Pesadilla
Publicado: Jue, 20 Oct 2022 12:21
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
(Jorge Guillén)
(Jorge Guillén)
No mires dentro
de la mano apagada de una estrella,
no escribas tus deseos en la noche que olvida
la terca remembranza de libros y jazmines,
sigue en la ruta ronca de un sueño perseguido
a pesar de los charcos que no dejan salida,
a pesar del silencio
que devora las piedras que mueren en la playa.
Las calles, los poemas me parecen los mismos,
envueltos en la niebla
de un día arrinconado, de una hoja caída
que no pueden tenerte
mientras veo las rocas retorcerse en el fango
como un amor sin nombre que no alcanza tu rostro.
No se detiene el alma de los astros azules,
no se detiene el sol de la niñez sentida
que vaga por el aire firme de los recuerdos
que no pueden tener tu alegría y tu pena.
Porque tú te detienes en la niña perdida
que no mira hacia atrás,
en la angustia y el miedo carentes de equipaje
como un bosque de muerte que altera lo vivido
y deja su palabra
en un sueño de luz que cubre las cenizas,
en un amor sin suerte que sangra el horizonte.
de la mano apagada de una estrella,
no escribas tus deseos en la noche que olvida
la terca remembranza de libros y jazmines,
sigue en la ruta ronca de un sueño perseguido
a pesar de los charcos que no dejan salida,
a pesar del silencio
que devora las piedras que mueren en la playa.
Las calles, los poemas me parecen los mismos,
envueltos en la niebla
de un día arrinconado, de una hoja caída
que no pueden tenerte
mientras veo las rocas retorcerse en el fango
como un amor sin nombre que no alcanza tu rostro.
No se detiene el alma de los astros azules,
no se detiene el sol de la niñez sentida
que vaga por el aire firme de los recuerdos
que no pueden tener tu alegría y tu pena.
Porque tú te detienes en la niña perdida
que no mira hacia atrás,
en la angustia y el miedo carentes de equipaje
como un bosque de muerte que altera lo vivido
y deja su palabra
en un sueño de luz que cubre las cenizas,
en un amor sin suerte que sangra el horizonte.