Impresiones de un encuentro (dedicado a Armilo)

[Ramón Carballal]

Yo intuí el abrazo, como alas ciegas que se buscan en otras alas. Se siente el pálpito del encuentro, el sol decae porque una sombra viva acoge los cuerpos antes de la palabra, les da el don de lo fraterno. Calla el pilum de la estatua, las arcadas miran a dos hombres enternecidos que se saben amigos antes de la amistad, ruiseñores con canto invisible en la aguerrida senectud del tiempo. En un césped de terrazas, una hembra dulce nos acompaña, veo el blanco y el rojo de los pesqueros posarse en la faz del agua, no hay un dios Eolo que juegue con su virtud. Palabras y vasos, vino que duerme en la copa, el limbo blanco con posos agrios penetra en la voz como un cuchillo que sajara el sinfín de recuerdos, memorias, textos vertidos en la luz virtual de un foro sin voz. Y brota la niebla como un cadáver frío, lentamente se alzan los nombres, las citas, los espejos que formaron nuestro ser, no abandonan la sed del diálogo, no quieren morir en los relojes. Ya nos vamos, amigo, porque somos raíz de futuro. Tú con tu doblez y tu inteligencia afilada, yo con la modestia que aprendí de un campesino de la palabra. Tú ya sabes de quien hablo, en Orihuela, naciste.

[Hallie Hernández Alfaro]

Yo intuí el abrazo, como alas ciegas que se buscan en otras alas. Se siente el pálpito del encuentro, el sol decae porque una sombra viva acoge los cuerpos antes de la palabra, les da el don de lo fraterno. Calla el pilum de la estatua, las arcadas miran a dos hombres enternecidos que se saben amigos antes de la amistad, ruiseñores con canto invisible en la aguerrida senectud del tiempo. En un césped de terrazas, una hembra dulce nos acompaña, veo el blanco y el rojo de los pesqueros posarse en la faz del agua, no hay un dios Eolo que juegue con su virtud. Palabras y vasos, vino que duerme en la copa, el limbo blanco con posos agrios penetra en la voz como un cuchillo que sajara el sinfín de recuerdos, memorias, textos vertidos en la luz virtual de un foro sin voz. Y brota la niebla como un cadáver frío, lentamente se alzan los nombres, las citas, los espejos que formaron nuestro ser, no abandonan la sed del diálogo, no quieren morir en los relojes. Ya nos vamos, amigo, porque somos raíz de futuro. Tú con tu doblez y tu inteligencia afilada, yo con la modestia que aprendí de un campesino de la palabra. Tú ya sabes de quien hablo, en Orihuela, naciste.

Hermosísimo, Ramón, hermosísimo.

Enhorabuena a los dos, por tanta poesía contenida en vuestros escritos.

Doble abrazo.

[Marisa Peral]

Igual que a Hallie, me impresiona siempre vuestra sentida complicidad.

Letras emocionadas fruto de la amistad y el amor por la palabra...
Un placer leeros.

Abrazos enormes.

[Ramón Carballal]

Gracias, Hallie, Marisa, Armilo, por vuestros comentarios. Un fuerte abrazo.