Editorial Alaire

Tiende tu mano
al limbo de la tierra
donde creció el nogal de nueces dulces.

Allí guardamos los rescoldos
de las brasas que hicimos juntos,
destilamos la guinda
de nuestra vida
y retamos al dolor
con todo el éter de la adormidera.

Ahora duerme
en el sueño cautivo
de la madre anhelante.

Oh, que precioso poema! Me alegra mucho ser el primero en decírtelo. La Tierra... el limbo, la adormidera... todos simbolos preciosos en unos versos excelentes.
Un abrazo.
J. manuel

No sabes cuánto me emocionan siempre tus comentarios.

Un abracísimo enorme, por tu delicadeza.
Ana.

Hermoso poema, Ana, lo he disfrutado. Un saludo.

Muy bello, Ana.

Blanca

Ana Prado escribió:Tiende tu mano
al limbo de la tierra
donde creció el nogal de nueces dulces.

Allí guardamos los rescoldos
de las brasas que hicimos juntos,
destilamos la guinda
de nuestra vida
y retamos al dolor
con todo el éter de la adormidera.

Ahora duerme
en el sueño cautivo
de la madre anhelante.

Me gustó y mucho. Preciosos versos
Un abrazo
Pilar

con serenidad transcurren tus letras,
destaco este verso, realmente inspirado,


las brasas que hicimos juntos



te mando un abrazo

.

Que bien se deslizan tus versos serenos, calmos.

Me gustó el poema, un placer leerte.

Un saludo.

Gio.

Gracias Ramón por tu paso, y por tus palabras.
Un saludo.

Ana.

Muchísimas gracias, Blanca. Es un placer, siempre, saludarte.
Ana.

Gracias, Pilar, por dejarme ese "Me gustó y mucho". Para mí es un honor y grande.
Un abrazo.
Ana.

Anita, en estos mis días grises tu poema abrió las nubes y me calentaron rayitos de sol tibio, gracias poeta, me dejas paz.

Bendiciones

Maricruz

Gracias, Alonso por tu paso y me alegra que destaques ese verso, en concreto. Fue realmente inspirado.
Otro abrazo.
Ana.

Gracias por tus palabraS. También es, para mí, un placer tener tu comentario.
Un abrazo.
Ana.

Es siempre, una satifacción enorme, para mí, tu paso por mis versos; por eso no puedo consentir que tengas días grises.
Un abracísimo.
Ana.