Recopilación de Pequeñeces (serie Mirlos en Prosa)

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

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Ana García
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Recopilación de Pequeñeces (serie Mirlos en Prosa)

Mensaje sin leer por Ana García »

I
El razonamiento es la herramienta que todo lo hace razonable, esa llave inglesa que aprieta las tuercas. La herramienta que puede doblarse y hacerlo todo irrazonable, esa llave inglesa que puede pasar las tuercas de rosca.

II
Miniatura es una chica diminuta, parece vista con unos prismáticos puestos del revés.

III
El arte es un disfraz con una corona de espinas.

IV
El estómago me mastica.

V
El mundo entero es del artista en su laboratorio.

VI
Serpiente es una persona muy escurridiza, se arrastra por el suelo para que nadie le vea y engulle a otras personas sin que éstas se den cuenta.

VII
Serpiente de cascabel también se arrastra por el suelo pero es menos discreta que serpiente a secas, hace un ruido muy gracioso parecido al de los bufones y a todos nos resulta muy divertido, pero cuando dejamos de reírle la gracia de su cantinela nos engulle como serpiente a secas.

VIII
El suelo está recubierto por losetas de ladrillo, hay una pequeña cáscara de pipa encima de una de las losetas, parece un barquito en medio del océano. Yo la arrastro con mi zapatilla, sintiéndome superior, hasta que la cáscara de pipa se cae en la hendidura y queda irremisiblemente atrapada. Parece un barco que se hubiera escollado. La cáscara y yo podíamos haber sido buenas amigas si no se hubiera quedado atrapada.
¡Pobre cáscara de pipa navegando como un barquito velero en un océano de barro cocido en un horno!

IX
Nadie puede querer a Coloso porque tiene el corazón muy grande y nada le llena por mucho que alguien le quiera.

X
El mimo vive en una casa con vistas al río, un río que no tiene nombre, de tenerlo aparecería en los mapas pero sería un nombre convencional. Lleva muchas garrafas de agua que seguramente no sea potable y puede que haya peces, aunque yo no he visto nunca pescadores. A sus lados le bordea un paseo por donde camina la gente, sobre todo viejos que llevan boina y van siempre vestidos de gris, como si no pudieran ponerse ropa de colores. Estos ancianos suelen caminar encogidos y parece que se reunieran para despedirse.
También pasean hombres y mujeres solitarios, que parecen ciertamente extraños, a simple vista una no sabría si son exhibicionistas o filósofos que buscan respuestas.
Los niños juegan en el parque y sus padres se sientan en los bancos hojeando el periódico o simplemente sin hacer nada.

Todos quieren al mimo, hombres y animales, incluso las plantas, que tampoco hablan. El hombre, que esconde su cara, las admira porque se mueven sin que nadie lo perciba y además no dejan de ser bonitas, pero son extremadamente aburridas.
¿Dije que todos querían al mimo?
De noche la luna acoge a los enamorados y las parejas apretujadas se besuquean y esto le da mucha envidia al mimo porque ninguna chica quiere mancharse los labios de pintura.



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Jaime Araos
Mensajes: 39
Registrado: Dom, 08 Mar 2015 23:12

Re: Recopilación de Pequeñeces (serie Mirlos en Prosa)

Mensaje sin leer por Jaime Araos »

Anda en esta recopilación de mirlos un como viento leve que conduce al lector hacia dentro. Este "dentro" de que hablo abarca las cosas vistas como muebles y como tomas (sucesivas o independientes) de una cinta cinematográfica. Se da entonces el disruptivo fenómeno de cierto crecimiento en las cosas mismas. Es decir, que lo conocido cae de bruces sobre lo insólito para erguirse otra vez a la manera de un Quijote y no de un animal rutinario.

Al leerlos, he tenido la impresión de ser llevado, sin prisas, a un espacio poblado de gente con su peso puesto en las plantas de los pies, que no en los éxitos ni en los títulos meteóricos. Y así, he acabado de darme cuenta de que pintas con acierto las soledades —adonde vamos todos—, las esperas y los detalles que cuelgan del único recuerdo posible cuando llueve desde el campo de jazmines.

Por último, el mimo podría ser una bestezuela herida. Que se lo quiera mucho y bien no es óbice para que su naturaleza sea menos mansa de lo que parece. Está pintado y lo sabe mejor que un Velázquez. Las simetrías de su rostro podrían ser exactamente las de un barquito de papel en activo y él no lo ignora. Al final, tanto niño y tanto anciano se le incrustaron en la lira biográfica y de ahí no parece que quiera moverse ni aunque le avisen: por ello, la elección es el canto del cuerno de guerra.
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Ana García
Mensajes: 2966
Registrado: Lun, 08 Abr 2019 22:58

Re: Recopilación de Pequeñeces (serie Mirlos en Prosa)

Mensaje sin leer por Ana García »

Jaime Araos escribió: Mié, 05 Oct 2022 18:09 Anda en esta recopilación de mirlos un como viento leve que conduce al lector hacia dentro. Este "dentro" de que hablo abarca las cosas vistas como muebles y como tomas (sucesivas o independientes) de una cinta cinematográfica. Se da entonces el disruptivo fenómeno de cierto crecimiento en las cosas mismas. Es decir, que lo conocido cae de bruces sobre lo insólito para erguirse otra vez a la manera de un Quijote y no de un animal rutinario.

Al leerlos, he tenido la impresión de ser llevado, sin prisas, a un espacio poblado de gente con su peso puesto en las plantas de los pies, que no en los éxitos ni en los títulos meteóricos. Y así, he acabado de darme cuenta de que pintas con acierto las soledades —adonde vamos todos—, las esperas y los detalles que cuelgan del único recuerdo posible cuando llueve desde el campo de jazmines.

Por último, el mimo podría ser una bestezuela herida. Que se lo quiera mucho y bien no es óbice para que su naturaleza sea menos mansa de lo que parece. Está pintado y lo sabe mejor que un Velázquez. Las simetrías de su rostro podrían ser exactamente las de un barquito de papel en activo y él no lo ignora. Al final, tanto niño y tanto anciano se le incrustaron en la lira biográfica y de ahí no parece que quiera moverse ni aunque le avisen: por ello, la elección es el canto del cuerno de guerra.
Mientras mi estómago no te mastique vamos bien. Son pequeñas historias de bar, de servilleta en mano y boli prestado.
Con el mimo quería mostrar la gente a la que queremos, de lejos, y que sin embargo ellos quieren algo más. Complicado el tema, ¿verdad?
Son vidas que pasan por nuestro lado y que me hacen preguntarme qué tipo de vida personal tendrán ellos. Cuando se lavan la cara o se quitan las batas o los monos de trabajo. ¿Quiénes son?

Muy bueno tu comentario. Me tienes acostumbrada a ello y, sin embargo, siempre me sorprendes.
¡Gracias!
Un beso.
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