexión que planteas:

"Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo"

Todo un placer de lectura, querido amiga.

Bicos y felices pascuas.

[E. R. Aristy]

El tiempo se columpia, inexorable,
sobre los horizontes del pasado.

Una ráfaga de mundos inasibles
se aparece en el umbral de la belleza.

A veces el presagio de la niebla
nos desliza por nodos de silencio
en el sonambulismo de la herida.

Cuando camino sola entre los árboles
hay un zumbido suave
de cables telefónicos.

Nuestra oportunidad de la consciencia
se parece a un paisaje misterioso.
Lo observamos despacio, en la quietud,
al conocer lo efímero de todo.

Los sueños se diluyen
a través de las horas que se abisman
por las calles desnudas del recuerdo.


Ana Muela Sopeña

Me identifico con este paseo en el mundo circundante siendo alma viva, es decir mente y corazón unidos en el viaje. Es una bella caminata con ojos llenos de asombro y poder reflexivo. Es el espirítu encarnado quien mira a esos árboles. Abrazo, querida Ana. ERA