La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.
La última vez que sonrió había sido tras contemplar las ventanas limpias y transparentes. ¡Lo que cuesta una tarea de ese calibre!(El qué, sonreír o sacar brillo a los cristales).
Su hermana estaba en la cocina preparándole un desayuno rico en proteínas, y ella no tenía ya fuerzas ni para agradecérselo.
La hora marcaba las ocho menos cuarto.
Yo tenía un trabajo en el que liberaba el estrés, pensaba.
Y ahora el estrés es lo que me libera, o se libera, o qué sé yo.
El despertador sonó por última vez.
¿No habrá un acostador? Qué desgana, Dios mío.
¿Qué es esto? Voy a tirar este cacharro a la basura (Eso iba por la báscula).
Mis ojos, quiero arrancármelos, qué suplicio.
Nada está como debería estar.
¡No me llames más, coño!
Y su ex colgó, aunque fue ella quien cortó, y la llamada también.
La hora de calmar el apetito.
¿Y todo esto lo he dicho con hambre?
¿Estoy hablando sola? ¿Cuántas voces tengo? ¿Y cuántos narradores tienen?
¡¡¡¡¡Aaaaarrrrggggg!!!!!
¿Está mi hermana realmente en la cocina? ¿Cómo narices se llamaba? ¿Algún consejo, maldita paranoia?
¡Laura!¡Violeta!¿¿¡¡¡¡Rogelia!!!!?
¿¿¿Quién eres en realidad???
… Quiere…
… Ya lo hago…
… Hazlo…
… Hazlo como si nunca lo pensases…
La última vez que sonrió había sido tras contemplar las ventanas limpias y transparentes. ¡Lo que cuesta una tarea de ese calibre!(El qué, sonreír o sacar brillo a los cristales).
Su hermana estaba en la cocina preparándole un desayuno rico en proteínas, y ella no tenía ya fuerzas ni para agradecérselo.
La hora marcaba las ocho menos cuarto.
Yo tenía un trabajo en el que liberaba el estrés, pensaba.
Y ahora el estrés es lo que me libera, o se libera, o qué sé yo.
El despertador sonó por última vez.
¿No habrá un acostador? Qué desgana, Dios mío.
¿Qué es esto? Voy a tirar este cacharro a la basura (Eso iba por la báscula).
Mis ojos, quiero arrancármelos, qué suplicio.
Nada está como debería estar.
¡No me llames más, coño!
Y su ex colgó, aunque fue ella quien cortó, y la llamada también.
La hora de calmar el apetito.
¿Y todo esto lo he dicho con hambre?
¿Estoy hablando sola? ¿Cuántas voces tengo? ¿Y cuántos narradores tienen?
¡¡¡¡¡Aaaaarrrrggggg!!!!!
¿Está mi hermana realmente en la cocina? ¿Cómo narices se llamaba? ¿Algún consejo, maldita paranoia?
¡Laura!¡Violeta!¿¿¡¡¡¡Rogelia!!!!?
¿¿¿Quién eres en realidad???
Creo que estamos frente a un relato muy bueno, Ricardo.
La múltiple personalidad, sustentada en paranoia y olvidos inmediatos. Una ruptura del yo muy convincente.
Te has lucido con este corte transversal de un complejo cuadro clínico.
Eres literatura pura y dura, hombre.
Gracias por estar; abrazos.
.
"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"