Primicias astrales
Publicado: Vie, 23 Sep 2022 7:58
Hay cambios que sugieren o suscitan
-Si todo fuese estático, qué sol orbitaría,
podría con la masa de la Tierra,
con esos fucilazos rubios, con desparpajo,
como montes de arena, o semillas en flor,
porque brotan así del raciocinio
las ideas que rompen con los límites,
como sangre flotando sobre el cielo,
o este aroma de vida profanada,
que atraviesa la lanza del espíritu;
mientras el alma lidia con la carne,
su miedo le apuñala con la mente;
es la muerte rendida a las creencias,
a la fe, esa doctrina que no desaparece.-.
El movimiento interno desentraña el silencio,
el silencio es un árbol sin otoño,
y los muebles, imitan la madera,
y la realidad.
Los fluidos irrumpen en estados ficticios,
donde la mente humana no ha podido llegar,
es un único sitio,
es el conocimiento.
Puedo rozar su esfera de planeta,
sus reflexiones sabias y recíprocas,
sus gestos, su carácter inmutable,
pero esta imaginaria situación
se diluye.
Soy solo un instrumento, su tiempo me derrite.
Nos cruzamos, de lejos y de cerca.
Pero mis formas son rudimentarias.
No invento compañía,
simplemente presiento la soledad a punto
de romperse,
allí arriba, en el fondo de los astros.
Quién sabe si algún día las estrellas
se apagarán…
Por gravedad, por dogmas inanimados,
cálculos religiosos.
Cuestión única,
que solo se resuelve antes de divagar.
Sí se puede volver
atrás desde la tierra, borrar la polvareda,
sobre el calzado más emprendedor.
Se trata de ocupar las huellas con caminos.
Como un alma sin alma,
la sofisticación del fuego,
la oscuridad que explota,
hilera de las ánimas con ojos de destino,
con sombra en las pestañas, profecía insondable,
corazón de infiernos.
-Si todo fuese estático, qué sol orbitaría,
podría con la masa de la Tierra,
con esos fucilazos rubios, con desparpajo,
como montes de arena, o semillas en flor,
porque brotan así del raciocinio
las ideas que rompen con los límites,
como sangre flotando sobre el cielo,
o este aroma de vida profanada,
que atraviesa la lanza del espíritu;
mientras el alma lidia con la carne,
su miedo le apuñala con la mente;
es la muerte rendida a las creencias,
a la fe, esa doctrina que no desaparece.-.
El movimiento interno desentraña el silencio,
el silencio es un árbol sin otoño,
y los muebles, imitan la madera,
y la realidad.
Los fluidos irrumpen en estados ficticios,
donde la mente humana no ha podido llegar,
es un único sitio,
es el conocimiento.
Puedo rozar su esfera de planeta,
sus reflexiones sabias y recíprocas,
sus gestos, su carácter inmutable,
pero esta imaginaria situación
se diluye.
Soy solo un instrumento, su tiempo me derrite.
Nos cruzamos, de lejos y de cerca.
Pero mis formas son rudimentarias.
No invento compañía,
simplemente presiento la soledad a punto
de romperse,
allí arriba, en el fondo de los astros.
Quién sabe si algún día las estrellas
se apagarán…
Por gravedad, por dogmas inanimados,
cálculos religiosos.
Cuestión única,
que solo se resuelve antes de divagar.
Sí se puede volver
atrás desde la tierra, borrar la polvareda,
sobre el calzado más emprendedor.
Se trata de ocupar las huellas con caminos.
Como un alma sin alma,
la sofisticación del fuego,
la oscuridad que explota,
hilera de las ánimas con ojos de destino,
con sombra en las pestañas, profecía insondable,
corazón de infiernos.