Editorial Alaire

Francesch Vicent escribió: ↑Mar, 04 Oct 2022 0:35 I
Como el cínico que vivía
medio desnudo en un tonel,
bailo con mi propia sombra
y aprovecho el hueco de una pared
o el rebufo de un tren
para escribir versos sobre el fin
después de experimentar el esplendor de la vida
en los embates del sexo con mi amante,
por lo que tengo que ser metódico,
no dar opción a confusiones
y evitar que me tapen el Sol
para dejar al lector
las cosas claras desde el principio.

II
Sabed que, al igual que la piedra engatusadora
de poetas, que con sus dedos lechosos
se mueve entre las cosas del cielo,
los astros suspendidos sobre nuestras cabezas son pacientes.

III
Tal vez sea el mar, o no,
aunque posiblemente sí, quien llame
a la puerta de tu casa.

IV
Sucede que hay muchas cosas más pequeñas
que mi letra: una hormiga, una mota de polvo,
un átomo, terribles asesinos…

V
Existe una lista con las personas más ricas del planeta,
que no alcanza las 300 almas.
Aparentemente, ¡qué fácil sería acabar con tanta injusticia!

VI
A la Tierra le dará igual nuestra extinción.
Ella seguirá dando vueltas y más vueltas
hasta que sea devorada por el Sol.

Pilar Morte escribió: ↑Mar, 04 Oct 2022 8:20 Un poema reflexivo y con muchos aciertos. Me ha gustado y comparto tus versos.
Abrazos

Francesch Vicent escribió: ↑Mar, 04 Oct 2022 0:35 I
Como el cínico que vivía
medio desnudo en un tonel
he bailado con mi propia sombra
y aprovechado el hueco de una pared
y hasta el rebufo de un tren
para escribir versos sobre el fin,
después de experimentar el esplendor de la vida
en los embates del sexo con mi amante.
Ahora tengo que ser metódico,
no dar opción a confusiones
y evitar que me tapen el Sol
para dejar las cosas claras desde el principio.

II
Sabed que, al igual que la piedra engatusadora
de poetas, que con sus dedos lechosos
se mueve entre las cosas del cielo,
los astros suspendidos sobre nuestras cabezas
también son pacientes esperando
su momento de gloria cósmica.

III
Tal vez sea el mar, o no,
aunque posiblemente sí, quien llame
a la puerta de tu casa.

IV
Sucede que hay muchas cosas más pequeñas
que mi letra: una hormiga, una mota de polvo,
un átomo, terribles asesinos…

V
Existe una lista con las personas más ricas del planeta,
que no alcanza las 300 almas.
Aparentemente, ¡qué fácil sería acabar con tanta injusticia!

VI
A la Tierra le dará igual nuestra extinción.
Ella seguirá dando vueltas y más vueltas
hasta que sea devorada por el Sol.