Editorial Alaire

Jerónimo Muñoz escribió: ↑Vie, 18 Nov 2022 13:57 POEMAS DE MÍ (VIII)

Desead, desead conmigo.
Es tan bello el deseo. Es tan triste la quietud.
El deseo es la fuerza que nos impulsa,
La pasión es efímera; el deseo, inmortal.
Deseemos ser ese que nos espera,
a no dejarnos adormecer por la sangre de la Historia.
Seamos la punta de una flecha lanzada
que vuela por el aire conduciendo en su asta cuerpos vivos.
No seamos de los que se anquilosan
buscando una seguridad de plomo,
desprendidos de la flecha que avanza,
esa flecha que, en su punta y en su asta,
llevan el deseo, la aspiración,
la búsqueda de otro cuerpo infinito,
para clavarse en él,
morir en él,
nacer en él,
trascender.
No preguntéis nunca por razones paridas por las sienes,
seguid a ese caballo, alojado en vuestro pecho,
que quiere galopar por las llanuras del deseo.
Porque el deseo está dentro de vosotros,
dentro de mí.
Desprovistos de ideas, habéis de encontrarlo,
como yo lo encontré.
Y, una vez descubierto, vivamos a su sombra.
Que no os moleste la claridad de lo axiomático,
que no os entristezcan las llagas de la Historia.
Yo estoy con vosotros, con los que buscáis.
Estoy con todos los que sufrís
sin saber por qué.
Yo soy otro cuerpo más entre los vuestros
pero, después de darle vueltas a mi corazón,
quiero ensañaros lo poco que aprendí;
si deseáis, si de verdad deseáis,
dejaos llevar por el amor.

Francisco Lobo escribió: ↑Vie, 18 Nov 2022 17:53

Jerónimo Muñoz escribió: ↑Vie, 18 Nov 2022 13:57 POEMAS DE MÍ (VIII)

Desead, desead conmigo.
Es tan bello el deseo. Es tan triste la quietud.
El deseo es la fuerza que nos impulsa,
La pasión es efímera; el deseo, inmortal.
Deseemos ser ese que nos espera,
a no dejarnos adormecer por la sangre de la Historia.
Seamos la punta de una flecha lanzada
que vuela por el aire conduciendo en su asta cuerpos vivos.
No seamos de los que se anquilosan
buscando una seguridad de plomo,
desprendidos de la flecha que avanza,
esa flecha que, en su punta y en su asta,
llevan el deseo, la aspiración,
la búsqueda de otro cuerpo infinito,
para clavarse en él,
morir en él,
nacer en él,
trascender.
No preguntéis nunca por razones paridas por las sienes,
seguid a ese caballo, alojado en vuestro pecho,
que quiere galopar por las llanuras del deseo.
Porque el deseo está dentro de vosotros,
dentro de mí.
Desprovistos de ideas, habéis de encontrarlo,
como yo lo encontré.
Y, una vez descubierto, vivamos a su sombra.
Que no os moleste la claridad de lo axiomático,
que no os entristezcan las llagas de la Historia.
Yo estoy con vosotros, con los que buscáis.
Estoy con todos los que sufrís
sin saber por qué.
Yo soy otro cuerpo más entre los vuestros
pero, después de darle vueltas a mi corazón,
quiero ensañaros lo poco que aprendí;
si deseáis, si de verdad deseáis,
dejaos llevar por el amor.

De toda la serie, este es el que más me gustó. Me pregunto como un hombre con tú, de "ciencias", puede tener un vocabulario tan rico y una concatenación de ideas tan claras y a la vez complejas...y versos tan geniales. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Mar, 22 Nov 2022 8:22 .

Creo que es un continente entero este gran poema, amigo.

Gracias por estar y ser con nosotros.

Abrazos.

Pilar Morte escribió: ↑Mar, 22 Nov 2022 9:51 si deseáis, si de verdad deseáis,
dejaos llevar por el amor.

Qué buen final, que resume el poema, para dar sentido a la vida. Me identifico, aunque sea difícil, con tus hermosos y logrados versos.
Abrazos

Jerónimo Muñoz escribió: ↑Vie, 18 Nov 2022 13:57 POEMAS DE MÍ (VIII)

Desead, desead conmigo.
Es tan bello el deseo. Es tan triste la quietud.
El deseo es la fuerza que nos impulsa.
La pasión es efímera; el deseo, inmortal.
Deseemos ser ese que nos espera,
a no dejarnos adormecer por la sangre de la Historia.
Seamos la punta de una flecha lanzada
que vuela por el aire conduciendo en su asta cuerpos vivos.
No seamos de los que se anquilosan
buscando una seguridad de plomo,
desprendidos de la flecha que avanza,
esa flecha que, en su punta y en su asta,
llevan el deseo, la aspiración,
la búsqueda de otro cuerpo infinito,
para clavarse en él,
morir en él,
nacer en él,
trascender.
No preguntéis nunca por razones paridas por las sienes,
seguid a ese caballo, alojado en vuestro pecho,
que quiere galopar por las llanuras del deseo.
Porque el deseo está dentro de vosotros,
dentro de mí.
Desprovistos de ideas, habéis de encontrarlo,
como yo lo encontré.
Y, una vez descubierto, vivamos a su sombra.
Que no os moleste la claridad de lo axiomático,
que no os entristezcan las llagas de la Historia.
Yo estoy con vosotros, con los que buscáis.
Estoy con todos los que sufrís
sin saber por qué.
Yo soy otro cuerpo más entre los vuestros
pero, después de darle vueltas a mi corazón,
quiero ensañaros lo poco que aprendí;
si deseáis, si de verdad deseáis,
dejaos llevar por el amor.