Editorial Alaire

Ricardo López Castro escribió: ↑Lun, 21 Nov 2022 12:50 Tienes dudas muy importantes, una inquietud vital, que solo tienen los que van más allá de la realidad impuesta.
Y este poema, créeme, es un filón, un hallazgo.
Hay preguntas que no tienen respuesta, simplemente porque no son preguntas.
Esas cuestiones y dilemas se responden desde dentro, y una vez te percatas de que abres con ello contradicciones, te das cuenta de que no merece tanto la pena.
Profundizar es un arma de doble filo.
Yo tengo experiencia, y mucha en esto de las búsquedas, la culpa, el aislamiento, la soledad.
Si yo te preguntase si existe el alma, no me podrías contestar a ciencia cierta, pero sí tendrías una opinión, aunque endeble, ya que ése es un concepto engendrado para purgar los pecados, o para hacer de vehículo hacia la otra vida, o simplemente otras siete premisas que el hombre no puede imaginar, plasmar, acreditar.
Lo que quiero decir con esto, es que la humanidad en general, cuando no sabe algo que quiere saber, se lo inventa.
Muchas doctrinas nacen de ello.
El hombre necesita creer en algo, pues de lo contrario se convertiría en un vertedero de palabras.
El poeta es inquieto y curioso.
La soledad no.
Ni siquiera la conocemos.
Todo tiene etiquetas, pero no se puede dar fe de algo que creemos que juega en nuestra contra.
Utilicemos lo que conocemos para establecer nuestros límites.
Gracias por este gran breve y potente poema introspectivo, me ha encantado leerlo.

Un fuerte abrazo desde Galicia.
Y también mucha, mucha salud y felicidad, amigo mío.





[size=150 Querido compañero y amigo mío. Desde el sur del sur, no solo recojo tu magnífico comentario, sino el grandioso y filosófico mensa que le ofreces a mi pobre poema. Has desgranado los versos de una manera o forma, tan veraz que, aquello que el poema pueda ocultar, tú le otorgas plena vivencia. Tu mensaje ofrece una cantidad de matices, propios de quien sabe cual es la mano derecha, o la mano izquierda para señalar, con sincera equidad, los diferentes movimientos del poema. Por las circunstancias ya conocidas, no puedo, ni debo, ejercitar la vista que me está dando una mala pasada,
Amigo mío, mi agradecimiento total, desde la soledad de mi isla.

José Manuel F. Febles

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