Editorial Alaire

Después del túnel otra vez la sombra y en ella un relámpago,
una catedral de hombros donde orar.
Te conocí en hojas que caían de calendarios,
suave y exacta como un reloj de nubes.
El equívoco es como un párpado que no conoce el color
ni navega en aguas de marfil. ¿Cómo se mata a las estrellas
si un rompecabezas se aferra a la piel y crece y late
como un tejido de sueños?. Pronto aprendí que la verdad
se parece a un espejismo, sus cabellos cabalgan la noche
y la noche es tan sólo un dinosaurio sin esquinas.
Nuestro mundo se ciñe al cristal, es pequeño como un nido de átomos,
en él, los espejos crean el caos y miles de planetas se arrullan
hasta morir en tu centro. Al amor le gusta ser viajero,
sube a los áticos y a veces adivina la primavera entre ceniceros de invierno.
Pasaron los años que han perdido todas las guerras,
sobrevive lo que no se ve, el muérdago del deseo,
la pared blanca donde mis labios se entregan, la playa donde reposa
el esqueleto de un huérfano.

Hola Ramón

Al amor le gusta ser viajero,
sube a los áticos y a veces adivina la primavera entre ceniceros de invierno.

Seguro que tienes razón, amigo mío, y al amor le gusta ser así, pero yo prefiero que no lo sea y se quede conmigo. Llámalo egoísmo.
Me gustó tu poema. Un abrazo.
Mario.

Pasaron los años que han perdido todas las guerras,
sobrevive lo que no se ve, el muérdago del deseo,
la pared blanca donde mis labios se entregan, la playa donde reposa
el esqueleto de un huérfano.

Aplausos fuertes Ramón, este final es sencillamente grandioso!

Un beso grande,

Hallie

Bueno, el amor y el desamor se dan la mano... El límite, no sé, lo ponen las circunstancias... Es un poema hermoso a más no poder...

Un besote,

Carmen

Todo el poema, me ha parecido, es, como los últimos tuyos, un 'descubir' para mostrar. Yo te lo agradezco mucho. Y me quedo con todo, y en especial, con verso y medio:

"El equívoco es como un párpado que no conoce el color
ni navega en aguas de marfil"

Fantástico.

Blanca

Mario Martínez escribió:Hola Ramón

Al amor le gusta ser viajero,
sube a los áticos y a veces adivina la primavera entre ceniceros de invierno.

Seguro que tienes razón, amigo mío, y al amor le gusta ser así, pero yo prefiero que no lo sea y se quede conmigo. Llámalo egoísmo.
Me gustó tu poema. Un abrazo.
Mario.

jajaja..a mi también me gustaría que fuera más sedentario, pero tengo que admitir que en mi experiencia ha sido mas bien viajero. Gracias, Mario, por comentar. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Pasaron los años que han perdido todas las guerras,
sobrevive lo que no se ve, el muérdago del deseo,
la pared blanca donde mis labios se entregan, la playa donde reposa
el esqueleto de un huérfano.

Aplausos fuertes Ramón, este final es sencillamente grandioso!

Un beso grande,

Hallie

Muchas gracias, Hallie, por tu amable comentario. Un beso.

Ramón Carballal escribió:Después del túnel otra vez la sombra y en ella un relámpago,
una catedral de hombros donde orar.
Te conocí en hojas que caían de calendarios,
suave y exacta como un reloj nubes.
El equívoco es como un párpado que no conoce el color
ni navega en aguas de marfil. ¿Cómo se matan estrellas
si un rompecabezas se aferra a la piel y crece y late
como un tejido de sueños?. Pronto aprendí que la verdad
se parece a un espejismo, sus cabellos cabalgan la noche
y la noche es tan sólo un dinosaurio sin esquinas.
Nuestro mundo se ciñe al cristal, es pequeño como un nido de átomos,
en él, los espejos crean el caos y miles de planetas se arrullan
hasta morir en tu centro. Al amor le gusta ser viajero,
sube a los áticos y a veces adivina la primavera entre ceniceros de invierno.
Pasaron los años que han perdido todas las guerras,
sobrevive lo que no se ve, el muérdago del deseo,
la pared blanca donde mis labios se entregan, la playa donde reposa
el esqueleto de un huérfano.

A mi modesto entender es bueno lo que aguanta infinitas relecturas, donde en cada una de ellas encontramos otro nuevo significado, un universo del todo distinto al anterior. Y es esto mismo, lo que más admiro en tus poemas, cada palabra que utilizas -y no me refiero, ya, a unidades de sentido completo: versos, estrofas - es polisémica por antonomasia, en ellas habitan lo cualitativo y lo cuantivo del signo escrito, en su simbología todo un mundo por descubrir en la siguiente lectura. Me gusta lo que leo y te lo digo con sinceridad. Un saludo desde la Mancha

carmen iglesia escribió:Bueno, el amor y el desamor se dan la mano... El límite, no sé, lo ponen las circunstancias... Es un poema hermoso a más no poder...

Un besote,

Carmen

Gracias, Carmen, siempre estás ahí y ya sabes cuanto te lo agradezco. Besotes.

Me pareció un poema precioso. Versos magníficos. Ha sido un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Blanca Sandino escribió:Todo el poema, me ha parecido, es, como los últimos tuyos, un 'descubir' para mostrar. Yo te lo agradezco mucho. Y me quedo con todo, y en especial, con verso y medio:

"El equívoco es como un párpado que no conoce el color
ni navega en aguas de marfil"

Fantástico.

Blanca

Soy yo quien te tiene que dar las gracias, Blanca, por leerme y comentar. Un abrazo.

Emilio Aparicio escribió:

Ramón Carballal escribió:Después del túnel otra vez la sombra y en ella un relámpago,
una catedral de hombros donde orar.
Te conocí en hojas que caían de calendarios,
suave y exacta como un reloj nubes.
El equívoco es como un párpado que no conoce el color
ni navega en aguas de marfil. ¿Cómo se matan estrellas
si un rompecabezas se aferra a la piel y crece y late
como un tejido de sueños?. Pronto aprendí que la verdad
se parece a un espejismo, sus cabellos cabalgan la noche
y la noche es tan sólo un dinosaurio sin esquinas.
Nuestro mundo se ciñe al cristal, es pequeño como un nido de átomos,
en él, los espejos crean el caos y miles de planetas se arrullan
hasta morir en tu centro. Al amor le gusta ser viajero,
sube a los áticos y a veces adivina la primavera entre ceniceros de invierno.
Pasaron los años que han perdido todas las guerras,
sobrevive lo que no se ve, el muérdago del deseo,
la pared blanca donde mis labios se entregan, la playa donde reposa
el esqueleto de un huérfano.

A mi modesto entender es bueno lo que aguanta infinitas relecturas, donde en cada una de ellas encontramos otro nuevo significado, un universo del todo distinto al anterior. Y es esto mismo, lo que más admiro en tus poemas, cada palabra que utilizas -y no me refiero, ya, a unidades de sentido completo: versos, estrofas - es polisémica por antonomasia, en ellas habitan lo cualitativo y lo cuantivo del signo escrito, en su simbología todo un mundo por descubrir en la siguiente lectura. Me gusta lo que leo y te lo digo con sinceridad. Un saludo desde la Mancha

Siempre generoso en tus análisis, Emilio. Mi agradecimiento por esos ánimos que siempre encuentro en tus palabras. Te mando un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Me pareció un poema precioso. Versos magníficos. Ha sido un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Gracias, Pilar, por tu amable comentario. Un abrazo.

Sigo pensando en ese reloj nubes jeje, cuan exacto será ?¿, el poema es maravilloso.

Cavicchia escribió:Sigo pensando en ese reloj nubes jeje, cuan exacto será ?¿, el poema es maravilloso.

jajaja..yo también , Gustavo, yo también sigo pensando en ese reloj de nubes. Un abrazo, amigo.