Editorial Alaire

José Manuel F. Febles escribió: ↑Lun, 05 Dic 2022 12:12

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 29 Oct 2022 8:19 Tú eres la playa y yo el faro,
tú la ciudad de piedra, yo la ciudad de agua.

Tu acento lo imité con mi voz más dulce,
mi acento le dio a tus frases un ansia de luz,
un perenne fulgor.

Descubrirnos fue como vestirse con la sombra del otro,
esa silueta furtiva que nos persigue y nos dibuja por los suelos
y las paredes de la casa.

De ti aprendí los colores de la heráldica,
me desvelaste los misterios que la pintura encubre,
en los meses de otoño-los bosques húmedos-calzabas botas de militar,
bajo un chubasquero azul recogías los frutos de los árboles,
de los prados y la umbría, las pálidas setas.

Yo quise enseñarte las películas que casi nadie vio,
los libros que me hicieron mayor cuando aún era joven,
los bares donde decirnos algo inventaba un idioma.

Dos mundos no tienen por qué chocar,
a veces son ósmosis de luz, de pasión y tiempo,
fluidos que se mixturan en la ojiva del ser.

Y es que, de pronto, ya no somos extraños,
tú me miras como yo me miro;
y yo te veo como si un espejo
reflejara tu alma
con la forma de la mía.

Querido compañero, excelente premio para quien se lo merece.

Desde la soledad de mi isla, un abrazo.

José Manuel F. Febles

Gracias, José Manuel, por tus palabras. Un abrazo, amigo.

enrique sanmol escribió: ↑Dom, 04 Dic 2022 16:01 Enhorabuena, Ramón, por el poema y la distinción. Gran poema de amor correspondido.

Un cordial saludo.

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 29 Oct 2022 8:19 Tú eres la playa y yo el faro,
tú la ciudad de piedra, yo la ciudad de agua.

Tu acento lo imité con mi voz más dulce,
mi acento le dio a tus frases un ansia de luz,
un perenne fulgor.

Descubrirnos fue como vestirse con la sombra del otro,
esa silueta furtiva que nos persigue y nos dibuja por los suelos
y las paredes de la casa.

De ti aprendí los colores de la heráldica,
me desvelaste los misterios que la pintura encubre,
en los meses de otoño-los bosques húmedos-calzabas botas de militar,
bajo un chubasquero azul recogías los frutos de los árboles,
de los prados y la umbría, las pálidas setas.

Yo quise enseñarte las películas que casi nadie vio,
los libros que me hicieron mayor cuando aún era joven,
los bares donde decirnos algo inventaba un idioma.

Dos mundos no tienen por qué chocar,
a veces son ósmosis de luz, de pasión y tiempo,
fluidos que se mixturan en la ojiva del ser.

Y es que, de pronto, ya no somos extraños,
tú me miras como yo me miro;
y yo te veo como si un espejo
reflejara tu alma
con la forma de la mía.

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 29 Oct 2022 8:19 Tú eres la playa y yo el faro,
tú la ciudad de piedra, yo la ciudad de agua.

Tu acento lo imité con mi voz más dulce,
mi acento le dio a tus frases un ansia de luz,
un perenne fulgor.

Descubrirnos fue como vestirse con la sombra del otro,
esa silueta furtiva que nos persigue y nos dibuja por los suelos
y las paredes de la casa.

De ti aprendí los colores de la heráldica,
me desvelaste los misterios que la pintura encubre,
en los meses de otoño-los bosques húmedos-calzabas botas de militar,
bajo un chubasquero azul recogías los frutos de los árboles,
de los prados y la umbría, las pálidas setas.

Yo quise enseñarte las películas que casi nadie vio,
los libros que me hicieron mayor cuando aún era joven,
los bares donde decirnos algo inventaba un idioma.

Dos mundos no tienen por qué chocar,
a veces son ósmosis de luz, de pasión y tiempo,
fluidos que se mixturan en la ojiva del ser.

Y es que, de pronto, ya no somos extraños,
tú me miras como yo me miro;
y yo te veo como si un espejo
reflejara tu alma
con la forma de la mía.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Lun, 05 Dic 2022 17:49 Enhorabuena, Ramón. En realidad, cada poema tuyo podría ser perfectamente el de cada semana. Salud.

Javier Dicenzo escribió: ↑Lun, 05 Dic 2022 21:00 Hermosa enumeración de la realidad un placer pasar por tu obra.
javier

xaime oroza carballo escribió: ↑Mar, 06 Dic 2022 1:13

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 29 Oct 2022 8:19 Tú eres la playa y yo el faro,
tú la ciudad de piedra, yo la ciudad de agua.

Tu acento lo imité con mi voz más dulce,
mi acento le dio a tus frases un ansia de luz,
un perenne fulgor.

Descubrirnos fue como vestirse con la sombra del otro,
esa silueta furtiva que nos persigue y nos dibuja por los suelos
y las paredes de la casa.

De ti aprendí los colores de la heráldica,
me desvelaste los misterios que la pintura encubre,
en los meses de otoño-los bosques húmedos-calzabas botas de militar,
bajo un chubasquero azul recogías los frutos de los árboles,
de los prados y la umbría, las pálidas setas.

Yo quise enseñarte las películas que casi nadie vio,
los libros que me hicieron mayor cuando aún era joven,
los bares donde decirnos algo inventaba un idioma.

Dos mundos no tienen por qué chocar,
a veces son ósmosis de luz, de pasión y tiempo,
fluidos que se mixturan en la ojiva del ser.

Y es que, de pronto, ya no somos extraños,
tú me miras como yo me miro;
y yo te veo como si un espejo
reflejara tu alma
con la forma de la mía.

Esquisita, sublime a proposta, Ramón. Non a tiña lido. Estarrecedor o achegamento das dúas almas.
Vaian os meus máis fondos parabéns.

Unha aperta, meu.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mar, 06 Dic 2022 13:01 Fabuloso poema, Ramón:

Ese "vestirse con la sombra del otro" me parece un acierto en fondo y forma.

Un poema para disfrutar plenamente.

Enhorabuena doble: por el poema y por el galardón.

Aplausos
Un beso
Ana

Mirta Elena Tessio escribió: ↑Mar, 06 Dic 2022 14:12

Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 29 Oct 2022 8:19 Tú eres la playa y yo el faro,
tú la ciudad de piedra, yo la ciudad de agua.

Tu acento lo imité con mi voz más dulce,
mi acento le dio a tus frases un ansia de luz,
un perenne fulgor.

Descubrirnos fue como vestirse con la sombra del otro,
esa silueta furtiva que nos persigue y nos dibuja por los suelos
y las paredes de la casa.

De ti aprendí los colores de la heráldica,
me desvelaste los misterios que la pintura encubre,
en los meses de otoño-los bosques húmedos-calzabas botas de militar,
bajo un chubasquero azul recogías los frutos de los árboles,
de los prados y la umbría, las pálidas setas.

Yo quise enseñarte las películas que casi nadie vio,
los libros que me hicieron mayor cuando aún era joven,
los bares donde decirnos algo inventaba un idioma.

Dos mundos no tienen por qué chocar,
a veces son ósmosis de luz, de pasión y tiempo,
fluidos que se mixturan en la ojiva del ser.

Y es que, de pronto, ya no somos extraños,
tú me miras como yo me miro;
y yo te veo como si un espejo
reflejara tu alma
con la forma de la mía.

Bellisimo es poco, es hermoso el poema van mis felicitaciones por elegirlo como poema de la semana. Y un fuerte abrazo Ramón te lo mereces.-

Ventura Morón escribió: ↑Jue, 08 Dic 2022 17:50 Enhorabuena Ramón por este hermoso poema que vivifica el alma y la echa a volar.
Me gusta el lenguaje que utilizas, muy llegador, y a la vez muy concreto (el término de ojiva del ser creo que es un descubrimiento precioso que visualiza perfectamente el poema).
Un gusto leerte siempre, y felicitarte en esta ocasión como en muchas.
Un gran abrazo