Editorial Alaire

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El humo sabotea algunas madrugadas o peor aún, las hace invisibles al recuerdo.
Me gustaba mucho el verso final antes del cambio que has hecho.

Seguimos, querido compañero.

Un abrazo.

Ricardo López Castro escribió: ↑Sab, 08 Oct 2022 18:21 El matiz sigiloso del ocre en las paredes
cubre las telarañas,
no se escuchan las ráfagas de humo,
ni al polvo revolar entre los muebles.

Vacío el cenicero tras cada cigarrillo.
Mi favorito es el primero del día,
y a veces lo adelanto, fumo de madrugada,
nada se ve,
ni nada cobra vida.

Con la apatía, por así llamarla,
cobra sentido el tiempo,
¿cuánto faltará para la cena?
Miradita al reloj.

Todo va bien...
Comida y fumeteo,
y luego para cama.

Interiorizo un tópico que rebota en mi mente:
"No debes tirar todo por la borda."

¿Qué coño pretendí decir con eso?
Disculpen, si ha sido de mal gusto.
El ambiente me ciega.

Toso y le doy la última calada.

Pues fumar da cáncer. Me gusta la jovialidad del poema. Aún ando haciendo cábalas sobre eso de que escondo algo y sobre lo que se borró, No tengo ni la puñetera idea de a qué te referías ni de lo que pasó. Te envié un mensaje, pero creo que no te llegó. Un saludo.

Intrascendencia y hastío vital magníficamente descrito en este recorrido por el día y sus más importantes cigarrillos.

Todo un placer de lectura, amigo Ricardo.

Un fuerte abrazo.

Gracias amig@s por vuestras palabras para este trabajo.
Abrazos y felicidad.

Ricardo López Castro escribió: ↑Sab, 08 Oct 2022 18:21 El matiz sigiloso del ocre en las paredes
cubre las telarañas,
no se escuchan las ráfagas de humo,
ni al polvo revolar entre los muebles.

Vacío el cenicero tras cada cigarrillo.
Mi favorito es el primero del día,
y a veces lo adelanto, fumo de madrugada,
nada se ve,
ni nada cobra vida.

Con la apatía, por así llamarla,
cobra sentido el tiempo,
¿cuánto faltará para la cena?
Miradita al reloj.

Todo va bien...
Comida y fumeteo,
y luego para cama.

Interiorizo un tópico que rebota en mi mente:
"No debes tirar todo por la borda."

¿Qué coño pretendí decir con eso?
Disculpen, si ha sido de mal gusto.
El ambiente me ciega.

Toso y le doy la última calada.

Pues es una de esas cosas aborrecibles que se hacen partes de nuestras vidas. Me alegras encontrar este poema humeante que francamente solo otro fumador puede entwender a cabalaida. Y no por darmelas de nada, pero en eso del tabaquismo , despues de 40 years, y de haber intentado dejar esta adiccion por menos cien veces "en serio", puedo darmela de experta en el asunto aqui a tratar. Fumar y respirar en algun momento se volviero lo mismo y pues todo empiza y termina con una ultima calada. Veo que el buscar las horas de la madrugada y fumar en dosis fuerte para luego , durante el dia quiza fumar menos en frente de los ojos de otros que ahora son tan criticos de la salud publica y personal , pero que saben bien que el cigarrillo fue una droga aceptada, glorificada, abusada, y hasta moneda de paga y ultimo sacrilegio, digo, viaticum ( por lo menos para los que fueron al paredon)....jajajajaj....en fin colega que este poema celebra y llora la cotidiaineidad de los fumadores. Estoy sin fumar hace dos meses porque me tienen que hacer dos cirugias y he tirado todo por la borda, no fumo solo siento grandes dolores fisicos, espirituale, sicologicos, en fin ansiedad y y desasosiego, y lloro mucho y oro mucho y es realmente una abstinencia de la que si sobrevives, no es por amor propio, es que los estragos de fumar pueden ser monstruosos. Un abrazo grande, queridoRicardoLopez Castro. ERA

Gracias por compartir tu tiempo conmigo, estimada ERA.
Yo no suelo extenderme en mis comentarios, pero lo que sí puedo decir en defensa de lo que fumo y pretendo transmitir en este poema es que el humo que nos intenta vender la sociedad en general es aún más dañino.
Otro abrazo grande, amiga mía.
Me alegra volver a saberte por aquí.