Hacia dónde
Publicado: Jue, 25 Ago 2022 14:26
Los discípulos seguían con la mirada al maestro. Durante horas y horas.
Él les había incitado a que guardaran silencio.
La única vía de aprendizaje que tenemos es la de la observación, creían firmemente. Es más, habrían apostado lo que fuera a que ésta era la lección más compleja e importante.
La clase se prolongó durante días.
Muchos desistieron, y abandonaron su puesto, impotentes, inconformes, cabizbajos.
La inquietud se apoderó del maestro, quien habló tras largo tiempo, y así se refirió a su último alumno:
-Está bien, ahora, deja de imitarme.
-Maestro… He esperado tanto este momento… Se lo agradezco profundamente.
Me siento mucho más sabio.
Estoy preparado para formar parte de la sociedad.
-Yo no te he preparado para formar parte de la sociedad.
-Ah, ¿no? Disculpe... Estoy muy confundido.
-Tu maestro está al otro lado de la colina.
Él les había incitado a que guardaran silencio.
La única vía de aprendizaje que tenemos es la de la observación, creían firmemente. Es más, habrían apostado lo que fuera a que ésta era la lección más compleja e importante.
La clase se prolongó durante días.
Muchos desistieron, y abandonaron su puesto, impotentes, inconformes, cabizbajos.
La inquietud se apoderó del maestro, quien habló tras largo tiempo, y así se refirió a su último alumno:
-Está bien, ahora, deja de imitarme.
-Maestro… He esperado tanto este momento… Se lo agradezco profundamente.
Me siento mucho más sabio.
Estoy preparado para formar parte de la sociedad.
-Yo no te he preparado para formar parte de la sociedad.
-Ah, ¿no? Disculpe... Estoy muy confundido.
-Tu maestro está al otro lado de la colina.