Dos cuentos breves, dedicados a Mirta Elena Tessio

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

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gabriel capo vidal
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Dos cuentos breves, dedicados a Mirta Elena Tessio

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Las mil y una noches

¡Estoy harto de nuestra situación¡ De negar, de ocultar nuestros amoríos, de la misma rutina, tener que cambiar mi semblante, fingiendo interés, por escuchar sus mitómanos relatos sobre: ¡Aladino, Ali baba, o Simbad! Aparentar dormir y, por fin, al abandonar Scerezada mi habitación, sigilosamente correr como un loco a la tuya, a tus brazos... ¡Eunuco de mi corazón!


Tu marido psicoanalista te esperaba para cenar

En la oscuridad del lecho, en la deslumbrante desnudes de tu cuerpo, después de mi ternura, de mis caricias que procuraron tus sensaciones voluptuosas. Después de las transformaciones de tu cara por la intensidad de tu orgasmo, en la tibieza de las sabanas y de tu cuerpo, aún arañando y apretando al mío, sentenciaste: ¡Si no lo sentiste, no es mi culpa! y con prisa te dirigiste al baño.


Quizá su lectura te despierte una sonrisa.

Un gran apapacho Mirta.

En náhuatl quiere decir: abrazar, acariciar con el alma.
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Mirta Elena Tessio
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Re: Dos cuentos breves, dedicados a Mirta Elena Tessio

Mensaje sin leer por Mirta Elena Tessio »

gabriel capo vidal escribió: Sab, 10 Sep 2022 18:49 Imagen

Las mil y una noches

¡Estoy harto de nuestra situación¡ De negar, de ocultar nuestros amoríos, de la misma rutina, tener que cambiar mi semblante, fingiendo interés, por escuchar sus mitómanos relatos sobre: ¡Aladino, Ali baba, o Simbad! Aparentar dormir y, por fin, al abandonar Scerezada mi habitación, sigilosamente correr como un loco a la tuya, a tus brazos... ¡Eunuco de mi corazón!


Tu marido psicoanalista te esperaba para cenar

En la oscuridad del lecho, en la deslumbrante desnudes de tu cuerpo, después de mi ternura, de mis caricias que procuraron tus sensaciones voluptuosas. Después de las transformaciones de tu cara por la intensidad de tu orgasmo, en la tibieza de las sabanas y de tu cuerpo, aún arañando y apretando al mío, sentenciaste: ¡Si no lo sentiste, no es mi culpa! y con prisa te dirigiste al baño.


Quizá su lectura te despierte una sonrisa.

Un gran apapacho Mirta.

En náhuatl quiere decir: abrazar, acariciar con el alma.
Hola Gabriel, qué emoción recibe mi alma y corazón, con estos dos relatos dedicados a mi persona.
Te agradezco infinitamente, no me lo esperaba, vine a pegar algo y mira, me encuentro con tanto, lo que tú me das.
Recibe mi abrazo hasta los cielos de tu patrria. No tengo palabras, no las encuentro para agradecer tu inmenso regalo.Un beso va volando a tu mejilla.

Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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