El baile imposible

[Óscar Distéfano]

El baile imposible

Luego de un baño confortante, con agua fría,
de afeitarme sonriente frente al espejo,
con mi salud perfecta y mi juventud plena,
me apresto a salir este sábado de noche
a buscar un lugar donde la gente esté bailando,
una pista de baile donde vea moverse con soltura
a las bellas mujeres con sus ropas ceñidas,
con polleras y blusas escotadas, con pantalones pescador,
con soleras de faldas amplias,
todas bailando al ritmo juguetón de «Rivers of Babylon».

Deseo caminar por los extremos de la pista
buscando a la muchacha que deseare bailar conmigo,
y encontrarla gracias a la ansiedad de su mirada,
y sacarla a la pista tomándola ya de la mano, viéndola sonreír,
contenta de participar ella también del alborozo,
agradecida de mi compañía, tal vez dispuesta
a imaginarme como novio, y quizás a dejarse besar.

Pero todo esto me resulta ya imposible.
Solo puedo seguir acostado en mi vieja cama,
desenterrando este recuerdo novelado,
muerto en mi computadora portátil.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Es impactante el contenido; durísimo y bien plasmado.

Gracias por ser y estar con nosotros, amigo.

Un abrazo.

[Mirta Elena Tessio]

El baile imposible

Luego de un baño confortante, con agua fría,
de afeitarme sonriente frente al espejo,
con mi salud perfecta y mi juventud plena,
me apresto a salir este sábado de noche
a buscar un lugar donde la gente esté bailando,
una pista de baile donde vea moverse con soltura
a las bellas mujeres con sus ropas ceñidas,
con polleras y blusas escotadas, con pantalones pescador,
con soleras de faldas amplias,
todas bailando al ritmo juguetón de «Rivers of Babylon».

Deseo caminar por los extremos de la pista
buscando a la muchacha que deseare bailar conmigo,
y encontrarla gracias a la ansiedad de su mirada,
y sacarla a la pista tomándola ya de la mano, viéndola sonreír,
contenta de participar ella también del alborozo,
agradecida de mi compañía, tal vez dispuesta
a imaginarme como novio, y quizás a dejarse besar.

Pero todo esto me resulta ya imposible.
Solo puedo seguir acostado en mi vieja cama,
recuperando este recuerdo novelado,
escribiendo en mi computadora portátil.

Es la segunda vez que se borra mi comentario.
Entoces te diré es un sueño a cumplir, porque los sueños se cumplen.
Nada es implosible, el hombre es como el vino cuando más añejo mejor sabor.
Mira si te encuetras una adulta y amorasa mujer y te invita a bailar??
Un abrazo estimado Óscar.

[Pilar Morte]

Me alegra que escribas de nuevo.
La vida tiene sus ciclos y sus ansias. Un poema que muestra con realismo y crudeza el final de uno de ellos.
Abrazos

[Jerónimo Muñoz]

Hola, Óscar:
Estoy recién regresado al foro y me encuentro con que tú también has vuelto. Qizás tú también, como yo, hayas dejado ya atrás algún impedimento serio.
Tu poema, como te dicen, es duro, impactante y emotivo. Me alegro mucho por haber tenido la oprtunidad de leerlo.
Un fuerte abrazo.

Jerónimo

[Óscar Distéfano]

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Es impactante el contenido; durísimo y bien plasmado.

Gracias por ser y estar con nosotros, amigo.

Un abrazo.

Gracias, Hallie. Últimamente, me decanto por experimentar en el campo de lo explícito, como para constatar que la poesía se encuentra, como los ácaros, en todos los resquicios de la vida. Además, no creo que sea malo, para los que ya hemos vivido lo suficiente, darnos, de vez en cuando, una ducha de rememoración, de recordar la gloria de la juventud.

Un saludo cariñoso. Siento tu apoyo en mi convalecencia.
Óscar

[Concha Vidal]

Este "baile imposible" , ha de dejar de serlo, lo retomo y subo, para que muchos otros compañeros se sumen a él y dancen en tu palabra.

Abrazos mediterráneos.

[Alejandro Costa]

Son los polos opuestos los que se enfrentan en este poema.

Pero, de la frescura de la primera parte, al dolor del final, tan solo los separa un sueño.

Y el sueño, si es bueno y te hace feliz, también te inyecta vida.

El dolor hay que llevarlo como se pueda, o como nos deje. Los ciclos, todos, tienen fecha de caducidad.

Un buen escrito, con tu firma de poeta.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Ramón Castro Méndez]

Tú poema me trae recuerdos. Yo no he sido un gran bailarín. He sido un nómada de las pistas de baile, invisible, casi un espectador, un relator de los acontecimientos. No voy a decir que siempre me tocaba la amiga simpática, pero casi. Un poema que se inicia con optimismo y ternura y que termina en ese resquemor final. Me ha encantado.

Un fuerte abrazo, amigo Óscar.