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Yo
Publicado: Mié, 14 Dic 2022 8:50
por Ramón Carballal
Y yo que fui tren en el mar, raíl de tu piel, surco
en la planicie de tu silencio. Y yo que vertí mi aurora
en la sospecha de una sombra que me guiñaba los ojos.
Yo que creí en los círculos blancos que nos unían,
yo que te pensé en los lugares que ya habitabas,
como un presagio o una adivinanza de futuro.
Yo que perseguí el sol de tu nombre en mi boca,
que quise ser el aire que agitara tus cabellos,
que amé la sincronía de los relojes que posaron
su sien en tu voz y en la mía. Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.
Re: Yo
Publicado: Mié, 14 Dic 2022 9:09
por Pilar Morte
Cada verso es un poema pleno de sentido, un cauce por el que navega la buena poesía. Felicidades.
Abrazos y Feliz Navidad
Re: Yo
Publicado: Mié, 14 Dic 2022 18:44
por Ramón Carballal
Gracias, Pilar, por tu lectura y palabras. Un abrazo y felices fiestas.
Re: Yo
Publicado: Mié, 14 Dic 2022 19:24
por Hallie Hernández Alfaro
.
Madre mía; un poema potente, intenso, hermoso y pleno de fuerza transmisora. El Yo que dio todo y, ahora sabe, de la inmovilidad de las rosas...
Gracias por compartir tan buena poesía, querido amigo.
Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Sab, 17 Dic 2022 8:57
por Antonio Urdiales
También en la tristeza de un poema por la pérdida del ser amado puede haber hermosura y buenas imágenes y tu poema da fe de ello.
Un fuerte abrazo.
Re: Yo
Publicado: Sab, 17 Dic 2022 13:55
por Ramón Carballal
Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Mié, 14 Dic 2022 19:24
.
Madre mía; un poema potente, intenso, hermoso y pleno de fuerza transmisora. El Yo que dio todo y, ahora sabe, de la inmovilidad de las rosas...
Gracias por compartir tan buena poesía, querido amigo.
Un abrazo.
Gracias, Hallie, por tus amables palabras. Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Sab, 17 Dic 2022 13:57
por Ramón Carballal
Armilo Brotón escribió: ↑Vie, 16 Dic 2022 22:33
Decirte amigo que me ha encantado, que me ha emocionado. Haces que sienta envidia y que comparta contigo ratos de pasión.
Un abrazote
Gracias, Armilo, comentarios como el tuyo también emocionan. Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Sab, 17 Dic 2022 13:58
por Ramón Carballal
Antonio Urdiales escribió: ↑Sab, 17 Dic 2022 8:57
También en la tristeza de un poema por la pérdida del ser amado puede haber hermosura y buenas imágenes y tu poema da fe de ello.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Antonio, por la lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo, amigo.
Re: Yo
Publicado: Sab, 17 Dic 2022 14:37
por F. Enrique
Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.
Me gusta, especialmente, tu poesía amorosa y aquella que además tiene guiños cinéfilos. No está mal, desde luego, pienso que no hay arena más difícil de la que salir victorioso, y tú lo logras, nos hablas de un amor herido y lo haces creíble y con belleza.
Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Dom, 18 Dic 2022 11:02
por Raul Muñoz
Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 14 Dic 2022 8:50
Y yo que fui tren en el mar, raíl de tu piel, surco
en la planicie de tu silencio. Y yo que vertí mi aurora
en la sospecha de una sombra que me guiñaba los ojos.
Yo que creí en los círculos blancos que nos unían,
yo que te pensé en los lugares que ya habitabas,
como un presagio o una adivinanza de futuro.
Yo que perseguí el sol de tu nombre en mi boca,
que quise ser el aire que agitara tus cabellos,
que amé la sincronía de los relojes que posaron
su sien en tu voz y en la mía. Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.
Para deleitarse. Una joya de la poesía nos dejas, Ramón. Me gusta la aliteración, parece que le da un tono como de letanía, que encaja muy bien para transmitir la ausencia de forma bella. Se entreteje la tristeza con la belleza, como en un proceso alquímico, y el resultado es el poema. Me gustó mucho.
Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Dom, 18 Dic 2022 19:33
por Julio Gonzalez Alonso
Acertadísimos versos en este poema donde yo son todos los demás o pueden reconocerse entre tus versos. Felicitaciones. Salud, Ramón.
Re: Yo
Publicado: Mar, 20 Dic 2022 11:16
por Ramón Carballal
F. Enrique escribió: ↑Sab, 17 Dic 2022 14:37
Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.
Me gusta, especialmente, tu poesía amorosa y aquella que además tiene guiños cinéfilos. No está mal, desde luego, pienso que no hay arena más difícil de la que salir victorioso, y tú lo logras, nos hablas de un amor herido y lo haces creíble y con belleza.
Un abrazo.
Mi agradecimiento por la lectura y el amable comentario. Un abrazo, Francisco.
Re: Yo
Publicado: Mar, 20 Dic 2022 11:17
por Ramón Carballal
Raul Muñoz escribió: ↑Dom, 18 Dic 2022 11:02
Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 14 Dic 2022 8:50
Y yo que fui tren en el mar, raíl de tu piel, surco
en la planicie de tu silencio. Y yo que vertí mi aurora
en la sospecha de una sombra que me guiñaba los ojos.
Yo que creí en los círculos blancos que nos unían,
yo que te pensé en los lugares que ya habitabas,
como un presagio o una adivinanza de futuro.
Yo que perseguí el sol de tu nombre en mi boca,
que quise ser el aire que agitara tus cabellos,
que amé la sincronía de los relojes que posaron
su sien en tu voz y en la mía. Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.
Para deleitarse. Una joya de la poesía nos dejas, Ramón. Me gusta la aliteración, parece que le da un tono como de letanía, que encaja muy bien para transmitir la ausencia de forma bella. Se entreteje la tristeza con la belleza, como en un proceso alquímico, y el resultado es el poema. Me gustó mucho.
Un abrazo.
Gracias, Raúl. Me alegra que te haya gustado este poema. Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Mar, 20 Dic 2022 11:17
por Ramón Carballal
Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Dom, 18 Dic 2022 19:33
Acertadísimos versos en este poema donde yo son todos los demás o pueden reconocerse entre tus versos. Felicitaciones. Salud, Ramón.
Gracias, Julio, por leer y comentar. Un abrazo.
Re: Yo
Publicado: Mié, 18 Ene 2023 17:12
por E. R. Aristy
Ramón Carballal escribió: ↑Mié, 14 Dic 2022 8:50
Y yo que fui tren en el mar, raíl de tu piel, surco
en la planicie de tu silencio. Y yo que vertí mi aurora
en la sospecha de una sombra que me guiñaba los ojos.
Yo que creí en los círculos blancos que nos unían,
yo que te pensé en los lugares que ya habitabas,
como un presagio o una adivinanza de futuro.
Yo que perseguí el sol de tu nombre en mi boca,
que quise ser el aire que agitara tus cabellos,
que amé la sincronía de los relojes que posaron
su sien en tu voz y en la mía. Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.
Hermoso poema, Ramon. Imagenes de gran pasion, dolorasas, como una joya ensartada en tus manos artisticas. Abrazos, ERA
Yo que perseguí el sol de tu nombre en mi boca,
que quise ser el aire que agitara tus cabellos,
que amé la sincronía de los relojes que posaron
su sien en tu voz y en la mía. Yo que viví en la penumbra,
al acecho de los visillos de tu casa, yo el que tiembla
ante el paisaje de tu huida, el que no ignora nunca
la latitud de tus sueños, el árbol que cobija el cuerpo
que ya no eres, la transparencia que aún guarda
la huella de tu paso, el alfil perdido en un tablero
de nieve. Yo el que ahora te niega con mil rosas
en los hombros, y un corazón sin alba.