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Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Mar, 22 Nov 2022 19:51
por Francisco Lobo
Armilo Brotón escribió: Vie, 14 Oct 2022 2:12 Hermoso poema, estimado Paco, que siento como una declaración de principios con la que me identifico. El vigor de las imágenes me anima a la búsqueda de la pasión, cuando la pasión puede decaer con los años, acomodando nuestros pasos a la resignación y el olvido.

Te mando un abrazo grande y mi admiración
Gracias, Armilo. Un abrazo.

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 23 Dic 2022 17:41
por Francisco Lobo
Jerónimo Muñoz escribió: Sab, 15 Oct 2022 22:03 No eres tú quien se asoma aquí, sino tu maestría. Tu voz rebasa todos los límites de la poesía de hoy y de siempre. Siempre es un verdadero placer reencontrarte,

Un abrazo.

Jerónimo

Gracias, Jerónimo. Un abrazote

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 23 Dic 2022 17:43
por Francisco Lobo
F. Enrique escribió: Mar, 18 Oct 2022 9:43
Eras en mí mucho antes de que nacieras, antes de que llegaras,
antes de incendiarse el sol.
Y ladraban los perros de la pus,
y yo era máscara de nada
e iba desnudo por la noche del mundo intocado
rascándome tu ausencia con trozos de versos.

Enorme poema, Francisco, con esa obsesión incontenible por los perros y sus aullidos, como si fuera el poema de Pasolini que, por los huertos, nos presenta a la muerte, puede ser esa nada que nunca podemos comprender y que sufrimos mientras estamos despiertos o lo soñamos. El poema está entre lo mejor que te he leído, y eso es mucho decir.

Un abrazo.
Gracias, Enrique. Feliz Navidad. Un abrazo.

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 23 Dic 2022 17:45
por Francisco Lobo
Hallie Hernández Alfaro escribió: Mié, 19 Oct 2022 15:53 .

Muy bueno, Paco; hay una fuerza admirable que sostiene el poema, arrastra consigo sentimientos muy vivos.

Ha sido un placer de lectura; mil gracias por estar.

Un abrazo.
Gracias, amiga. Un abrazo y mis mejores deseos para Navidad

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 23 Dic 2022 20:25
por Raul Muñoz
Francisco Lobo escribió: Jue, 13 Oct 2022 11:10 Cincuenta versos para Eira


Sin ajustarme a la vida,
bañándome en el río de una soledad nunca evanescente,
entro en la ciudad íntima y profunda
que lleva tu nombre.
Camino dentro de mí en el oscuro callejero de ti,
(por tus pechos, por los estanques de tus ojos,
por las aceras de tus labios)
en recuerdos, susurros. Soy hombre y nada.
Amanece la tristeza de diciembre sin rumor de pájaros.
El tiempo muere, muero yo; tu rostro…
siempre está vivo, nunca se ata a los años.
Tú eres un poema que aletea por calles desiertas.
Ladran los perros (mi dolor ladra y tiene fauces rabiosas),
oscuros aullidos, perros en un alma que te busca
sin pulso ni descanso en mis adentros
por avenidas y parques atados al invierno
en esa ciudad en que un día fui feliz.
Ladran y dentellean con estupor y casi llanto
al pájaro nocturno, demonio o poeta
que escribe destejiendo horas y minutos a la vida
en tanto tú aleteas por las callejas desiertas.
Ya sabía yo de ladridos de perros.
Te esperaba desde siempre, callado
en esa ciudad íntima, profunda y secreta (y los perros ladraban).
Era yo entonces herrumbre más allá de la luz y las sombras,
intervalo de vida en vez en cuando,
tiniebla vagabunda o eco de pasos
en avenidas de mayos con hielo,
donde daba espanto el sentirlos ladrar.
Al filo de mi muerte llegaste tú, tan fugaz.
Toda ímpetu de luz fuiste.
Eras en mí mucho antes de que nacieras, antes de que llegaras,
antes de incendiarse el sol.
Y ladraban los perros de la pus,
y yo era máscara de nada
e iba desnudo por la noche del mundo intocado
rascándome tu ausencia con trozos de versos.
Y ladraba mi dolor por sentirme solo,
sombra de lo que nunca fui,
un cuerpo deshabitado refugiado en un nombre,
que se arrastraba por las aceras
y subía por la vida como un niño ciego
baja unas escaleras:
palpando tu ausencia, el vacío y la nada,
buscado el pan de vida que eras tú.
El viento reía. Reías tú, Eira, y también reía dios,
el rostro de dios como una burla.
Y los perros ladraban y aullaban en mi íntima soledad,
y ladraban y aullaban sabiéndome perdido y solo,
buscándote en las noches de las tortuosas
y vaciadas callejas de mi alma,
inexorablemente.
Y ladran.
Llega este poema hasta el fondo, tan adentro, que casi te deja sin palabras. Mi enhorabuena, Francisco, y gracias por dejarnos esta joya.

Un abrazo, y felices fiestas.

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 23 Dic 2022 20:50
por J. J. Martínez Ferreiro
Vuelvo a este magnífico poema para releer y desearte Felices Pascuas para ti y todos los tuyos.

Un fuerte abrazo, hermano Lobo

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Jue, 29 Dic 2022 0:36
por E. R. Aristy
Francisco Lobo escribió: Jue, 13 Oct 2022 11:10 Cincuenta versos para Eira


Sin ajustarme a la vida,
bañándome en el río de una soledad nunca evanescente,
entro en la ciudad íntima y profunda
que lleva tu nombre.
Camino dentro de mí en el oscuro callejero de ti,
(por tus pechos, por los estanques de tus ojos,
por las aceras de tus labios)
en recuerdos, susurros. Soy hombre y nada.
Amanece la tristeza de diciembre sin rumor de pájaros.
El tiempo muere, muero yo; tu rostro…
siempre está vivo, nunca se ata a los años.
Tú eres un poema que aletea por calles desiertas.
Ladran los perros (mi dolor ladra y tiene fauces rabiosas),
oscuros aullidos, perros en un alma que te busca
sin pulso ni descanso en mis adentros
por avenidas y parques atados al invierno
en esa ciudad en que un día fui feliz.
Ladran y dentellean con estupor y casi llanto
al pájaro nocturno, demonio o poeta
que escribe destejiendo horas y minutos a la vida
en tanto tú aleteas por las callejas desiertas.
Ya sabía yo de ladridos de perros.
Te esperaba desde siempre, callado
en esa ciudad íntima, profunda y secreta (y los perros ladraban).
Era yo entonces herrumbre más allá de la luz y las sombras,
intervalo de vida en vez en cuando,
tiniebla vagabunda o eco de pasos
en avenidas de mayos con hielo,
donde daba espanto el sentirlos ladrar.
Al filo de mi muerte llegaste tú, tan fugaz.
Toda ímpetu de luz fuiste.
Eras en mí mucho antes de que nacieras, antes de que llegaras,
antes de incendiarse el sol.
Y ladraban los perros de la pus,
y yo era máscara de nada
e iba desnudo por la noche del mundo intocado
rascándome tu ausencia con trozos de versos.
Y ladraba mi dolor por sentirme solo,
sombra de lo que nunca fui,
un cuerpo deshabitado refugiado en un nombre,
que se arrastraba por las aceras
y subía por la vida como un niño ciego
baja unas escaleras:
palpando tu ausencia, el vacío y la nada,
buscado el pan de vida que eras tú.
El viento reía. Reías tú, Eira, y también reía dios,
el rostro de dios como una burla.
Y los perros ladraban y aullaban en mi íntima soledad,
y ladraban y aullaban sabiéndome perdido y solo,
buscándote en las noches de las tortuosas
y vaciadas callejas de mi alma,
inexorablemente.
Y ladran.
Una canción de amor a la Tierra ( en Sanskrit) escrita con un ángel de amor en las entrañas. Un poema de exuberante belleza y dolor. Pertenecer y sentirse solo a la vez, es poesía pura de valor endémico. Te felicito, Francisco Lobo por tan bella obra. Abrazos, ERA

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 06 Ene 2023 9:40
por Francisco Lobo
J. J. Martínez Ferreiro escribió: Vie, 23 Dic 2022 20:50 Vuelvo a este magnífico poema para releer y desearte Felices Pascuas para ti y todos los tuyos.

Un fuerte abrazo, hermano Lobo
Que en este año se cumplan todos tus deseos, amigo gallego. Gracias, un abrazo.

Re: Cincuenta versos para Eira

Publicado: Vie, 06 Ene 2023 9:42
por Francisco Lobo
E. R. Aristy escribió: Jue, 29 Dic 2022 0:36
Francisco Lobo escribió: Jue, 13 Oct 2022 11:10 Cincuenta versos para Eira


Sin ajustarme a la vida,
bañándome en el río de una soledad nunca evanescente,
entro en la ciudad íntima y profunda
que lleva tu nombre.
Camino dentro de mí en el oscuro callejero de ti,
(por tus pechos, por los estanques de tus ojos,
por las aceras de tus labios)
en recuerdos, susurros. Soy hombre y nada.
Amanece la tristeza de diciembre sin rumor de pájaros.
El tiempo muere, muero yo; tu rostro…
siempre está vivo, nunca se ata a los años.
Tú eres un poema que aletea por calles desiertas.
Ladran los perros (mi dolor ladra y tiene fauces rabiosas),
oscuros aullidos, perros en un alma que te busca
sin pulso ni descanso en mis adentros
por avenidas y parques atados al invierno
en esa ciudad en que un día fui feliz.
Ladran y dentellean con estupor y casi llanto
al pájaro nocturno, demonio o poeta
que escribe destejiendo horas y minutos a la vida
en tanto tú aleteas por las callejas desiertas.
Ya sabía yo de ladridos de perros.
Te esperaba desde siempre, callado
en esa ciudad íntima, profunda y secreta (y los perros ladraban).
Era yo entonces herrumbre más allá de la luz y las sombras,
intervalo de vida en vez en cuando,
tiniebla vagabunda o eco de pasos
en avenidas de mayos con hielo,
donde daba espanto el sentirlos ladrar.
Al filo de mi muerte llegaste tú, tan fugaz.
Toda ímpetu de luz fuiste.
Eras en mí mucho antes de que nacieras, antes de que llegaras,
antes de incendiarse el sol.
Y ladraban los perros de la pus,
y yo era máscara de nada
e iba desnudo por la noche del mundo intocado
rascándome tu ausencia con trozos de versos.
Y ladraba mi dolor por sentirme solo,
sombra de lo que nunca fui,
un cuerpo deshabitado refugiado en un nombre,
que se arrastraba por las aceras
y subía por la vida como un niño ciego
baja unas escaleras:
palpando tu ausencia, el vacío y la nada,
buscado el pan de vida que eras tú.
El viento reía. Reías tú, Eira, y también reía dios,
el rostro de dios como una burla.
Y los perros ladraban y aullaban en mi íntima soledad,
y ladraban y aullaban sabiéndome perdido y solo,
buscándote en las noches de las tortuosas
y vaciadas callejas de mi alma,
inexorablemente.
Y ladran.
Una canción de amor a la Tierra ( en Sanskrit) escrita con un ángel de amor en las entrañas. Un poema de exuberante belleza y dolor. Pertenecer y sentirse solo a la vez, es poesía pura de valor endémico. Te felicito, Francisco Lobo por tan bella obra. Abrazos, ERA
Gracias, ERA, por tus generosas palabras. Un gran abrazo.