Editorial Alaire

Ya es hora de callar,
de algún te quiero
lanzado solamente con los ojos
como si fuera un dardo
que busca explicaciones.
Tal vez de alguna estrella
con treinta y cinco puntas
a punto de estrellarse por desidia
con otra de cincuenta.
Y es que el amor es romo
y no sabe de puntas
y duele solamente
si cuelga por costumbre
boca abajo.

Poeta Amparo el amor no daña es romo como bien dice...su poema tiene la picardía acostumbrada por estos lares, me gusta.

Bendiciones

Maricruz

Romo me he quedado yo, con tanta colisión de estrellas y puntas.
Refrescas con tus palabras, algo que es de agradecer en poesía.

El placer es mío.

Beso grande.

la desidia, la inercia, el ir a menos
la falta de pasión... ¿cómo haremos para
vencer la inanición, la mala costumbre de conformarse con nada?

un gusto Amparo

.

El amor tiene que tener puntas y estrellas... incluso espinas pero de las que se deshacen en abrazos... yo me entiendo...

Me encanta tu lúcida palabra.

Besotes mil,

Carmen