El artista

[Raul Muñoz]

Toda la vida jugando con la muerte.

Miente la palabra sobre la vida o la muerte. Escribe un poema sobre la vida o la muerte. La infancia lleva la cruz al calvario. Allí aprende la lección. La sangre redime la mentira. Hace presencia el silencio. Balbucea el abandono mientras agoniza.

Esposado a la farola, dejó que todos pasaran por delante. Algunos iban con prisa y lo vieron por el rabillo del ojo. Otros miraban perplejos sin saber qué decir. Algunos, desde la distancia, lanzaban piedras, insultaban al pobre infeliz esposado. Una señora se acercó, sonreía ofreciendo un pedazo de pan al artista de la farola. Mientras los más escandalizados llamaban a la policía.

Todo es revelado.

Llevaron la pecera frente al artista. Le quitaron las esposas. Con la caña de bambú golpeaban su coronilla. Querían obligarlo para que cogiera un pez. Allí parado sonreía mientras golpeaban sus manos con impaciencia. Muchos se preguntaban «¿por qué no coge el pez?». Un espontaneo rompió el cordón policial, propinando una fuerte patada al artista. Aguantaba el tipo sin ceder a la presión. Todos estaban escandalizados por la escena. El aire acariciaba el rostro del artista, amaba las esposas, el afán desmedido del abandono.

Detenido por resistencia a la autoridad.

Lo llevaron a la comisaria de la nacional. Pasó una hora en el calabozo.
Con tiza pintó el círculo. «Todo y nada es lo mismo» pensaba el artista
lanzando la peonza. Sin hacer nada había vencido cualquier resistencia.

Disfrutaba jugando.

[gabriel capo vidal]

Me ha gustado mucho tu relato. Tiene tantas interpretaciones. Merece varias lecturas. Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Me ha gustado mucho tu relato. Tiene tantas interpretadores. Merece varias lecturas. Un abrazo.

¡ Celebro que te hayan gustado las locuras del artista !

Un abrazo Gabriel.